viernes, 13 de julio de 2012

Un corazón y dos pulmones se necesitaban para vivir…y ¡seguimos siendo los mismos!


Eso necesitaba Trinidad: un corazón y dos pulmones en buen estado. Y a tiempo. Sin embargo, no fue. Pese a que a última hora, aparecieron los órganos que necesitaba gracias a la donación de Daniela González, el cuerpo de la joven de 17 años, Trinidad Gelfenstein, rechazó dicho injerto.

Qué triste escribir hoy este artículo, nuevamente destacando aspectos de nuestra sociedad chilena que no nos debe enorgullecer para nada. Y en torno a la donación, debo ser honesto señalar que Chile es un país hipócrita al señalar que es solidario.

Y lo digo con justificación: ¿sabía usted que 2 millones y medio de chilenos rechazan ser donantes de órganos, al momento de renovar sus cédulas de identidad? Es decir: 2 millones y medio de corazones, 5 millones de pulmones, 5 millones de riñones, 20 millones córneas…se resisten a entregar más vida, especialmente a niños, niñas, que inician una vida maravillosa, y que son ellos, los verdaderos impulsores de nuestra sociedad.

Le doy otros datos: hoy 1.370 personas en Chile, sí, personas, gente como usted y como yo esperan un trasplante: 1.186, precisan un riñón; 45, un pulmón; 130, un hígado, y fíjese bien, 9, sólo 9 necesitan un corazón!

El año pasado hubo apenas 116 donantes para una lista de espera de 1.800 personas, por un trasplante.

La directora de la Corporación Nacional de Donantes de Chile, Jacqueline Pefaur, describe muy bien esta cruda realidad: “la negativa de las familias (chilenas) se debe a la falta de información, situación que la nueva ley no ha logrado revertir. La ley es buena, pero no ha cambiado nada porque en el fondo la ley para aplicarla hay que educar a la población primero".

¿Se da cuenta? Educación, comunicación y realmente…ser solidarios.

El descenso en la cantidad de donantes ha sido progresivo en la última década llegando, el 2010, a la menor cifra observada en los últimos 15 años. Se precisa la necesidad de sistematizar y modernizar el modelo chileno de pesquisa de potenciales donantes, el cual es urgente.

Chile, un país de 17 millones de habitantes; de ingresos multimillonarios del cobre; de paradójicos fines de semana consumistas en mall por sobre fin de semana en familia; de estúpidas pugnas políticas por definir sistema de elección de eternos senadores y diputados…. del edificio y centro comercial más alto del mundo…por Dios! Y se necesitan tan sólo 9 corazones!

Por cierto…yo soy donante. 

domingo, 8 de julio de 2012

Pensar Creativa, Actuar Humana y Vivir sin Fin


Un gran saludo a todos desde la ciudad de Concepción, acá en el sur chileno, donde el invierno nos tiene a todos frotándonos las manos y buscando calor. Triste panorama, porque en menos de un mes, ya han muerto 14 chilenos en situación de calle, debido a las bajas temperaturas (- 6 grados centígrados durante la madrugada). El año pasado, murieron 52, debido a lo mismo.

Me pregunto, cómo en este país, considerado la sexta economía más grande de América Latina y que sólo por concepto de venta de cobre (su principal producto de exportación) durante el primer semestre del 2011 ingresaron casi 8 mil millones de dólares, aún haya gente que se muere en la calle…de frío. Qué contraste. 

Introduzco este artículo de hoy así porque he estado reflexionando en los últimos días sobre la importancia de pensar de manera creativa, actuar lo más humanamente posible y vivir…sin límites. ¿Qué tiene que ver con la intro hecha al principio? Mucho.  Pienso que el tema de la pobreza, de la desigualdad social, la violencia, la fractura de nuestras ciudades debido a la contaminación, el desempleo, las dificultades en materia educacional…tiene que ver con la actitud y el poder de decisión que tomanos como ciudadanos frente a ello.

