jueves, 4 de octubre de 2012

Elecciones Venezolanas: ¡Yo Nací Para Quererte!

Restan horas para un día, histórico. Restan horas para un momento que millones de personas, de corazón, no olvidarán jamás. En Venezuela. País donde 18 millones de venezolanos tienen la palabra. Y en sus manos, el destino de una nación maravillosa, en todo orden: gente, naturaleza y paisajes, historia, cultura, deportes, recursos minerales,  pero por sobre todo: espíritu. Amplitud.

Tal como lo dije en mi artículo del domingo pasado, Venezuela es un país que perfectamente pudiera encabezar junto a Brasil, México y Argentina, un bloque americano mucho más sólido en lo económico, mucho más social en materia integración y aprovechando sus fortalezas disponibles en materia prima. Una América latina potencia en: petróleo, gas, oro,  aluminio, litio, en materia de recursos minerales, y en el caso de alimentos, ser la potencia alimentaria más grande del mundo: café, arroz, azúcar, leche, carne.

He tenido la fortuna de crecer y vivir en Venezuela, y mi principal conclusión es que es un país donde su gente, su alegría, su amor y pasión por lo que creen y hacen, su identidad marcada en las raíces y donde han sido abiertos a la influencia de mujeres y hombres de África, Europa, Oriente Medio, entre otros continentes, son factores determinantes a la hora de definir un presente y un futuro. Donde los modelos económicos libres, han colapsado producto de la excesiva especulación de precios, falta de transparencia en el sistema crediticio,

¡Pasión!

¿Han visto los rostros de los miles de venezolanos que han participado en las diversas manifestaciones públicas tanto a favor del presidente Chávez como del candidato opositor y del cambio, Henrique Capriles?  
Hay una energía tremenda en cada grito, en cada emplazamiento, en cada palabra que emiten a favor o en contra, pero  hay un elemento en común: quieren creer en un proyecto político y para eso…le entregarán este domingo 7 el apoyo a quien creen que los representa mejor.

He seguido todo este 2012 las campañas de ambos candidatos. He hablado con gente del chavismo y también de  la oposición.  Me han intervenido las comunicaciones al momento de hablar con Antonio Ecarri, uno de los líderes políticos del comando de Henríque Capriles, para hablar de estrategias, realidades y sencillamente dialogar. He conversado con representantes chilenos relacionados con Chávez, y siempre me quedo con una conclusión: Venezuela necesita un cambio. Necesita, que la actual división y polarización, de una vez por todas, termine.

Cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1998, lo hizo no por ser un político brillante o actor relevante. De hecho fue líder golpista en 1991. Estuvo en la cárcel. Y entró a la arena política también proponiendo un cambio que era urgente y necesario, en un país que cayó en una administración marcada por la corrupción de dirigentes y autoridades. Chávez, pidió una oportunidad. Y se la dieron.

El problema es que en 14 años de gobierno, el teniente coronel perdió el rumbo. Su proyecto de un gobierno nuevo, social, apolítico, se convirtió en un modelo –similar a Cuba- donde todo lo que prometió en materia de gobierno inclusivo y sustentable, se convirtió en un gobierno de polarización, violencia y protagonismos excesivos de parte del propio Chávez. Expropiaciones, ineficiencia en el uso de los recursos petroleros, metamorfosis desde un país producto agropecuario a un país importador, cierre de fábricas, promesas de nuevas viviendas…todo quedó en negativo.

El Juego Perfecto...en el momento preciso

Hoy Henríque Capriles, el candidato opositor, ha sabido jugar el juego perfecto: impuso la agenda, asustó a Chávez, no entró a las descalificaciones, hizo que Chávez tuviera que cambiar la estrategia electoral pasando de una campaña moderada en el mensaje a una campaña violenta y mordaz.

Capriles recorrió el país como ningún otro candidato lo ha hecho en Venezuela y América Latina. Me atrevo a señalar, que es el ciudadano-político con mayor despliegue comunicacional en redes sociales e internet, visitas puerta a puerta en todos los Estados de Venezuela,  direccionamiento de mensaje político y social único durante toda la campaña y algo que no es común tampoco en la política latinoamericana: no insultado a nadie. ¡ A nadie! ¿Se fija usted? En qué país y en medio de una carrera presidencial un político no hace añicos al otro. No le pone una zancadilla. No hace uso de la guerra sucia.

Capriles, me ha sorprendido gratamente. Lo vi anoche en una entrevista con el canal de TV privado más importante de Venezuela,  y quedé impresionado por la energía que a esa hora, muy tarde en la noche, desbordaba, en medio de una gira que lo ha llevado por más de 300 ciudades, pueblos, localidades de Venezuela en 5 meses. Es decir, ha dado la Vuelta a Venezuela tres veces. 5 ciudades por día. Y su alegría, su sonrisa, su actitud: la misma. Dispuesto a cumplir su objetivo: llegar al corazón de los venezolanos.
Y lo hizo.

Hoy jueves Chávez cierra su campaña en Caracas, capital de Venezuela. Ha cerrado 7 avenidas del centro con el fin de aglutinar a miles de venezolanos, muchos obligados y amenazados a asistir desde todos los rincones de Venezuela. Ordenó la suspensión de clases, jornadas en las oficinas públicas, y seguramente hará una alocución marcada por un lenguaje pleno de soberbia, violencia, y promesa que arrasará y llegará a los 10 millones de votos de un total de 18 millones.

Por su parte, Capriles cierra en la ciudad donde los crepúsculos del día son más hermosos: en Barquisimeto, Estado Lara. Ciudad identificada por la música criolla. En Región, donde también existe la gente que espera una oportunidad. Allí Capriles dará las gracias a millones de venezolanos que votarán por él: tiene asegurado 6 millones de votos, al igual que Chávez. Y apelará a la mayor parte del 15% del voto escondido.

El periodismo venezolano está sorprendido por esta campaña. Con muchas expectativas. Se trata de la tercera relección de Chávez. O de un nuevo gobierno. De un nuevo camino.

¡Venezuela...para amar!

Y termino este comentario, recordando mi vida de niño en Venezuela y sintiendo a flor de piel: el calor de su gente, el sabor de sus alimentos, la alegría de millones sólo por el hecho de vivir, compartir, creer, soñar. La alegría de que la vida vale más que el consumismo. Que no vinimos a este mundo para ser seres aspiracionales, sino para ser personas, íntegras, emprendedoras, de buenos sentimientos, y sin 
resentimientos.

Mi Venezuela querida, mis amigos del alma, las comunicaciones de un país que hoy clama por una nueva oportunidad. Un país maravilloso. Un país eterno. Un país donde tus ojos, tus manos, tu sonrisa, tu corazón me hace vibrar…me hace sentir…Venezuela, país con nombre de Mujer, con aroma infinito. País del calor más intenso que he vivido. Y de amigos y amigas que amo y recuerdo. Historia que llevo en mi corazón. Y que como periodista del mundo, lo exclamo.

Que estos comicios, mi Venezuela, te sirvan para acabar con el odio y la maldad. Y vuelvas a ser un País libre, único y ejemplo.

A vivir, hoy. Y a creer siempre.

¡A Votar Venezuela! Y a aprender América Latina de esta historia y apoyar a este país. Nuestro.Todos.