jueves, 25 de agosto de 2011

La Oportunidad del Periodismo (en esta crisis)


En este segundo día de paro nacional en Chile, observo con preocupación las imágenes de los disturbios y violencia callejera, como noticia “esencial” de las presentes movilizaciones sociales lideradas por la central de trabajadores de Chile. Ya me he referido al tema político y económico, a las consecuencias que estos paros le están produciendo a Chile, a nuestra gente. Hoy quiero referirme a la importancia de los medios de comunicación en esta materia.

Como hombre de medio, siento que tenemos una responsabilidad enorme en estos momentos. El trabajo que están haciendo los canales de televisión tanto nacionales como regionales, así como la labor de la prensa escrita, radial y digital, nos convierten en un factor importante en el actual proceso que vive Chile.

A mis alumnos de ética periodística de la Universidad del Desarrollo en Concepción, les decía que a propósito de esta difícil realidad que vivimos, el periodismo tiene la gran oportunidad de generar un cambio social que puede ser determinante en momentos de crisis, como el que se vive en Chile hoy.

El trabajo editorial que lideran las grandes cadenas de noticias, la edición de imágenes, la cobertura de declaraciones de manifestantes, ciudadanos afectados por los desmanes y saqueos, el dolor de los heridos, la rabia de los que esperan una respuesta de las autoridades, en fin, tanta información que hoy sólo el periodismo es capaz de recibir, procesar y difundir.

Me pregunto: ¿ dimensionamos el peso o importancia que tenemos, en los medios? Me pongo en la posición de los dueños y directores de medios, y pienso en el millón de ideas que manejan, la presión por informar, por atraer atención de público, por crecer en rating, por atraer más publicidad, por hacer periodismo…

Pienso que es preciso en estos momentos, que el periodismo en general asuma una posición de liderazgo, no sólo informativo sino también social, ciudadano, e institucional. Precisamos de información no sólo actual y equilibrada, precisamos de perspectivas, de análisis profundo, de abrir espacios al diálogo: ¡porqué no! Porqué no puede ser el periodismo esa mesa de discusión que el gobierno no ha logrado establecer con los actores sociales.

Porqué no puede ser el periodismo y la comunicación en general, esa llave que descomprima este ambiente tan enrarecido, oscuro y negativo. Y además, hacer un aporte con noticias positivas, con opiniones constructivas, con miradas estratégicas humanas, generando corriente de opinión pública que propicie una sociedad más amable, participativa, y empática.

Nuestra responsabilidad de informar es tan grande, estimados lectores, que siento en mi papel de periodista, el deber de reflexionar, de compartir y ojalá invitar a mis colegas también a hacer lo mismo: asumamos un papel más activo, más decisivo, y global.

Un gran saludo a mis colegas de medios locales, nacionales e internacionales, porque creo que también podemos ser agentes de cambio.

Arriba los corazones y viva las ideas…

martes, 23 de agosto de 2011

Alerta: Chile en Paro...mi pronóstico


Esta mañana le preguntaba a un chofer de la locomoción colectiva en Chile, si este miércoles 24 de agosto, se sumaría al gigantesco paro nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores , y me dijo con cara desazón: “la verdad, amigo, no lo sé. Yo, quiero trabajar porque un día sin trabajo, es un ingreso que no llevo a la casa, pero no sabemos…”.

Evidente. En Chile tenemos un país, que aparentemente, parece estar polarizado por este masivo movimiento social, el cual ha sido legítimamente representado por los estudiantes y sus demandas por una nueva educación, pero a la cual se han subido (adherido) de manera interesada, burlesca, odiosa, y aprovechada, otras organizaciones representadas por partidos políticos de izquierda.

Hoy, los comentarios de analistas políticos, incluidos aquellos simpatizantes con los gobiernos de la Concertación (actualmente en la oposición), es que los principales conglomerados: socialistas, comunistas y democratascristianos, se han aprovechado vulgarmente de esta coyuntura y han inyectado un grado de división muy peligrosa para el equilibrio institucional en Chile.

Mientras el presidente Sebastián Piñera, llama a la calma, a la tranquilidad, a la paz, a cuidar el país, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Inlsuza, critica al gobierno por la posibilidad que se invoque la Ley de Seguridad al Interior del Estado por los posibles desmanes, bloqueos, saqueos, que ocurran durante las marchas.

Mi pronóstico


Más allá de los 400 millones de dólares en pérdidas económicas, póngale la firma: mañana habrá violencia en las calles de Chile. Nuevamente saldrán a protestar delincuentes encapuchados, esta vez insertos no sólo entre los estudiantes (que también marcharán) sino con miles y miles de trabajadores que han aprovechado las peticiones estudiantiles como momento para hacer sus propias demandas.

Desde mi lugar de residencia, he hecho rápidas consultas a la gente y la mayoría opina que la paralización de miércoles y jueves es absurdo, que el país no puede paralizar por demandas sociales que no tienen un piso de acuerdo. ¿Y porqué ahora? Porqué no se hizo durante los 25 años que gobernaron los que hoy adhieren al paro.
Muchas de las respuestas que obtuve es que este clima enrarecido, se ha transformado en un espejismo de un Chile que no es, pero que lamentablemente se está convirtiendo.

Tal como lo dije ayer, Chile juega con fuego. Para su conocimiento no funcionarán los servicios de salud primaria, registro civil, impuestos internos, el transantiago, taxistas, servicio médico legal, el aeropuerto de Santiago, aduanas, los principales puertos del país, gendarmería, entre otros. Por lo tanto, no se le ocurra enfermarse, tomar un bus, viajar dentro o fuera de Chile, embarcar alguna exportación, casarse o incluso…morirse, por lo menos hasta jueves. (ajá, el Servicio Médico Legal, no funciona).

Vamos, ¡qué pasa! Dónde está el verdadero país. Dónde están los verdaderos corazones, la ideas, los sueños, las ciudades, el país que debe ser país. Ya es hora que esto se acabe. Y comience un verdadero periodo de comunión. De diálogo. De reencuentro. De empatía. De verdaderos liderazgos, sociales, políticos, económicos, culturales...ciudadanos.

Mi pronóstico para estos dos días es que tendremos cobertura periodística amplia, excesiva, críticas, respuestas, marchas, bombas molotov, barricadas, llamados, emplazamientos, y mucha consternación. Pero yo insisto: después de ésto, tiene que haber un cambio. Desde el gobierno hacia el gobierno, desde los ciudadanos hacia los ciudadanos...y por favor, una clase política: de altura, porque en estos momentos: desilusiona.

