lunes, 8 de agosto de 2011

(Ardiente) Paciencia Ciudadana


Un gran saludo desde el sur de Chile para todos ustedes. Esperando que hayan tenido un excelente fin de semana.

No comienza bien este lunes, acá en Chile. El movimiento estudiantil (escolar y universitario), ha reiterado su rechazo a las propuestas de reformas a la educación en el país, y el ultimátum dado al gobierno centroderechista, de Sebastián Piñera, también sigue en pié. Estamos a horas de una nueva paralización programada para mañana martes a la cual se suman los profesores y también otras organizaciones, esta vez a los trabajadores de la industria del cobre.

La marcha por la principal arteria de la capital, no ha sido autorizada aún, por lo que se prevé –nuevamente- un escenario de violencia, enfrentamiento estudiantes-policía de carabineros, y por cierto, las manifestaciones de rechazo de ambos lados de este conflicto.

El ministro de Educación chileno, Felipe Bulnes, insistió en que el gobierno está dispuesto a dialogar, pero no en un clima beligerante. Los estudiantes insisten que quieren educación gratuita y mejoramiento de la calidad de la educación, además de transparentar el concepto del lucro de las universidades privadas.

La dirigencia de los profesores (liderada por el comunista Jaime Gajardo) globaliza –por su parte- el conflicto haciendo un llamado a organizaciones educacionales y sociales latinoamericanas a adherirse a este movimiento que tiene hasta la coronilla a muchísimos chilenos, incluido quien escribe.

Camino


Vuelvo a insistir, Chile no puede seguir en este camino de dificultades. Los jóvenes deben entender que estamos en un país donde para construir hay que ordenar, planificar, desarrollar y considerar. Creer.

Me preocupa también la persistente politización de una crisis en la que para dialogar hay que sentarse, analizar, comprender, comparar, proyectar. Y esta politización tiene responsables tanto a nivel de partidos (de izquierda y derecha), como de organizaciones que son claves: Colegio de Profesores y Federaciones estudiantiles.

Los ciudadanos chilenos no quieren más bombas lacrimógenas ni daños a la vía pública. Los ciudadanos chilenos no quieren más imágenes en la televisión donde niños luchan cual David frente a la policía y corren de un lugar para otro, en señal de desafío, rabia y más violencia. Y el gobierno, por su parte, llamando a la cordura, a la sensatez, pero también insistiendo en que no se puede caer en un clima de anarquía o ingobernabilidad como señaló el ex presidente chileno, Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Le hace mal país, declaraciones como las entregadas por el ex presidente Frei. Le hace más mal a Chile declaraciones del presidente y senador del oficialista partido de derecha, Renovación Nacional, Carlos Larraín: “manga de inútiles subversivos” a los estudiantes movilizados.

¿Se dan cuenta estimados lectores del clima que existe hoy en Chile? Cuando este lunes deberíamos estar hablando de propuestas, estrategias, mirada país, de cómo crecer igualitariamente en un contexto económico incierto, donde Europa sigue casi estado de coma, y la economía estadounidense lucha por no caer más de lo que ha caído…no cree usted que en Chile deberíamos aprovechar nuestras fortalezas como economía emergente, dotada de recursos pesqueros enormes y diversos, donde la innovación y la tecnologías debería ser parte de todo proyecto económico, social, cultural, educacional?

América Latina tiene la oportunidad de brillar y apuntar con sus recursos naturales y humanos hacia un presente y futuro mejor. Dar señales de que con orden, con disciplina, seguridad, visión, se puede avanzar hacia un estado-bienestar próspero.

Pero nuestros chilenos están como dicen acá: “en otra”. La ardiente paciencia de nuestros ciudadanos, como escribiría el chileno Antonio Skarmeta en su libro “Ardiente Paciencia”, está al borde de un límite. ¿Hasta dónde somos capaces de tolerar, de entender, de actuar? ¿Hasta dónde somos capaces de ceder y también aceptar?

Ser ciudadano, hoy en Chile, tiene un papel y responsabilidad fundamental. Y estoy seguro, que por la cabeza del presidente y muchas autoridades, también piensan lo mismo. Ciudadanía, ser personas, aportar. Crecer. Creer en nosotros, el resto y en nuestro país.

Hasta la próxima. Y que tengan una excelente semana.

2 comentarios:

David Salas dijo...

Concuerdo en que muchos no quieren lacrimógenas ni desórdenes en la vía pública...

Estoy convencido de que a estas alturas, la descalificación se traduce en retroceso, en letargo a una posible solución.

Pero no comparto el hecho de que "muchos chilenos estén hasta la coronilla con el movimiento", ya que sabiendo que nuestra sociedad aveces habla mediante encuestas (y hace muy poco fue categórica en sus resultados) la gran mayoría está hasta la coronilla con que hayan pasado casi 2 meses, un ministro y 2 propuestas desde el inicio del movimiento sin que haya una solución o un atisbo de ésta.

Con el tiempo, me he dado cuenta que la presunción de orden con la que muchas veces queremos mantener alineado a nuestro país, muchas veces no está a la altura de las "nuevas cuestiones sociales" con las que nos hemos hecho parte recientemente, pero que hace mucho tiempo venían gestándose.

al igual que tú, espero una pronta solución a este conflicto.

saludos,

cristian dijo...

Hola David, un saludo cordial. Agradezco tu comentario. Y estamos totalmente de acuerdo. Si te fijas en mi artículo, la crítica apunta a ambos lados. Y en el caso del gobierno, he señalado que ha faltado un trabajo inteligente, eficiente, integrado, con expertos en educación (de verdad). Respecto al tema ciudadano, coincidirás conmigo que ver todos los días hechos negativos, desacuerdos, tomas, y destrozos (por parte de delincuentes) no le hace bien al clima y proyecto de nuestro país. El concepto ciudadanía merece un análisis aparte. Y acepto tus sugerencias e ideas. Un saludo cordial.