Escenario complejo. Difícil. El tiempo corre rápido. Nuestros quehaceres nos consumen. Nuestras obligaciones laborales, personales. ¿Y cuándo paramos? ¿Cuándo nos detenemos a pensar y observar el entorno y de verdad, ver a la persona que nos rodea? ¿Qué pasa con la clase dirigente, política, económica, social, religiosa…qué pasa con el sector productivo privado y quienes toman las decisiones finales? Me preocupa en el caso chileno, que el tiempo pasa, y los problemas son los mismos.  Aún no veo a una sociedad chilena más creativa, más humana y más vigorosa en término de creer en un vivir más sano y alegre. 

Es duro mi diagnóstico. Y lo planteo así porque me preocupa.  Se habla tanto de sustentabilidad, de responsabilidad social, de transparencia. Y me pregunto  cómo estamos actuando al respecto. Especialmente, los que (supuestamente) piensan y deciden el presente y futuro de nuestras ciudades. ¡Eso! Ahí está. ¿Pensamos en nuestras ciudades y en sus personas? (que no es lo mismo que habitante).

Ahí voy con el pensamiento creativo. Cómo articulamos políticas de estado, mediante acciones concretas y que no se vayan corroyendo con el tiempo, con el discurso electoral o sencillamente con la indiferencia.

Este primer semestre, también ha estado en la noticia los abusos contra niños en jardines infantiles, colegios y liceos. Y me abruma. Porque son los niños, las semillas del progreso. Son ellos, quienes van a liderar el desarrollo de nuestras ciudades. Y qué decir de los miles de jóvenes chilenos que deben sobreendeudarse para poder estudiar una carrera profesional o universitaria.  Datos: el costo de las universidades chilenas es el más alto del planeta: 41% PIB/cápita.  El aumento de los aranceles es escandalosamente alto: 60% en 12 años. Y lo que es peor, un hijo universitario implica un gasto superior al 40% del ingreso familiar de los tres grupos de menores ingresos en Chile.

En definitiva, los universitarios chilenos tienen el mayor endeudamiento de todos los países. ¿Qué se hace al respecto? ¿Donde está la decisión, justa, económicamente sostenible, y la convergencia de apoyos políticos realmente democráticos, inclusivos y que sea el que Chile necesita?

Y cierro este artículo haciendo referencia a cómo estamos viviendo en nuestro país los escenarios que nos muestra la realidad, los medios de comunicación y nuestro entorno directo.  ¿Se acuerda del 1º Informe Mundial sobre la Felicidad  encargado por la ONU a la U. de Columbia (USA)? Se lo recuerdo: Chile se ubica en lugar 43 entre 156 países, en un ranking que lidera Dinamarca, Finlandia y Noruega.

En lo global  pareciera que estuviéramos relativamente bien ( 8 mil millones de dólares por venta de cobre, instituciones políticas aún no contagiadas con quiebres institucionales, no somos un epicentro de violencia callejera como en México, Colombia o Venezuela, entre otros factores), sin embargo el problema viene cuando llevamos este indicador al plano latinoamericano: estamos en el lugar 12 entre 26 países.  Somos superados por costarricenses, venezolanos, brasileños, argentinos y colombianos.

En este ítem, nos juega en contra el tema de la desigualdad del ingreso, lo aspiracional que somos, la falta de confianza social y aunque no lo crean mis amigos extranjeros: los problemas emocionales, somos uno de los principales países con graves índices de depresión.

Chile aparece 41 en el ranking global, pero al hacer lo mismo con los sentimientos negativos (preocupación, tristeza, depresión y enojo),  la tierra de Neruda, Mistral y exquisitos vinos, aparece 132, en una lista donde el primero (Myanmar) tiene menos sentimientos negativos y el último (156, Territorios Palestinos), el que tiene más.

Sí, hay que Pensar Creativa, Actuar Humana y Vivir sin Fin.

¡Feliz semana a todos! Y no es ironía… J

martes, 3 de julio de 2012

Los Tres (nuevos) Mosqueteros de la política en América Latina


México, Venezuela y Paraguay, tienen un común denominador hoy en sus respectivos procesos políticos internos:  dos gobernantes (el guaraní, Federico Franco, y el mexicano Enrique Peña Nieto) y un candidato presidencial que está realizando una campaña sin precedentes en la historia venezolana, Henrique Capriles Randonski.