Fuerza país. Fuerza Chile.

lunes, 22 de agosto de 2011


Chile sigue jugando con fuego. Y lo digo así -sencillamente- porque este miércoles 24 y jueves 25 de agosto, viviremos una doble jornada de paralización total de las actividades productivas, convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores, con el objetivo de protestar contra el gobierno del presidente derechista, Sebastián Piñera, y las actuales políticas.

Esta movilización cuenta con el apoyo de 80 organizaciones políticas, sociales, defensoras de los derechos humanos, y por cierto, a la cual se sumarán también los movimientos estudiantiles. ¿Qué exigirán durante sus marchas? Derogar la actual Constitución que data de 1973, comienzo del régimen militar; reclamar por una reforma tributaria que reduzca la desigualdad, así como establecer un plebiscito como método que resuelva los grandes problemas del país.

Pero la principal bandera de reclamo será la que lleven los estudiantes y profesores chilenos, quienes desde hace tres meses salieron a las calles de Chile para exigir educación pública y gratuita. No cabe duda, que si no hubiese sido por los estudiantes, los sindicatos de trabajadores no habrían llegado a un nivel de convocatoria tan grande.

Tal como lo dije en mis artículos anteriores, me preocupa el ambiente en el país. Me preocupa el grado de hostilidad en que dirigentes tanto estudiantiles, políticos y de gobierno, no logran apaciguar posiciones y llegar a un camino de diálogo y entendimiento. Me preocupa y alerta el nivel de aprovechamiento que importantes partidos de oposición han hecho de estas movilizaciones sociales.

Camino equivocado


Y comienzo mi análisis con la oposición, porque acaban de sumarse a estas paralizaciones del miércoles y jueves, siendo que estuvieron durante más de 20 años en el poder, y también tuvieron la oportunidad de evitar lo que hoy el país vive: desigualdad económica y social al extremo.

Posiciones divididas, intereses políticos (estamos ad portas de nuevas elecciones municipales), desinformación, y carencia de liderazgos humanos, efectivos, conciliatorios, llevan a Chile al borde un abismo muy oscuro.

Mientras el mundo camina por crisis financieras, producto también de un agotamiento del sistema económico neoliberal; mientras países luchan por combatir hambrunas, narcotráfico, terrorismo, sequías… en Chile, nos desperdiciamos la oportunidad de ser un país ejemplo, en el cual su economía crece, al igual que sus ciudadanos en poder adquisitivo, y de manera equilibrada. Donde la educación no es un lujo, sino un orgullo. Donde emprender no significa humillarse o perseverar largos años.

Mientras en Estados Unidos, republicanos y demócratas combaten entre sí para decidir si se endeudan más para poder salir adelante, en Chile caemos y caemos en rivalidades, odiosidades, atrasos, obstáculos, dificultades. Igual. Pelean allá. Pelean acá. Diputados, senadores, presidentes de partidos, dirigentes. Todo es una red. Todo es un sistema constituido por subsistemas de núcleos de pensamientos sin equilibrio: sólo apetito político.

No hay diálogo para llegar acuerdo en educación. No hay diálogo para llegar acuerdo en reformas laborales dignas para trabajadores y justas para los dueños de empresas. Todo se traba. Todo tiene un pero. ¡Qué pasa con la clase política chilena! Y aquí me refiero a los que gobiernan como a los que están en la oposición. Qué pasa con nuestras autoridades que no logran matizar con mente estadista, con capacidad ciudadana, con visión humana, con entusiasmo, a un país donde sus ciudadanos dijeron Basta.

No creo en las declaraciones del máximo dirigente de los trabajadores, Arturo Martínez, quien dijo que con esta huelga general se dará comienzo a un proceso de unidad social para enfrentar política neoliberales oficiales. No creo. No creo en las palabras del presidente del colegio de profesores. Y no creo en ninguna persona que no sea capaz de llegar a un acuerdo escuchando, comprendiendo, aportando y dando espacio y legitimidad a su interlocutor.

Chile juega con fuego. Y bastante peligroso. Y da rabia. Porque un país que tiene enormes riquezas minerales: cobre, oro, gas. Enormes recursos turísticos: desierto, nieve, playa, bosques. Talentos: científicos, deportivos, culturales. Todo se ve difuso. Y no entiendo porqué. Qué sentido tiene no sumar. Si no restar. Qué sentido tiene no creer en nosotros mismos, en el resto. En las ideas. En el talento. En los nuevos y en la experiencia.

Qué sentido tiene aprovecharnos de las circunstancias, como la hacen los políticos hoy. En un contexto internacional preocupante, difícil, urgente…Chile está dando una señal de preocupación hacia la región y América Latina. Estamos ad portas de que surgan nuevos “líderes” pero mucho más radicales. Temerarios. Populistas. Revanchistas. Odiosos.

Chile juega con fuego…esta semana. Y hay que estar alertas.

Hasta la próxima.







lunes, 15 de agosto de 2011

Alexis Sánchez: Jugar a ganar


Su nombre es Alexis Aejandro Sánchez Sánchez. Pero le dicen el “Niño Maravilla”. Pese a que dejó de ser un niño, ya que en diciembre cumple los 23 años de edad. Es el futbolista del momento en Chile. Y también en España, y el resto del mundo fanático del mejor club –a mi modo de ver- el Barcelona.

Sánchez, logró su sueño hacer rato: jugar. Y jugar a lo grande. Del desierto chileno, en Calama, pasando por el Munumental en Buenos Aires (por River Plate), y finalmente recalando en Europa: primero en el Udinese, en Italia, donde terminó de crecer y ahora en el campeón de Europa: Barcelona.

Todos hablan de él. De su destreza, de su simpatía. De su habilidad. De su potencia como jugador. De su humildad. Los niños, acá en Chile, lo adoran como un ídolo. Desde su peinado, hasta su camiseta. Los adultos, ahora contratan los servicios Premium de un canal de televisión digital para poder seguir la Liga española, donde Sánchez podría convertirse en uno de los centrodelanteros más cotizados junto a su compañero de equipo: Lionel Messi.

Qué curioso: ambos que no superan el metro setenta de estatura, pero que son unos gigantes a la hora de gambetear, asistir, ¡cabecear!, enganchar….deleitar.
Le confieso que si ya ver al Barcelona jugar un partido de la Liga o de la Champions era un privilegio. Ahora, con el chileno Sánchez…es un deleite. El ritmo, la velocidad, la maestría, el liderazgo de su entrenador (un brillante ex jugador), el entusiasmo del team, el concepto de trabajo en equipo, y puedo citar más virtudes, hacen del Barcelona, una historia maravillosa para contarle a nuestros hijos.

