miércoles, 9 de marzo de 2022

¿Mi Guerra?


 

A propósito de #Ucrania. Llevo días siguiendo a través de la TV, diarios, radios y redes sociales, la tragedia humana hecha realidad, debido a la #guerra. No soy experto en ciencias políticas ni tampoco en temas militares. Pero no hay que ser experto en estas importantes disciplinas para tomar posición como ciudadano. Y también aportar desde mis ideas un poco de reflexión. Llama la atención que a diferencia de otras guerras locales y regionales, la de Ucrania y la invasión #Rusa, esté marcada por el fenómeno de la inmediatez, no sólo con corresponsales y enviados de prensa a los distintos lugares del conflicto, sino también por la rapidez en que se viralizan los ataques, el éxodo y el drama humano de los refugiados, el dolor de la separación, y esa decisión que millones de habitantes ucranianos han debido tomar de seguir allí o emigrar. Todo en un click. Y donde en cuestión de segundos podemos ser parte de esta guerra.

Y preocupa. No sólo por lo terrible y cruel que están viviendo millones de personas de Ucrania y sus alrededores, sino también el drama de millones de rusos que no están de acuerdo con esta invasión y guerra, quienes también están siendo afectados debido a los embargos comerciales, bloqueos comerciales y un paquete de medidas financieras cuyo objetivo es ahogar a Rusia y sus habitantes, porque a su Presidente, #Putin, no le va a afectar. Él y toda su red político, militar y económico, tienen los recursos para asegurarse vida, dinero, alimentos, medicinas y si quieren, ir a pasar unos días a Venezuela, Cuba, China, Irán, para descansar y manejar con un botón la guerra.

Duele. Angustia. Tensiona, ver tanto dolor. Tragedia. Como si fuera un film o serie de Tv por cable o netflix. Como dicen, la realidad superó a la ficción. Y esta realidad es peor. Porque el dolor es verdadero. La injustica se transforma en un campo minado de decisiones sin destino. Sin ley. Sin razón.

Yo también soy parte de la guerra. Tú también. Todos quienes vivimos en este planeta, somos parte de un conflicto. Que no sabemos si finalmente terminará a favor o en contra de Ucrania. Y Rusia, logrando su metido de hegemonización. Todos, gracias a la globalización y las redes sociales, a los teléfonos inteligentes, a las cámaras, drones y cualquier dispositivo electrónico, somos parte de cualquier conflicto que estalle entre dos países, regiones o comunidades. 

Es curioso, porque algunos periodistas de medios de comunicación han señalado que éste, el de Ucrania-Rusia es el peor conflicto después de la segunda guerra mundial. No sé que indicadores o factores se tomaron para enfocarlo así. Porque me pregunto, y la guerra de los Balcanes?, el genocidio de Bosnia y Serbia, Montenegro?, en Ruanda! En fin. En cualquier lugar del mundo, donde a base de machete, bomba, misil, veneno, o cualquier tipo de armamento, la población, la gente, hombre y mujer, se enfrentan uno contra el otro. Sin razón, porque la guerra no tiene razón ni ser. Ninguna guerra es más importante que otra. Guerra es guerra al fin. 

Espero que nuestros hijos, #niños, adolescentes y jóvenes, no se vean afectados por este fenómeno de la guerra. 

Ser testigos oculares, aún cuando están a miles de km de distancia de Ucrania y Rusia, también los involucra. Y peor aún, los transforma en testigos silentes, pasivos de una guerra donde dolor, cala hondo. Y me pregunto si esto, los hará indolentes frente al drama en su futuro. La inmediatez y la terrible sensación de normalizar hechos que son graves. 

Le pido a Dios que pronto acabe esta y todas las guerras de nuestro mundo. Necesitamos paz. Necesitamos perdonar y aceptar. Crecer. Vivir. 

#Noticias #Internacional #Opinión #Mundo #Paz #TV #Globalización