domingo, 10 de noviembre de 2013

La Vida en Alas, en Esperanza y un Cambio

Un país, se hace de sus personas, de sus corazones, de sus ideales, del respeto por las personas y el medioambiente.

Una nación se hace grande, desde los principios, sus valores (éticos y humanos), de una convivencia sana, espiritual y basada en el amor.

Una comunidad, de personas, se hace desde una relación interpersonal honesta, afectuosa. Desde la amistad, el cariño, la familia, y el fortalecimiento de dichas relaciones, por cierto, humanas.

Todo lo que pensamos, finalmente se hace realidad. Todo lo que observamos, no siempre es lo que aparenta ser. O lo que escuchamos. Todo depende de cómo lo asimilamos, lo interpretamos y lo bajamos a la realidad.

No siempre, lo que nos muestran los medios, es la realidad. No siempre, lo que pensamos a primera, es lo que perdura. Hay que dar tiempo a la comprensión y también comprometernos con estos tres estamentos: comunidad, país y nación.

El amor, el respeto, las confianzas, la alegría y la transparencia, es una ecuación que se me viene a la mente, a una semana que Chile y sus 17 millones de habitantes serán testigos de una elección presidencial. La más sucia que me ha tocado observar en mi vida, la más carente de contenidos de gran parte de los candidat@s presidenciales y lo que más se asusta: las elecciones con mayor indiferencia de parte de los millones que vamos a ir a votar, sin tener claro por quién votar.

Resulta inverosímil que las encuestas, el (manipulador) discurso político, y el show electoral, sea el que determine finalmente los resultados del próximo domingo 17. Miro hacia el norte y su Caribe, y veo como Venezuela se desangra en violencia callejera, escasez de alimentos (y para peor el propio gobierno ordena saquear los supermercados y centros comerciales), soberbia presidencial y un pueblo dividido, precisamente porque el país no fue capaz de INTERPRETAR y darse cuenta que los discursos sin contenido, el populismo y el hambre de poder y continuismo de los partidos, era la semilla de un infierno social, económico y político que vive hoy ese país maravilloso, y rico en personas y recursos naturales renovables y no renovables.

Pero creo en la esperanza. La que está en ti, en tus pensamientos, en tu capacidad creativa. Nuestra capacidad de ser personas, un cambio necesario y urgente. Creo que la energía que emana de nuestros corazones, y de un Dios, que siendo Universo, nos lleva a esa sabiduría de pensamiento, obra y MISIÓN.

En este día domingo, día en que muchos reflexionan, otros descansan, muchos trabajan, pero hay millones de personas que esperan solidaridad, ayuda o están pasándola muy mal, me atrevo a decir que con un pensamiento positivo, con un deseo, con un proyecto en común, con ganas, con amor, con pasión, podemos ayudar y dar el giro que nuestras vidas precisan.

Vamos, vamos que se puede. Hoy, me propongo ser más. Más de lo que soy, más de lo puedo llegar a ser. Igual que tú. Todos nosotros podemos. Pensemos en que esa alegría vida, ¡Pura Vida! Está tan cerca de nosotros.. y a veces, la dejamos partir sin darnos cuenta.

A mi gente (maravillosa) de Venezuela, Fuerza! El cambio está cerca. En ustedes mismos. 

A vivir, a votar, a botar las malas vibras, a pensar en nosotros, en nuestro país y América Latina, en nuestra gente.


Feliz Domingo!

martes, 5 de noviembre de 2013

Pensando en tí...¡País!

¡Hola cómo estás! Espero que muy bien y siempre con mirada en positivo, humana y creativa. Y que nunca, nunca falte esa energía que desde tu corazón está lista para desencadenar voluntad, acción y convertir tus deseos en realidad: hechos concretos. En mi último artículo del 3 octubre, te hablé de ser más. Hoy, desde la primavera sudamericana en Chile, te puedo corroborar que esa energía sí existe y si aplicas un plan activo y motivado, por Dios, cómo se consiguen las cosas…Por eso, Ser más, tiene que ver con lo que somos, anhelamos ser y nos falta (aún) por recorrer.

Introduzco así este artículo, porque -definitivamente- creo que la vida se compone de una mirada en positivo, y a menos de dos semanas para que se desarrollen las elecciones presidenciales en Chile, y en medio de tantas críticas, campaña electoral sucia, emplazamientos y descalificaciones, siento en el fondo de mi corazón, que las propuestas país han quedado desplazadas por el marketing, por las encuestas, por las (falsas) sonrisas, por el show mediático y podría seguir....

Ayer, cuando caminaba para mi oficina en la ciudad de Concepción, y justo delante de un Consultorio Médico Comunitario (público),  observaba con mucha desazón la cantidad de panfletos electorales botados en frente de este recinto de salud. Cientos de folletos con la imagen de un candidato local tirados en la calle. Lo paradógico es que este candidato es médico. Sí! Un doctor que se postula a un cargo público, y que él mismo, tira por montón en la calle, frente a un recinto de salud comunitario.

Lo curioso también, es que en medio de una paralización de actividades de trabajadores municipales chilenos, y donde el servicio de recolección de basura (dependiente del mismo organismo municipal que está en paro) está parcialmente suspendido, nuestros “Representantes” tanto a la presidencia, a los cupos senatoriales y de diputados, además de consejeros regionales, todos ellos siguen ensuciando no sólo la política sino también, las calles con su propaganda.

¿Hacia dónde vamos?

Me asombra la “capacidad” que tienen los partidos políticos en Chile para invertir millonarias sumas de dinero, esfuerzo y mano de obra, en publicidad o basura electoral que lo único que hace o produce en la gente es rechazo, hastío y desinformación.