Alexis Sánchez, es una potencia en dos piernas. Su velocidad. Su simpleza a la hora de jugar. Las ganas. La alegría que le imprime a su juego, lo convierte en un ángel deportivo, difícil de encontrar por estos días en ese mundo deportivo donde los miles de millones de dólares se mezclan con el glamour, con la farándula, con fanatismo…

Por lo anterior, apuesto a través de este artículo que con Alexis (como dice su camiseta con la número 9), y otras grandes estrellas (al momento de terminar este artículo, se incorporaba otro moustruo: Cesc Fabregas, desde el Liverpool), el Barcelona se convierte no sólo en el equipo más caro del mundo, sino también en un modelo de comunicaciones, deportivo, de marketing, de desarrollo…una verdadera ciudad de los sueños, donde sus “vecinos” (los jugadores, el equipo técnico, los hinchas) hacen de cada jugada, un proyecto; de cada gol, un mérito al esfuerzo; de una declaración pre y postpartido, un mensaje…de cada sonrisa y abrazo, una forma de vida.

Bienvenido Alexis, bienvenido a una nueva forma de jugar…y ganar.

Hasta la próxima!


jueves, 11 de agosto de 2011

Nuestra Responsabilidad...de informar


Hola. Hoy escribí un poco más tarde, porque dediqué un poco más de tiempo a reflexionar el tema para la presente jornada. Y tiene que ver con lo comentado hoy durante un seminario sobre la ética periodística y el caso del espionaje telefónico en el diario británico Noticias del Mundo, perteneciente al poderoso multimillonario y dueño de medios, Rupert Murdoch.

Durante este seminario organizado en la ciudad chilena de Concepción, por la Escuela de Periodismo de la Universidad del Desarrollo (UDD), y en la que participaron el editor general del Diario El Sur, Víctor Toloza; el director de prensa de Radio Biobío, Salvador Schwartzman; el abogado Eduardo Andrade, y la distinguida decana de la Facultad de Comunicaciones de la UDD, la periodista Carolina Mardones, quedó en evidencia que este tema de la ética periodística es necesario abordarlo, profundizarlo, reflexionarlo y ponerlo en perspectiva.

La inmediatez, la consolidación de las redes sociales como nuevo paradigma de comunicación, la competencia cada vez más salvaje entre los medios informativos, los hechos que suceden a diario y que marcan tendencia, orientación y corriente de opinión pública, entre otros fenómenos comunicacionales y sociales, sirven de base para que nosotros los que desempeñamos la función periodística, seamos más responsables al momento de ejercer.

Lo sucedido en Londres, con este periódico que finalmente tuvo que cerrar tras 160 años de existencia, lo que ocurre a diario con las salas de prensa, donde reporteros, editores y dueños de medios deben decidir qué es noticia o no, me motivan a plantear lo siguiente: el periodismo a nivel global, debe asumir una nueva posición como espacio de desarrollo y aporte a la sociedad.

Me refiero a jugar un rol más comprometido con la sociedad, con la comunidad, con las personas. Hoy en el seminario se habló del derecho a la información, a la imperiosa necesidad de informar, pero también de respetar el ámbito de la privacidad y de la honra. Pienso que es necesario hablar más de esto. Y con mis alumnos de Ética Periodística de la U del Desarrollo de Concepción, estamos abordando y discutiendo el espíritu que nos debe mover como comunicadores sociales.

En un mundo cambiante, de procesos sociales cada vez más complejos, de economías que están al borde del colapso, de ciudadanos cada vez más empoderados de sus derechos a través de las nuevas tecnologías, de gobiernos que deben asumir nuevos tipos de liderazgo porque la política tradicional está en decaída, el ejercicio del tratamiento de la información, la búsqueda de la supuesta verdad, el trabajo con nuestras fuentes, merecen ser discutidos en espacios abiertos, críticos, con ideas, y con la certeza de buscar una posición al respecto.

Me entusiasmó ver el auditorio repleto de estudiantes interesados en el tema. Me motiva ver que mis alumnos de cuarto año de periodismo, opinan, comentan y coinciden en que el periodismo es una profesión que conlleva responsabilidad, además de pasión y curiosidad.

El juego de poder que vemos hoy a través de la política, la economía, los deportes, la religión, la cultura, entre otras áreas, nos invita a los periodistas y a los futuros profesionales de la comunicación, a prepararnos con una visión ética, con responsabilidad, con el deseo de hacer bien las cosas, de reportear en terreno, de contrastar fuentes, de investigar dentro de lo posible, de innovar y proponer nuevos y mejores temas, de abordar noticias desde aspectos tan humanos y determinantes: salud, educación, cultura, deportes, tecnologías… por sobre la farándula, la truculencia, las especulaciones, el morbo…

A lo largo de esta semana les he hablé de la ciudad de los sueños, donde todos somos ciudadanos responsables, donde todos tenemos un deber. Y ahí, los periodistas, los comunicadores, usted, también tiene un valor especial.

Hasta la próxima!

miércoles, 10 de agosto de 2011

La ciudad de los sueños


Hoy publiqué temprano una noticia positiva. El puente aéreo de la ONU en Somalía para ir en ayuda de los miles de niños que se están muriendo de hambre, luego de cinco años de imposibilidad para poder llegar allí con el cargamento. ¡5 años! ¿Se imagina? Sin duda, una noticia positiva, en un momento en que las noticias negativas copan titulares, portadas, noticieros, programas, incluso hasta nuestro diario dialogo con amigos y familiares.

Se han hecho la pregunta o simplemente han reflexionado sobre las cosas o hechos positivos que nos rodea. Ayer, cuando iba de regreso a mi casa desde el centro de la ciudad de Concepción, a bordo de la locomoción colectiva, me dio gusto escuchar en vivo, a un artista callejero interpretar música folclórica y latinoamericana, con su guitarra. Y luego, con un excelente vocabulario, presentarse y al mismo tiempo exhibir en un lenguaje directo, humano y emprendedor, la obra y grupo que representa (Calaucán, de Penco, ciudad vecina a Concepción).

La verdad, me dio gusto. Y al mismo tiempo, pensaba: qué falta le hace a nuestro país mirar hacia nuestras raíces, escuchar nuestra música y la de otros latinoamericanos. Y en momentos tan difíciles como el que vivimos hoy en Chile, por ejemplo, con la crisis de la educación y las movilizaciones sociales.

En una jornada (la de ayer martes) en que vándalos quemaban vehículos y destruían casas y calles, este joven chileno, bien vestido, con un lenguaje simple, una voz armoniosa, no sólo interpretaba música, sino que emprendía su propio negocio de venderla en formato cd por un precio justo: mil pesos chilenos (2 dólares y 90 centavos aprox).

