Restan horas para
un día, histórico. Restan horas para un momento que millones de personas, de
corazón, no olvidarán jamás. En Venezuela. País donde 18 millones de
venezolanos tienen la palabra. Y en sus manos, el destino de una nación
maravillosa, en todo orden: gente, naturaleza y paisajes, historia, cultura,
deportes, recursos minerales, pero por
sobre todo: espíritu. Amplitud.
Tal como lo dije
en mi artículo del domingo pasado, Venezuela es un país que perfectamente
pudiera encabezar junto a Brasil, México y Argentina, un bloque americano mucho
más sólido en lo económico, mucho más social en materia integración y
aprovechando sus fortalezas disponibles en materia prima. Una América latina
potencia en: petróleo, gas, oro,
aluminio, litio, en materia de recursos minerales, y en el caso de
alimentos, ser la potencia alimentaria más grande del mundo: café, arroz, azúcar,
leche, carne.
He tenido la
fortuna de crecer y vivir en Venezuela, y mi principal conclusión es que es un
país donde su gente, su alegría, su amor y pasión por lo que creen y hacen, su
identidad marcada en las raíces y donde han sido abiertos a la influencia de
mujeres y hombres de África, Europa, Oriente Medio, entre otros continentes,
son factores determinantes a la hora de definir un presente y un futuro. Donde
los modelos económicos libres, han colapsado producto de la excesiva
especulación de precios, falta de transparencia en el sistema crediticio,
¡Pasión!
¿Han visto los
rostros de los miles de venezolanos que han participado en las diversas
manifestaciones públicas tanto a favor del presidente Chávez como del candidato
opositor y del cambio, Henrique Capriles?
Hay una energía tremenda en cada grito, en cada emplazamiento, en cada
palabra que emiten a favor o en contra, pero hay un elemento en común: quieren creer en un
proyecto político y para eso…le entregarán este domingo 7 el apoyo a quien
creen que los representa mejor.
He seguido todo
este 2012 las campañas de ambos candidatos. He hablado con gente del chavismo y
también de la oposición. Me han intervenido las comunicaciones al
momento de hablar con Antonio Ecarri, uno de los líderes políticos del comando
de Henríque Capriles, para hablar de estrategias, realidades y sencillamente
dialogar. He conversado con representantes chilenos relacionados con Chávez, y
siempre me quedo con una conclusión: Venezuela necesita un cambio. Necesita,
que la actual división y polarización, de una vez por todas, termine.
Cuando Hugo
Chávez llegó al poder en 1998, lo hizo no por ser un político brillante o actor
relevante. De hecho fue líder golpista en 1991. Estuvo en la cárcel. Y entró a
la arena política también proponiendo un cambio que era urgente y necesario, en
un país que cayó en una administración marcada por la corrupción de dirigentes
y autoridades. Chávez, pidió una oportunidad. Y se la dieron.
El problema es
que en 14 años de gobierno, el teniente coronel perdió el rumbo. Su proyecto de
un gobierno nuevo, social, apolítico, se convirtió en un modelo –similar a
Cuba- donde todo lo que prometió en materia de gobierno inclusivo y
sustentable, se convirtió en un gobierno de polarización, violencia y
protagonismos excesivos de parte del propio Chávez. Expropiaciones, ineficiencia
en el uso de los recursos petroleros, metamorfosis desde un país producto
agropecuario a un país importador, cierre de fábricas, promesas de nuevas
viviendas…todo quedó en negativo.
El Juego Perfecto...en el momento preciso
Hoy Henríque
Capriles, el candidato opositor, ha sabido jugar el juego perfecto: impuso la
agenda, asustó a Chávez, no entró a las descalificaciones, hizo que Chávez
tuviera que cambiar la estrategia electoral pasando de una campaña moderada en
el mensaje a una campaña violenta y mordaz.
Capriles recorrió
el país como ningún otro candidato lo ha hecho en Venezuela y América Latina.
