lunes, 22 de agosto de 2011


Chile sigue jugando con fuego. Y lo digo así -sencillamente- porque este miércoles 24 y jueves 25 de agosto, viviremos una doble jornada de paralización total de las actividades productivas, convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores, con el objetivo de protestar contra el gobierno del presidente derechista, Sebastián Piñera, y las actuales políticas.

Esta movilización cuenta con el apoyo de 80 organizaciones políticas, sociales, defensoras de los derechos humanos, y por cierto, a la cual se sumarán también los movimientos estudiantiles. ¿Qué exigirán durante sus marchas? Derogar la actual Constitución que data de 1973, comienzo del régimen militar; reclamar por una reforma tributaria que reduzca la desigualdad, así como establecer un plebiscito como método que resuelva los grandes problemas del país.

Pero la principal bandera de reclamo será la que lleven los estudiantes y profesores chilenos, quienes desde hace tres meses salieron a las calles de Chile para exigir educación pública y gratuita. No cabe duda, que si no hubiese sido por los estudiantes, los sindicatos de trabajadores no habrían llegado a un nivel de convocatoria tan grande.

Tal como lo dije en mis artículos anteriores, me preocupa el ambiente en el país. Me preocupa el grado de hostilidad en que dirigentes tanto estudiantiles, políticos y de gobierno, no logran apaciguar posiciones y llegar a un camino de diálogo y entendimiento. Me preocupa y alerta el nivel de aprovechamiento que importantes partidos de oposición han hecho de estas movilizaciones sociales.

Camino equivocado


Y comienzo mi análisis con la oposición, porque acaban de sumarse a estas paralizaciones del miércoles y jueves, siendo que estuvieron durante más de 20 años en el poder, y también tuvieron la oportunidad de evitar lo que hoy el país vive: desigualdad económica y social al extremo.

Posiciones divididas, intereses políticos (estamos ad portas de nuevas elecciones municipales), desinformación, y carencia de liderazgos humanos, efectivos, conciliatorios, llevan a Chile al borde un abismo muy oscuro.

Mientras el mundo camina por crisis financieras, producto también de un agotamiento del sistema económico neoliberal; mientras países luchan por combatir hambrunas, narcotráfico, terrorismo, sequías… en Chile, nos desperdiciamos la oportunidad de ser un país ejemplo, en el cual su economía crece, al igual que sus ciudadanos en poder adquisitivo, y de manera equilibrada. Donde la educación no es un lujo, sino un orgullo. Donde emprender no significa humillarse o perseverar largos años.

Mientras en Estados Unidos, republicanos y demócratas combaten entre sí para decidir si se endeudan más para poder salir adelante, en Chile caemos y caemos en rivalidades, odiosidades, atrasos, obstáculos, dificultades. Igual. Pelean allá. Pelean acá. Diputados, senadores, presidentes de partidos, dirigentes. Todo es una red. Todo es un sistema constituido por subsistemas de núcleos de pensamientos sin equilibrio: sólo apetito político.

No hay diálogo para llegar acuerdo en educación. No hay diálogo para llegar acuerdo en reformas laborales dignas para trabajadores y justas para los dueños de empresas. Todo se traba. Todo tiene un pero. ¡Qué pasa con la clase política chilena! Y aquí me refiero a los que gobiernan como a los que están en la oposición. Qué pasa con nuestras autoridades que no logran matizar con mente estadista, con capacidad ciudadana, con visión humana, con entusiasmo, a un país donde sus ciudadanos dijeron Basta.

No creo en las declaraciones del máximo dirigente de los trabajadores, Arturo Martínez, quien dijo que con esta huelga general se dará comienzo a un proceso de unidad social para enfrentar política neoliberales oficiales. No creo. No creo en las palabras del presidente del colegio de profesores. Y no creo en ninguna persona que no sea capaz de llegar a un acuerdo escuchando, comprendiendo, aportando y dando espacio y legitimidad a su interlocutor.