Valoraba su gesto. Su trabajo. Su esfuerzo. Y también la del conductor del bus que le permitió subir a presentar esta gran obra y actividad.

Mientras en Santiago y casi todo el país, las imágenes eran de delincuencia y destrucción, en un bus público, un joven anónimo, con ideas, con esfuerzo, con decisión, con ganas, nos deleitaba con arte, con música, de nuestro país, de otros artistas latinoamericanos, que buscan mantener vivas nuestras raíces.

Mi propuesta

La ciudad de los sueños, es un título que me identifica para este artículo. Necesitamos más ciudadanos como este chico y su música folclórica. Necesitamos más articuladores, más educadores, más gente comprometida con nuestras familias, nuestras ciudades, nuestras regiones.

La ciudad de los sueños, estimados lectores, es una idea que me gusta. Me atrae. Donde no hay abusadores ni tramposos. Donde existe armonía entre la idea, el desarrollo y el apoyo. Donde usted, yo, y todos nosotros tenemos espacio para decir, hacer y seguir emprendiendo. Nuestros jóvenes hoy optan por salir a las calles y decir lo que sienten. En una ciudad, donde sus sueños necesitan ser escuchados y contemplados. El problema está en cómo estas ciudades protegen esos sueños.

Miro hacia Estados Unidos, hacia América Latina, hacia Europa y otras regiones del mundo, y pienso: más ética ciudadana, como diría mi amigo y socio: Francisco Vidal. Las redes sociales están haciendo de nuestras vidas, de nuestras comunidades un campo mucho más abierto y democrático. Mucho más incisivo. Mucho más…peligroso también.
Vean el caso de Londres hoy.

La ciudad de los sueños, puede ser el inicio de una idea, de un proyecto, de un logro, hasta de una simple reflexión. Crecer a paso firme. Mantener es Cuidar. Cuidar es querer. Reputación urbana. Cómo nos unimos -todos- en la idea un proyecto personal-ciudadano-país para que nuestros sueños se cumplan.

La ciudad de los sueños es de los papás que amamos y educamos a nuestros hijos, del maestro, del constructor, del zapatero, del economista que no especula, del arquitecto que edifica de manera sólida y armónica, del policía que nos cuida de verdad, de la autoridad que lidera de verdad también, del empresario que no humilla, roba y tampoco ostenta, sino que cree en sus trabajadores, y emprende de manera sólida, innovadora….

La ciudad de los sueños es de todos nosotros…
¿Se suman?

Seguiré hablando de esto.

Hasta la próxima.



martes, 9 de agosto de 2011

El Mundo en Llamas y las Redes Sociales


Quiero dedicar estas primeras líneas de mi artículo de este martes en memoria de todas aquellas personas que en Chile han optado por quitarse la vida, como último método para darle luz a una obscuridad sin final. Depresión, como contexto. Preocupante es recordar que en Chile el 30% de la población padece de este tipo de trastorno. Es decir: 1 de cada 3 personas. Urgente hablar sobre esto. En familia y amigos. Pero de este tema hablaremos pronto.

Hoy quiero referirme a lo que publiqué temprano en mi facebook, haciendo referencia al clima de tensión que se vive en Santiago de Chile y otras regiones del país, como resultado del movimiento estudiantil que cada da vez se radicaliza aún más. Las clases ya están prácticamente perdidas. Y numerosas Universidades deberán alargar sus actividades hasta entrado el año 2012.

¿Y la verdadera discusión? ¿Y el debate? Se ve lejos aún. Las propuestas, de ambas partes, no tienen luz verde. Esto parece ya una novela. Y del peor suspenso.
Mientras esto sucede, gran parte del globo donde vivimos se sumerge en una ola de ansiedad, expectativas, debates y temor por la caída (libre) de la economía estadounidense.

La razón: por el tope de la deuda y la reciente calificación crediticia otorgada a USA, país que está al borde de la recesión. Este lunes, el Down Jones experimentó la sexta peor pérdida en los últimos 112 años y la peor caída desde diciembre de 2008. Un 5.5%. Para los que no lo saben, el Down Jones es el índice bursátil que agrupa a las 30 empresas más grandes norteamericanas. Y zona accionaria, donde nuestros fondos de pensiones también tiemblan hoy.

El mayor peligro de una recesión en Estados Unidos tiene una palabra: desempleo. Y una recesión también afectaría a nuestra economía latinoamericana. La pregunta clave es: ¿Estamos preparados? Tanto a nivel macro como micro. En lo personal, me preocupa el sobreendeudamiento en que nos encontramos todos los chilenos, la escasa capacidad de ahorro y lo peor: la desinformación.

Claves


Por eso, estimados lectores, los invito a informarse. A estar atentos. En alerta, en saber qué hacer con nuestros recursos. A cuidarlos. A ahorrar, desde el consumo de los servicios básicos (agua, luz y gas), hasta cómo nos alimentamos. Dónde compramos. Qué damos de baja, qué reciclamos y en qué invertimos. A trabajar de manera eficiente. A cuidar el trabajo. A cómo hacemos de nuestra labor un aporte a la empresa. ¡A innovar! Porque es sabido que en momentos de dificultades y crisis es cuando mejoramos, superamos y crecemos.

Por eso, vuelvo a reiterar, opino que en el caso de Chile, ya es hora de avanzar en una agenda de temas, actividades y decisiones proactivas. Sólidas. ¡De país! Entre ellas, nuestro pan de cada día: la educación. La base de todo desarrollo junto a la salud, la cultura y los valores como sociedad.

A fondo

Quisiera comentar la importante que tenemos como ciudadanos en este sentido. No sólo el hecho de estar bien informados. Y tener una posición clave al respecto. Sino también al momento de decir basta, enfrentar lo que consideramos desigual o sencillamente no lo queremos. Me refiero a los movimientos sociales que cada vez más se transforman en una especie de muro o nuevo pilar de la sociedad moderna y competitiva.

Un botón: lo que está sucediendo en Inglaterra y que comenzó con un hecho que bien pudo haberse quedado sólo en la página de sucesos de un matutino londinense, y que hoy –sin embargo- es portada en medios de todo el mundo y ha obligado al gobierno británico a movilizar a casi toda la policía británica y de inteligencia y llamar a sus ciudadanos a despejar las calles para enfrentar barricadas, bombas molotov y motines.

Las redes sociales (twitter y blackberry Messenger) se han convertido en herramientas clave para que miles de londinenses se coordinaran de manera oportuna, decidida y motivada, y finalmente salieran a las calles a protestar por lo que consideran uso de la violencia excesiva en la detención de un ciudadano durante un operativo policial.