Me atrevo a señalar, que es el ciudadano-político con mayor despliegue comunicacional
en redes sociales e internet, visitas puerta a puerta en todos los Estados de
Venezuela, direccionamiento de mensaje político
y social único durante toda la campaña y algo que no es común tampoco en la
política latinoamericana: no insultado a nadie. ¡ A nadie! ¿Se fija usted? En
qué país y en medio de una carrera presidencial un político no hace añicos al
otro. No le pone una zancadilla. No hace uso de la guerra sucia.
Capriles, me ha
sorprendido gratamente. Lo vi anoche en una entrevista con el canal de TV
privado más importante de Venezuela, y
quedé impresionado por la energía que a esa hora, muy tarde en la noche,
desbordaba, en medio de una gira que lo ha llevado por más de 300 ciudades,
pueblos, localidades de Venezuela en 5 meses. Es decir, ha dado la Vuelta a Venezuela
tres veces. 5 ciudades por día. Y su alegría, su sonrisa, su actitud: la misma.
Dispuesto a cumplir su objetivo: llegar al corazón de los venezolanos.
Y lo hizo.
Hoy jueves Chávez
cierra su campaña en Caracas, capital de Venezuela. Ha cerrado 7 avenidas del
centro con el fin de aglutinar a miles de venezolanos, muchos obligados y
amenazados a asistir desde todos los rincones de Venezuela. Ordenó la suspensión
de clases, jornadas en las oficinas públicas, y seguramente hará una alocución
marcada por un lenguaje pleno de soberbia, violencia, y promesa que arrasará y
llegará a los 10 millones de votos de un total de 18 millones.
Por su parte,
Capriles cierra en la ciudad donde los crepúsculos del día son más hermosos: en
Barquisimeto, Estado Lara. Ciudad identificada por la música criolla. En
Región, donde también existe la gente que espera una oportunidad. Allí Capriles
dará las gracias a millones de venezolanos que votarán por él: tiene asegurado
6 millones de votos, al igual que Chávez. Y apelará a la mayor parte del 15%
del voto escondido.
El periodismo
venezolano está sorprendido por esta campaña. Con muchas expectativas. Se trata
de la tercera relección de Chávez. O de un nuevo gobierno. De un nuevo camino.
¡Venezuela...para amar!
Y termino este
comentario, recordando mi vida de niño en Venezuela y sintiendo a flor de piel:
el calor de su gente, el sabor de sus alimentos, la alegría de millones sólo
por el hecho de vivir, compartir, creer, soñar. La alegría de que la vida vale
más que el consumismo. Que no vinimos a este mundo para ser seres
aspiracionales, sino para ser personas, íntegras, emprendedoras, de buenos
sentimientos, y sin
resentimientos.
Mi Venezuela
querida, mis amigos del alma, las comunicaciones de un país que hoy clama por
una nueva oportunidad. Un país maravilloso. Un país eterno. Un país donde tus
ojos, tus manos, tu sonrisa, tu corazón me hace vibrar…me hace sentir…Venezuela,
país con nombre de Mujer, con aroma infinito. País del calor más intenso que he
vivido. Y de amigos y amigas que amo y recuerdo. Historia que llevo en mi
corazón. Y que como periodista del mundo, lo exclamo.
Que estos
comicios, mi Venezuela, te sirvan para acabar con el odio y la maldad. Y
vuelvas a ser un País libre, único y ejemplo.
A vivir, hoy. Y a
creer siempre.
¡A Votar
Venezuela! Y a aprender América Latina de esta historia y apoyar a este país. Nuestro.Todos.
4 comentarios:
Excelente
Impresionante lo que se ve x tv...
Una movilizacion natural sin presiones solo la energia y la pasion por un cambio... En cambio 1150 buses de toda la naciøn llegan a Caracas para apoyar a Chavez de todo el pais, en su mayoria obligados y pagados por una politica populista y partidista aparte de los miles que van por temor a perder sus empleos..ojo alli hay voto escondido..
Perfecto, me encanto todo lo que escribiste. Mis felicitaciones.
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