En el caso mexicano, el abogado y ex gobernador del Distrito Federal mexicano, de 45 años de edad, Enrique Peña Nieto, quien acaba de ganar las elecciones presidenciales con el 38% de las preferencias, en un país azotado por la violencia de los cárteles del narcotráfico y que sólo en los últimos 6 años, han muerto más de 50.000 ciudadanos en macabros asesinatos, según cifras oficiales, y 150.000 según cifras extraoficiales.

En el caso de Paraguay, asumió el médico de 50 años de edad, Federico Franco, quien en un cuestionado juicio político que duró menos de 48 horas,  desbancó al presidente Fernando Lugo, y en su calidad de Vicepresidente (democráticamente elegido), pasó a ocupar la jefatura de gobierno, pese al rechazo de los principales estados sudamericanos.

Y en Venezuela, tenemos a un abogado, de 39 años de edad, también ex gobernador de uno de los Estados más importantes de Venezuela (Miranda), ex vicepresidente de la Cámara de Diputados y quien en una campaña electoral inédita en la historia venezolano, encabeza la oposición a Hugo Chávez, para las elecciones del 7 del octubre.

Los tres son políticos que han desempeñado funciones como gobernadores en estados estratégicos de sus respectivos países, y con éxito tanto en lo social como en lo económico. Los tres son jóvenes y que comulgan con doctrinas económicas de libre mercado pero con una fuerte regulación de parte del Estado.

Los tres: Peña Nieto, Capriles Radonski y Franco, son políticos que han entendido que sin una estrategia de alianza (incluso con partidos políticos rivales), sin un trabajo de imagen pública presente en la ciudadanía avalado por los medios de comunicación y las redes sociales en internet,  sencillamente es fracasar.
Peña Nieto y Capriles Radonski, son los más jóvenes. Y han utilizado las plataformas de internet como Twitter y Facebook para masificar la esencia de sus campañas y poder también proyectar una imagen pública cercana, moderna y que responden a las preguntas del ciudadano-elector 2.0 de nuestra América Latina. En el caso de Franco, si bien, es el más veterano de los tres,  y no ha participado en campaña presidencial de la misma manera que sus colegas mexicano y venezolano, es un político guaraní que conoce los códigos de los medios de comunicación:  lo que no se muestra no existe, y la televisión y la prensa escrita es clave.

Los tres son católicos. Los tres son formales. Tienen un lenguaje en común: vencer a la izquierda, simbolizada en Hugo Chávez, y a través de la integración grupos opositores encabezar una coalición que los lleve al poder. Me llama la atención que los tres políticos tienen una mirada latinoamericana en común: generar eficiencia en la administración de los recursos, y potenciar el rol de la empresa.

Tanto México como Venezuela son casos importantes para nuestro continente. México la segunda economía de América Latina, y con reservas petroleras que bien podría catapultarlo a ser el tercer productor de crudo después de Arabia Saudita y Canadá. Venezuela, también uno de los 4 productores de petróleo más grande del mundo. Y ambos países con el mismo problema en común: violencia e inseguridad social, y pésima distribución del ingreso.

Tanto en Venezuela como en México, la mitad de su población es pobre (50 millones en México, 15 millones en Venezuela).  Por tanto, los desafíos no son minúsculos para sus gobernantes. En el caso venezolano, Capriles Radonski focaliza su campaña en estas cifras y no en atacar a Chávez.

Y en Paraguay, pese a que fue una de las economías que más ha crecido en Sudamérica en los últimos 3 años, intereses políticos y económicos, junto a una democracia que no se recompone por los años de dictadura, no encuentra la salida y no se perfila como una nación sudamericana relevante. Eso al menos, es lo que Franco intentará estabilizar, pese a que no tiene mucho tiempo, porque el próximo año hay elecciones.

En conclusión, ojo con estos tres políticos. Los tres tienen mucho que decir, hacer y ya lo están haciendo. Y los efectos colaterales que el ejercicio de sus acciones en gobierno o en campaña, pueden tener en el resto de nuestro vecindario, incluido Chile.

Hasta la próxima.