Se comenta en este minuto que las redes sociales en este caso, han sido vitales para que la crisis se convirtiera en una bola de nieve y arrastre un desastre social de proporciones si el gobierno del primer ministro británico, David Cameron, no lograr estabilizar la situación. Un detalle: el diario londinense The Independent despidió a uno de sus bloggers, Jody McIntyre, quien llamó a sus 9 mil seguidores en Twitter a que esparcieran las manifestaciones en la capital.

En Chile, y claro en el resto del planeta donde el uso de las tecnologías crece como la levadura del pan y el costo de la vida, los movimientos ciudadanos son claves. Hay una nueva forma de comunicar. Hay un mensaje que no se ha entendido. Y me atrevería a decir algo: a un diálogo más oportuno, directo, anticipado, contundente. El mensaje que quiere la ciudadanía no es política dura ni populismo barato: ¡quiere respuestas!

La gente se ha dado cuenta, estimados lectores, que tienen un gran poder. Incluso que puede llegar a ser más importante que el de los propios medios de comunicación social. Un mensaje de 140 caracteres puede ser más incisivo y motivador que un discurso presidencial tanto de izquierda como de derecha.

Al momento de terminar este artículo, observo con preocupación lo que sucede en África, con el desastre humanitario en Somalia, Kenia y Etiopía, donde 29 mil niños menores de 5 años de edad y hermosos, han muerto de hambre y sed. Ayer lunes debía realizarse una Cumbre de Países Africanos para analizar y buscar una solución, pero por razones de “agenda” debió postergarse para el 25 de agosto. Un sacerdote español comentaba hoy en Madrid que es vergonzoso dar 3 mil millones de dólares a un banco local (para salvarse de la bancarrota) y no dar sólo el 25% para superar el desastre en África, donde si usted abraza a uno de estos niños, se va entre los brazos, por su delgadez.

¿Dónde están los movimientos ciudadanos globales…verdaderamente sociales? Yo creo que sí existen…

Hasta la próxima.

lunes, 8 de agosto de 2011

(Ardiente) Paciencia Ciudadana


Un gran saludo desde el sur de Chile para todos ustedes. Esperando que hayan tenido un excelente fin de semana.

No comienza bien este lunes, acá en Chile. El movimiento estudiantil (escolar y universitario), ha reiterado su rechazo a las propuestas de reformas a la educación en el país, y el ultimátum dado al gobierno centroderechista, de Sebastián Piñera, también sigue en pié. Estamos a horas de una nueva paralización programada para mañana martes a la cual se suman los profesores y también otras organizaciones, esta vez a los trabajadores de la industria del cobre.

La marcha por la principal arteria de la capital, no ha sido autorizada aún, por lo que se prevé –nuevamente- un escenario de violencia, enfrentamiento estudiantes-policía de carabineros, y por cierto, las manifestaciones de rechazo de ambos lados de este conflicto.

El ministro de Educación chileno, Felipe Bulnes, insistió en que el gobierno está dispuesto a dialogar, pero no en un clima beligerante. Los estudiantes insisten que quieren educación gratuita y mejoramiento de la calidad de la educación, además de transparentar el concepto del lucro de las universidades privadas.

La dirigencia de los profesores (liderada por el comunista Jaime Gajardo) globaliza –por su parte- el conflicto haciendo un llamado a organizaciones educacionales y sociales latinoamericanas a adherirse a este movimiento que tiene hasta la coronilla a muchísimos chilenos, incluido quien escribe.

Camino


Vuelvo a insistir, Chile no puede seguir en este camino de dificultades. Los jóvenes deben entender que estamos en un país donde para construir hay que ordenar, planificar, desarrollar y considerar. Creer.

Me preocupa también la persistente politización de una crisis en la que para dialogar hay que sentarse, analizar, comprender, comparar, proyectar. Y esta politización tiene responsables tanto a nivel de partidos (de izquierda y derecha), como de organizaciones que son claves: Colegio de Profesores y Federaciones estudiantiles.

Los ciudadanos chilenos no quieren más bombas lacrimógenas ni daños a la vía pública. Los ciudadanos chilenos no quieren más imágenes en la televisión donde niños luchan cual David frente a la policía y corren de un lugar para otro, en señal de desafío, rabia y más violencia. Y el gobierno, por su parte, llamando a la cordura, a la sensatez, pero también insistiendo en que no se puede caer en un clima de anarquía o ingobernabilidad como señaló el ex presidente chileno, Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Le hace mal país, declaraciones como las entregadas por el ex presidente Frei. Le hace más mal a Chile declaraciones del presidente y senador del oficialista partido de derecha, Renovación Nacional, Carlos Larraín: “manga de inútiles subversivos” a los estudiantes movilizados.

¿Se dan cuenta estimados lectores del clima que existe hoy en Chile? Cuando este lunes deberíamos estar hablando de propuestas, estrategias, mirada país, de cómo crecer igualitariamente en un contexto económico incierto, donde Europa sigue casi estado de coma, y la economía estadounidense lucha por no caer más de lo que ha caído…no cree usted que en Chile deberíamos aprovechar nuestras fortalezas como economía emergente, dotada de recursos pesqueros enormes y diversos, donde la innovación y la tecnologías debería ser parte de todo proyecto económico, social, cultural, educacional?

América Latina tiene la oportunidad de brillar y apuntar con sus recursos naturales y humanos hacia un presente y futuro mejor. Dar señales de que con orden, con disciplina, seguridad, visión, se puede avanzar hacia un estado-bienestar próspero.

Pero nuestros chilenos están como dicen acá: “en otra”. La ardiente paciencia de nuestros ciudadanos, como escribiría el chileno Antonio Skarmeta en su libro “Ardiente Paciencia”, está al borde de un límite. ¿Hasta dónde somos capaces de tolerar, de entender, de actuar? ¿Hasta dónde somos capaces de ceder y también aceptar?

Ser ciudadano, hoy en Chile, tiene un papel y responsabilidad fundamental. Y estoy seguro, que por la cabeza del presidente y muchas autoridades, también piensan lo mismo. Ciudadanía, ser personas, aportar. Crecer. Creer en nosotros, el resto y en nuestro país.

Hasta la próxima. Y que tengan una excelente semana.

viernes, 5 de agosto de 2011

Proyecto Chile: Hay que creer (con respeto y confianza)


Hace dos semanas cuando reanudé la publicación de mis artículos en este blog personal, lo hice con un título: Hay que Creer. Y hoy viernes, quiero volver a repetirlo: Hay que creer. Pero además agregar otros dos conceptos: Confianza y Respeto.