Resulta curioso. Y sorprendente que en pleno siglo 21, supuestamente era digital, de las redes sociales, de la comunicación más horizontal y ciudadana, aún tenga “vigencia” la propaganda electoral en papel, lienzos, gigantografías, folletos, que lo único que produce es ruido y contaminación.

Mi pregunta es: y dónde quedó la creatividad, la capacidad de sorprender al público con ideas, con gestos más cercanos que un folleto tirado en la puerta de tu casa, o miles de banderas y carteles instaladas como un carnaval de publicidad en las calles, bandejones centrales de las avenidas…etc.
Dónde quedó esa esencia humana, creativa, sencilla, y algo muy importante: QUIEN LE EXPLICA A LA PERSONA, AL QUE VA A VOTAR EL PRÓXIMO 17 DE NOVIEMBRE, lo que hará concretamente en su gobierno, como plan de trabajo, esquemas claros por favor! No promesas ni siutiquería de planes de desarrollo.

Yo, que resido en la hermosa región del Biobío, al sur de Chile, sigo sorprendido cómo la politiquería, junto al poder de los medios de comunicación controlados por dos grandes grupos económicos, han adormecido al ciudadano común y corriente.

Mi pequeño hijo Cristóbal, me decía la otra vez: “Papi, que aburrida la campaña de….es@ candidat@….”. Prefiero omitir el nombre del candidat@,  para no mezclar la opinión de mi hijo en política (aún). Cris, sólo tiene ocho añitos y ya se da cuenta de lo que pasa. Mi pregunta es: y qué pasa con nosotros, los adultos, los jóvenes, la gente con experiencia, la gente que ha estudiado…que trabaja, que se da el tiempo aún de comprender estos fenómenos sociales.

Ojo con las cifras…no siempre son reales

Me asombra que a menos de dos semanas,  las preferencias presidenciales estén marcadas por encuestas que trabajan con una muestra de menos de 2,000 personas, para un total de 12 millones de electores. Sí, leíste bien. 12 millones de chilenos que deberían ir a las urnas a elegir a la persona y el bloque político que quiere que gobierne durante los próximos 4 años. Lo peor es que estas encuestas lamentablemente...marcan tendencias. Y también: genera desinformación. ¡Vaya poder!

A menos de dos semanas de este importante suceso para Chile, me queda la sensación que este país aún está al debe respecto a evolucionar en materia política. Se ha avanzado sustantivamente en materia económica y social, pese a la enorme desigualdad en la distribución justa del  ingreso. Que tengamos la educación y la salud más cara de América Latina, es un problema y un desafío. Que aún no tengamos una política medioambiental potente, y que proteja realmente nuestra flora, fauna y recursos pesqueros y agrícolas, también.  Y ello, depende de un programa de gobierno que se haga cargo de estos temas.

Hasta ahora, sólo se habla de provocar una revolución democrática sobre la base de una reforma a la Constitución, mediante una Asamblea Constituyente. Se habla de empoderar aún más al ciudadano respecto a su voz y voto en los temas que le afectan. Se habla de hacer pública la educación. Se habla de construir por fin más Hospitales, más liceos, más consultorios, más retenes policiales….

Mi pregunta es: ¿Es esa la solución? Generando más revolución sobre lo que ya está empapado en críticas, divisiones, descalificaciones…etc. Preocupa el bajo nivel que tienen los parlamentarios, que van por enésima vez a ocupar el mismo cargo, dejando de lado la oportunidad para que sean ellos mismos quienes den el ejemplo e inviten a que los jóvenes y personas con experiencia se incorporen al plano político como una suerte de recambio necesario para el país. Recambio, energías nuevas, ideas creativas nuevas, personas con vocación social...y humana.

¡FUERZA! SÍ PODEMOS…

Mi mirada es crítica, pero también soy un optimista. Quiero creer que Chile y América Latina avanzan. Lento. Pero avanzamos. La buena noticia es que existimos nosotros, quienes sí creemos en un cambio. En un verdadero cambio, humano, alegre, sincero, respetuoso, creativo. Crear nuevas ciudades con espíritu emprendedor, sustentable y justo. Inclusivo. Respetuoso del medioambiente. Cuidando la salud de nuestros hijos, nuestros adultos mayores y nosotros mismos. Vida Saludable, Vida Feliz...

Somos nosotros, tú y yo, quienes debemos ejercer este cambio en la sociedad. 

Yo voto por ti. Por tus deseos. Por tus proyectos. Por tus certezas de que sabes hacia dónde va el camino correcto. Y tú, cree en mí. Y así vamos construyendo juntos. Con una mirada cómplice. Felices. Unidos. Insisto: respetuoso, alegre y motivados. Como un país más unido.


Chile y América Latina, tienen la gran oportunidad de ser una región más humana, más alegre, menos estresada y deprimida, menos polarizada…y vaya el comentario para mi gente de Venezuela, Ecuador, Argentina y Brasil.

Pareciera que cada día la polarización, la rabia, el orgullo y ese hambre de poder (y corromper) va ganando terreno.

Pero yo digo que no.



Sí somos capaces. Sí somos más. Sí podemos cambiar nuestro entorno, con una sonrisa, con un gesto sencillo, con ganas de triunfar, con un plan de vida que nos provoque salir adelante, valorando lo que tenemos y a quienes aún tenemos a nuestro lado.

(Suspiro)

A creer. Y vivir esta vida. Pura Vida. Y en Buena Onda.


Hasta la próxima. Que te vaya muy bien!