Comunicar desde la Tragedia (Chile de Luto)

El periodismo y la comunicación, son testigos presenciales y esenciales de un hecho inédito, humano, social, global. El peor accidente aéreo en 30 años en Chile, la magnitud de lo que representa para el país en un contexto de sociedad disgregada, enrarecida por acontecimientos políticos, económicos, sociales y culturales exacerbados, y finalmente la prominencia de cada uno de los pasajeros que volaban a bordo del CASA C-212 de la Fuerza Aérea, me llevan a un reflexión como periodista y académico: qué gran responsabilidad tenemos los medios de comunicación hoy.

En situaciones de crisis, de tragedia, de grandes sensibilidades, el valor de la comunicación y la responsabilidad de la prensa adquiere un papel determinante: interpretar más allá de informar; opinar con una base informativa e interpretativa clara, precisa, oportuna, equilibrada. Y mantener la cordura. Qué difícil, especialmente para nuestros colegas de TVN.

La tragedia aérea en Juan Fernández, el objetivo socio-cultural que conllevaba la misión tanto de TVN, de Desafío “Levantemos Chile”, del Consejo de la Cultura y las Artes, y el respaldo de nuestras Fuerzas Armadas, hacen de un hecho trágico, una noticia que trasciende, que conmueve, que genera un impacto tan grande hoy gracias a las redes sociales y en un ecosistema digital.

Desde el punto de vista ético, ya quedará tiempo para analizar con más detalle y reflexión, situaciones donde el papel de la prensa queda en entredicho: me refiero al fatal titular de Las Ultimas Noticias, declarando indirectamente la muerte del animador Felipe Camiroaga (sin la confirmación oficial), y que posteriormente modifica dicha portada para su edición de Santiago. En Regiones e internet, alcanzamos a leer esta desdichada muestra de lo que no es periodismo.

Al final, lo que el ciudadano quiere es una información fidedigna, oportuna, directa, humana. Nuestra sociedad requiere de una comunidad integrada, más unida. Y ahí está la oportunidad para el periodismo y la comunicación. Este es el gran momento para que a través de una comunicación más humana, Chile por fin de un salto hacia adelante, y por cierto, que haya valido la pena la partida de los 21 pasajeros y tripulantes del avión de la Fach. Hoy ya son héroes.