Lo vivido ayer en Santiago y otras regiones de Chile, fue un escenario grosero, triste, violento y que nos aleja de un presente y futuro mejor. El nivel de odiosidad que cada día aumenta en nuestro país, el aumento de la desconfianza, de la inseguridad (incluso de nosotros mismos), la rabia, entre otros fenómenos, nos convierte en una sociedad triste, amarga y donde no se puede vivir con alegría y optimismo.

Las movilizaciones estudiantiles, tanto secundarios como universitarios, tienen un legítimo derecho: decir lo que piensan, manifestar sus preocupaciones y buscar una respuesta. Perfecto. Lamentablemente, estos chicos están cayendo en lo que no deberían haber caído: la violencia, la manipulación y la intransigencia. Eso se llama, falta de respeto. No sólo hacia la autoridad sino que hacia ellos mismos, hacia el país, hacia el futuro.

Lo que hizo el gobierno ayer, era necesario. Proteger y dar una señal de orden y respeto. 870 jóvenes y adultos detenidos por protestar de manera ilegal, y 90 policías de carabineros heridos, además de una estudiante que resultó atropellada por un vehículo particular.

¿Una pregunta? Si sus hijos comienzan a pelear y a gritarle groserías, a lanzar platos, sillas y dar vueltas los sillones de su casa, sencillamente porque no están de acuerdo con sus ideas como padres o apoderados…usted ¿qué hace?

Alcancé a ver el rostro de un carabinero perdiendo el control, producto de la violencia del momento. Yo creo que jamás imaginó ver a niños convertirse en cuasi soldados e intentando escaramuzas para replegarse y volver a contraatacar para llegar un sitio símbolo de las protestas en Chile: Plaza Italia. Como si fuera un campo de batalla.

Observé también los rostros de un matrimonio brasileño, que estaban de turismo en Santiago, y resulta que en vez de disfrutar un día maravilloso y en una ciudad atractiva, también eran objetivo de la violencia en las famosas “calles sitiadas” de la capital chilena. Seguramente, se preguntaron si era Beirut o Líbano. Terrible señal de nuestro país hacia nuestros vecinos, hacia el mundo. Para qué decir cómo nos leían hoy a través de la prensa extranjera e imágenes de cadenas internacionales.

¡Nuestro futuro!

Sin duda, la educación se ha convertido hoy en el gran tema de Chile. Pero por favor, el país es más que eso. Es su gente. Los ciudadanos. La vida. El desarrollo. Crecer. Y junto con ello, no sólo la educación, sino también la cultura, la salud, los deportes, la economía de nuestros hogares y la seguridad personal y laboral que todos anhelamos. Y necesitamos.

Percibo una odiosidad tan grande hacia nuestras actuales autoridades. Y para ser más concreto: hacia el propio presidente de la República, quien democráticamente fue elegido por los chilenos para dirigir y liderar nuestro desarrollo. Veo una oposición política callada, interesadamente ausente, criticada por las encuestas ciudadanas también, que por el bien del país y de los ciudadanos que los eligieron, podrían sumarse a un proyecto país, donde exista: diálogo (y no dejar plantado al presidente en una reunión), ideas, cohesión y soluciones.

Me refiero un proyecto país donde los ciudadanos y sus autoridades se respetan mutuamente. Y donde el liderazgo no sólo de los gobernantes sino de las propias personas, se une para salir adelante.

Creo en el liderazgo de los jóvenes, pero también siento que han perdido el rumbo en torno a cómo plantear las cosas más allá de una movilización. Siento que se ha perdido el respeto, la confianza.

El gobierno debe reconocer que ha cometido errores también de administración, especialmente en la designación de las personas idóneas para dirigir respectivas unidades de trabajo. El gobierno debe reconocer que se ha equivocado en no anticiparse oportunamente a los problemas. Y no hay nada de malo en ello. Reconocer errores es de grandes. Y corregirlos más aún, nos hace mejores. Entonces, ¿qué esperamos?

Confiemos una vez por todas en nuestras autoridades. Durante 20 años, existió en Chile una coalición a la cual se le apoyó y se le creyó: por algo fue elegida en 4 oportunidades. Y en 20 años también hubo problemas como los actuales. Entonces, porqué no darle la oportunidad a otro grupo de personas que si llegaron al mismo lugar que otros ocuparon, también merecen el respeto y la confianza.

Mi sugerencia al gobierno es buscar un diálogo inteligente y evitar soberbias. Mi sugerencia es llamar y convocar de manera urgente a interlocutores válidos, legítimos, educados, con mirada global, con espíritu ciudadano. ¡Y comunicar! Por Dios que hace falta comunicar bien y oportunamente. No creo que en este país no existan logros y buenas noticias que contarle a los propios chilenos y al mundo.
Hay que creer…respetar y confiar.

Hasta la próxima!

jueves, 4 de agosto de 2011

CONFLICTOS ESTUDIANTILES ¿La voz de los jóvenes chilenos o sólo rabia y manipulación?


Chile vive un día complicado este jueves 4 de agosto. Cientos de estudiantes secundarios y universitarios se han tomado las principales calles y avenidas de la capital (Santiago) y otras regiones del país, con el objetivo de manifestar –nuevamente- su rechazo al plan de medidas anunciadas por el gobierno del presidente derechista Piñera, en torno al mejoramiento de la calidad de la educación.

Y la verdad, es bastante complejo y delicado el escenario o ambiente que se está viviendo en el país, con motivo de este “enfrentamiento” o clima beligerante que ha tomado la relación Gobierno-Estudiantes.

Para decirlo en términos simples: los estudiantes chilenos no quieren nada con las actuales autoridades o no aceptan: ni las medidas propuestas así como la posición o actitud que plantea la autoridad respectiva. Originando un conflicto por sobre una discusión seria, responsable, desatada de presiones políticas y generando un imagen de un país donde lo que pisamos es mentira (Chile en camino hacia el desarrollo, como miembro de la OCDE).

Mi opinión como comunicador social es que todo clima hostil se convierte en una barrera infranqueable para lograr una conversación hacia una comprensión o entendimiento. Todos opinan. Todos quieren participar. En el caso de las demandas estudiantiles, opino que importantes dirigentes políticos se han aprovechado para “colarse”, y convertirse en cual Pepe Grillo que timonea las reflexiones de los líderes estudiantiles. En el caso del gobierno, sucede que han sido incapaces de anticiparse, y controlar política y comunicacionalmente el problema.

Problemas


Lo que debió haber sido una discusión abierta, inclusiva, propositiva, ¡comprometida!, se convirtió en una pesadilla, más para el gobierno que para los actores sociales. No entiendo porqué el actual gobierno no aprovechó los logros cometidos con la recuperación de las clases y escuelas tras el terremoto del año pasado, como una señal de actitud y aptitud de avanzar. No entiendo porqué comunicacionalmente no se ha mostrado casos positivos de logros en escuelas públicas, de esfuerzos docentes que vale la pena destacar.