Chile juega con fuego. Y bastante peligroso. Y da rabia. Porque un país que tiene enormes riquezas minerales: cobre, oro, gas. Enormes recursos turísticos: desierto, nieve, playa, bosques. Talentos: científicos, deportivos, culturales. Todo se ve difuso. Y no entiendo porqué. Qué sentido tiene no sumar. Si no restar. Qué sentido tiene no creer en nosotros mismos, en el resto. En las ideas. En el talento. En los nuevos y en la experiencia.

Qué sentido tiene aprovecharnos de las circunstancias, como la hacen los políticos hoy. En un contexto internacional preocupante, difícil, urgente…Chile está dando una señal de preocupación hacia la región y América Latina. Estamos ad portas de que surgan nuevos “líderes” pero mucho más radicales. Temerarios. Populistas. Revanchistas. Odiosos.

Chile juega con fuego…esta semana. Y hay que estar alertas.

Hasta la próxima.







2 comentarios:

Anónimo dijo...

Probablemente el hombre con limitados conocimientos de los movimientos macropoliticos y globales desespera... Haria falta una vida para que una persona dedicada a cualquier oficio llegara a conectar tantos movimientos. Hoy cualquier medio para llegar a un dialogo se siente como una utopia . Hoy es la sensacion de desmotivacion la que levanta la voz tristemente desesperada y encima criticada. En el 73 los chicago boys consiguieron implementar entre bambalinas la economia teorica desarrollada durante los años 50 por Friedman y sus colegas en la escuela de Chicago. Hoy, sus más fieles representantes, elegidos democraticamente, dan la cara pidiendo paz, recomendando dejar en manos de quienes borran, no mejor dicho, de quienes dinamitan la identidad de una sociedad instruida en la desvalorizacion individual y colectiva por los ideales capitalistas toda la riqueza de un pais. Esos que destruyen todo lo autoctono. Esos que (mas fuerte aun) provocan toda clase de circunstancias para desorientar logrando asi la paralisis de la evolucion del pensamiento social colectivo positivo. Quedando un cuerpo al que puedes manejar como una marioneta...una sociedad impensable que solo sabe abogar por la comodidad inmediata y competitiva. Cambiarnos a nosotros mismos es la unica manera de encontrar sentido, al menos desenmascararia a los pensadores mas viles que pretenden no tan solo acumular beneficios de toda indole sino imponer su manera de pensar. EEUU y todos los que se suman a esta cruzada por el imperialismo intelectual dificilmente seran detenidos y peor aun seguiremos sin darnos cuenta que experimentan estrategias para implementar sociedades de consumo para su propio y unico beneficio, buscan perfeccionar sus teorias a diestra y siniestra, siendo Chile uno de los mas tristes ejemplos, sin dejar de lamentar todas las intervenciones en el mundo Irak, vietnam, Indonesia... por ejemplo, pero para que ir tan lejos....en Brasil y Argentina podemos encontrar sus huellas tambien.
Lamento expresarle tan desilusionado punto de vista... la solucion tal vez es mas simple...dejar de jugar el juego de otros. Evitar la desesperacion por imponernos modelos ajenos a nosotros mismos, prestar atencion a una logica de madurez local, no olvidar que dar y compartir son actos que reivindican la condicion humana dignificando al ser humano... y una sociedad digna inevitablemente esta en paz... y no olvidarnos de esto porque no dejaran de entrometerse. Digo que tal vez la solucion es simple...pero de ninguna manera es facil. Todos nos saltamos las reglas basicas. Hoy los acentos se me quedaron en el tintero por ejemplo. Gracias por abrir debates...o al menos expresar que es lo que piensas. Saludos

cristian dijo...

Hola, lamento no conocer su nombre. Me parece muy interesante su comentario sobre mi artículo. Hay información relevante y apunta a una mirada humana, social y real sobre lo que está pasando. Muchas gracias por participar en el debate, y espero tenerlo como lector habitual de mis artículos.

Un saludo afectuoso desde Chile