No entiendo porqué no se ha apostado por campañas publicitarias propositivas, realización de seminarios ciudadanos donde se aborden medidas, acciones o donde se dialogue abiertamente. Eso quiere la gente. Conversar. Que la escuchen. Que la tomen en cuenta. Y eso no lo leyó el gobierno.

Y para qué decir de la oposición que prefiere cuál avestruz esconder la cabeza, y no sumarse a un proyecto país con miras a mejorar, crecer, incluir, sino esperar…mientras el que conduce…choque…y luego asumir el poder.

Sé que la realidad de la educación secundaria y superior en Chile no es de un país desarrollado. Es desigual. Cara (una de las más altas del mundo) y donde los profesores (no todos, por favor) han caído en una espiral de dificultades: calidad, remuneración sobre horas de trabajo, necesidad de trabajar en hasta 4 centros educacionales para hacerse de un sueldo digno. Y si nos vamos a la educación superior, aunque no lo quieran reconocer, los entes privados han logrado equiparar e incluso superar en calidad a universidades tradicionales. El problema, es que para obtener calidad hay que pagar más

Dolor al bolsillo


En cifras, una carrera tradicional en Chile oscila desde los 3 millones de pesos al año (US $6.600 dólares), hasta caso 6 millones 500 mil pesos (US$ 14 mil dólares). Qué bolsillo de clase media hacia abajo resiste dicho monto, en un escenario donde la gran mayoría de los chilenos está sobreendeudado. Pero es la realidad. Y es la que ha llevado a que los jóvenes miren su futuro con preocupación.

Si la educación es un lucro o no en Chile no es el tema. Hay que ir al fondo de esto. Y no lo digo yo. Lo dicen los que sí son expertos y lo reconoce hasta el mismísimo presidente Piñera: Chile es un país con una distribución del ingreso mayúsculo. Tenemos tasas de interés (la máxima convencional) que son “usureras” según lo dicho por el primer mandatario chileno en reunión con empresarios.

Y si nos vamos a las aulas, especialmente en liceos municipales o estatales, vemos paredes sucias, pisos helados, sillas incómodas, pizarrones a tiza y borrador….pero lo que es peor: profesores aproblemados. Y jóvenes en conflicto.

Para obtener una educación medianamente digna tienes que pagar. Y los chicos creen que no. Que debería ser gratuita. Yo creo en la coexistencia de ambos sistemas: gratuito y público. Creo un sistema de educación donde nadie se quede sin estudiar lo que su vocación le dice. Creo en un sistema de profesores no se convierten docentes taxis que van de un lugar a otro para hacerse de un sueldo digno.

Creer


Creo en una educación de calidad, moderna, donde todos los alumnos van a clases a comprender además de estudiar. Van a leer, a escribir, a aprender el concepto de trabajo en equipo, a mantener sus espíritus creativos, capacidad de asombro. Y donde todos los sectores de nuestros país: comenzando por nosotros los papás, y pasando por el ente privado, público, ong, fundaciones…nos comprometemos a hacer de nuestros hijos excelentes estudiantes.

Hoy me llevé una grata sorpresa con mis alumnos de Ética Periodística, cuando comentábamos sobre el conflicto estudiantil chileno. Y me decían que la verdadera transformación de nuestra educación comienza en la cuna, en la familia, y de ahí al entorno. Y tienen razón. Un país donde la familia está en crisis, y más encima luego su comunidad se convierte en un ambiente de acciones negativas (droga, alcohol, corrupción), conlleva a un estado más crítico.

Me gustaría que de este conflicto que se vive este jueves en Chile se pase urgente a un ambiente de verdadera discusión. Un debate inteligente. Humano. Bien asesorado. Y algo que considero clave: sin manipulación política de ambas partes. Un debate de altura.

Hasta la próxima.

martes, 2 de agosto de 2011

EE.UU., Chile y...Lego (una mirada global)


Qué tal, un gran saludo en este helado día martes desde el sur de Chile. El mundo –y todos nosotros, por ende- gira cada vez más rápido. Los acontecimientos más. Y todo se hace o convierte en global. Vea usted lo que sucede en Estados Unidos, donde gobierno y parlamentarios hacen lo imposible –políticamente- por darle una salida al famoso “default”, que en castellano significa: no tienen liquidez (plata en efectivo) para pagar sus compromisos financieros. Paso previo a la quiebra.

Yo me pregunto, porqué se llegó a esa situación en el país más grande y poderoso del mundo. Donde todos iban por el famoso “sueño americano”. Donde todos querían ganar.
Hoy escuchaba a ciudadanos hispanos en Los Angeles y Nueva York, decir que no podían creer que EE.UU, el gigante estuviera -nuevamente- ad portas de una crisis de este tipo. Y su mayor temor: desempleo e incluso creen en una escalada de la delincuencia.

El famoso sobreendeudamiento estadounidense. Entre las causas, muy simple: guerras que no sirvieron para nada. Y no le ganaron a nadie. ¿Quiere saber cuál es el presupuesto que se destina a defensa? Fíjese que sólo en la búsqueda de Osama Bin Laden, desde el 2001 hasta su captura y muerte en 2011, el gasto militar aumentó desde 305 mil millones de dólares hasta 693 mil millones de dólares. Un 127%. Un 43% más del total mundial. 6 veces más que China, 12 veces más que Rusia y 98 veces más que Irán.

El terrible gigante

Porqué decidí escribir este martes sobre lo que está pasando en Estados Unidos. Porque de todas maneras, aunque nuestros expertos y gobierno en Chile enfaticen que nuestra economía es sólida y puede hacer frente a un crisis mayúscula desde el norte, nuestros fondos destinados a la jubilación (AFP), especialmente los que cotizamos en fondos más riesgosos (A y B), no están exentos de verse perjudicados. La economía global.

Y para qué decir de nuestros exportadores y todos los trabajadores que sostienen un rubro que podría ser una potencia, pero que lamentablemente Chile lo ha desperdiciado. Me refiero a nuestros agricultores, vitivinícolas, pesqueros, la pequeña y mediana empresa que innova con productos naturales… y que con el dólar en baja o caída libre, sufren los embates de una divisa sin valor.

No es mi idea profundizar en el análisis financiero. Voy -más bien- al sentido humano de todo esto. Al valor de la comunicación. A la educación. A cómo digerir o interpretar todos estos acontecimientos y seguir las señales.

Estados Unidos con su problema de los topes de deuda y la –por cierto- incertidumbre de sus habitantes y el resto del planeta. Europa y el temor que se vive también por los chubascos financieros de las economías de Grecia, Irlanda, Austria, en general la zona del euro. África y el desastre alimentario. La sequía. La violencia (delincuencia, narcotráfico, corrupción, etc) al interior de las ciudades en América Latina… dibujan un mapa de nuestro mundo, donde todo corre rápido frente a nuestros ojos.

Y frente a lo anterior, me pregunto: qué sentido le damos a ello. Qué aprendemos. Cómo miramos hacia adelante y qué meta nos trazamos como sociedad.

¿Y nosotros?


Acá en Chile, la discusión (si es que se le puede llamar así) está centrada hoy en la educación. Los estudiantes salieron a las calles a protestar, y lograron algo que ni siquiera los políticos tanto conservadores como liberales han sido capaces: movilizar, instalar agenda, y presionar. Hoy, el presidente derechista chileno, Sebastián Piñera, se ha visto impactado por las manifestaciones de los estudiantes, obligándolo a realizar cambios de ministros, cambios de proyectos, y experimentar tasas de desaprobación a su mandato terribles para un líder gobernante.

Cómo entender esto también, si Chile ostenta una economía estable. Con un flujo de dinero inmenso producto de los ingresos millonarios de su principal exportación: el cobre. Mi respuesta inmediata es la pésima distribución del ingreso (una de las peores del planeta) y los altos impuestos, especialmente a los combustibles (sí también uno de los más altos de América Latina).

Y para no extenderme más por hoy, sólo decir que como periodista y comunicador me interesa instalar estos temas. Lo que vivimos en Chile es global. Lo que se vive en el resto mundo también nos afecta. Y eso lo debemos comprender.

Me encantaría que el debate, la conversación, los diálogos…¡las tertulias! tuvieran como tema del día (o topic trend, como se dice ahora en jerga twitera) : cómo mejoramos la educación, cómo somos una mejor familia, cómo cuido mi bolsillo (aquí recomiendo el blog de mi amigo español Nacho García Mostazo: www.yotengounplan.com), cómo innovamos, cómo somos más solidarios, qué lección aprendemos del resto, cómo cuidamos lo que tenemos, que inventamos...

Por eso me encanta ver jugar a los niños con los Lego: porque allí son únicos. Allí crece la imaginación. Allí no hay crisis. Son ellos.

Hasta la próxima.

lunes, 1 de agosto de 2011

Urgente: los niños de Somalia también quieren una “Cajita Feliz”


Sentimientos encontrados. Este fin de semana llevamos a nuestros dos pequeños hijos a almorzar a la “tierra de ilusiones y felicidad”. Sí me refiero a la conocida multinacional Mc Donalds. Los chicos, felices. Yo también por un lado, debo reconocerlo. Porque ellos, son felices. Sobre todo, con el “gancho” que los atrae a todos: la famosa cajita feliz. Que al final, de feliz dura poco, porque se va al basurero, tras consumirse. Y se quedan con unos juguetes, pequeñitos que no durarán mucho tampoco, porque los chicos prefieren quedarse con sus juguetes preferidos. En el caso de mis críos, con sus peluches de la infancia.

Mientras comíamos, miraba alrededor y observábamos junto a mi esposa, la presencia de varios niños en clara señal de obesidad. Especialmente una niña que no debe haber tenido más de 8 años, y representaba el doble, precisamente por su estado gordura. Junto a una pizza....doble queso. Sin duda, un crimen para esa niña llevarla a tal sitio de “comidas”. Mientras otros, comían completos (hotdogs), y un menú de grasa y chatarra por doquier.

Sin duda, que tenemos el libre albedrío de decidir si los llevamos o no. Pero lo que he visto este último tiempo en Chile, es alarmante. Los peores hábitos de alimentación, y más encima, niños que crecen en torno a una comida que los llevará en tiempo más al médico, al psicólogo, al facebook de sus compañeros burlándose de ellos…en fin. Y quizás...al suicidio.

Miren las cifras: un 20% de los niños chilenos antes de los 6 años de edad, son obsesos. ¡No gorditos! Obesos! Es decir uno de cada 5 niños. La cifra más alta de América Latina.

Cajita Feliz para ellos también


Pero no es mi objetivo en este nuevo artículo el tema chileno. Sino algo más grave: la crisis alimentaria en Somalia y un vasto sector de África. Allí, en Somalia, el tema es “simple”: 30% de los niños se MUEREN DE HANMBRE, porque ni sus autoridades ni nadie ha podido solucionar el tema de la sequía, la violencia, la corrupción, la mala distribución de la ayuda, si es que existe ayuda.

Las Naciones Unidas reclamó hace poco 1.400 millones de dólares adicionales a la cantidad inicial. Un llamado que eleva a 2.400 millones la suma reclamada. Sin embargo, las agencias del organismo internacional y sus socios sólo han recibido hasta el momento 1.000 millones de los donantes. Según las Naciones Unidas, los compromisos financieros ya no son suficientes.

Mi reflexión: qué pasa con ese dinero, pese a lo ínfimo que resulta para las autoridades y los propios niños. ¿Qué pasa con la urgente acción?

Kenia, país vecino que acoge a miles de refugiados sin disponer de la infraestructura necesaria para ello, fue el primero en instar a la ONU una reunión para tratar la crisis humanitaria no solo en Somalia sino en todo el Cuerno de África e intentar encontrar una solución.

Me pregunto: qué pasa con nuestros líderes políticos, económicos, culturales, deportivos, que frente a esta cruel, triste y horrible pesadilla en Somalia y sus rincones, no dedican parte de su agenda a simplemente: ayudar. Me gustaría ver a los jóvenes chilenos que luchan por sus ideales de educación...también poner sus anhelos en la globalización y ver al vecino.

En Chile, vi la nota a través de un canal de noticia, que terminó con un llamado a los televidentes a depositar en una cuenta abierta en un banco para ir en ayuda. Y nada más. Qué nos pasa a nosotros, los ciudadanos, los estudiantes, los empresarios, los religiosos, ¡las autoridades! Que no reaccionamos frente a esa imagen negra de debilidad, dolor, impotencia....frente a esos rostros que nos dicen: aquí estoy, y no sé qué hacer.

Qué darían esos hermosos niños somalíes por una Cajita Feliz. Esa sí que sería una Cajita feliz.Una sonrisa, por un alimento. Eso nos gritan con su silencio. Por una esperanza de vivir mejor. De sobrevivir!

Por cierto, este 9 de agosto la Unión Africana realizará en Addis Abeba una cumbre de donantes para buscar soluciones a la gravísima crisis humanitaria de Somalia. No perdamos de vista este tipo de hechos.