miércoles, 31 de julio de 2013

La E-Motivación de Nuestras Vidas

Estas últimas dos semanas de julio, han sido especiales. Días que han tenido de todo. Y escribir este artículo, en una fecha personal, también difícil de olvidar: último día de julio. 

Quise escribirles con un objetivo: seguir hacia adelante e invitarlos a que sigan conmigo este camino que hemos hecho desde que reinicié mi trabajo ahora como escritor desde este blog, y desde el 14 de febrero pasado, a partir de las maravillosas páginas de mi primer libro cuyo título se ha apoderado de muchos corazones en Chile y el resto del mundo: Buena Onda.

¿Qué es E-Motivar?. Se me vino a la mente, en un momento de conversación con mi colega y amigo chileno, Steve Weitzman, con el objetivo de compartir un anhelo en común: generar nuevos contenidos e ideas para hacer de este espacio de nuestro verde planeta, un mejor rincón (para vivir). O generar ese cambio social, como dice él. 

E-motivar apunta a que como personas y ciudadanos seamos capaces de sobrellevar con espíritu, con inteligencia, con sabiduría y amor, los avatares que este mundo glocalizado nos presiona todos los días. Se habla tanto de la depresión, de los trastornos emocionales, de la desigualdad social, de las crisis económicas, de los quiebres familiares, y podríamos seguir sumando (o restando)…sin embargo, ¿quién habla de las buenas noticias?, de valorar los momentos sencillos, únicos, inolvidables. ¿Dónde quedaron los buenos momentos que viviste? 

He tenido el privilegio de conocer gente nueva en mi vida. Con pasados difíciles, traumáticos…violentos. Pero que con corazón, con valentía y sabiduría han sacado adelante su e-motivación propia y la han convertido en un plan de vida. 

He conocido también -en los últimos meses- a personas que les ha tocado sobrellevar crisis empresariales, mediáticas, tanto a nivel público como privado, y de nuevo lo mismo: han sacado su mejor e-motividad. Motivación con Inteligencia. Motivación con Espíritu.

Mis dos pequeños hijos: Cristóbal y Agustín, forman parte de mi universo, de mi libro de vida. Y ambos han logrado también ser protagonistas de sus propias vidas y sacar lo mejor de sus corazones con e-motividad.  Y ojo: chiquiticos de 8 y 4 años respectivamente. A través del arte, del deporte, de nuestros juegos cómplices, de nuestros días cortos y eternos, de nuestro amor profundo como papá e hijos.  Y en ellos, me he inspirado también para seguir mi camino como hombre, como escritor, como parte de este mundo. El nuestro. El tuyo.

La e-motividad de ser, de trabajar con un objetivo claro, preciso y humano. Inteligencia y Voluntad, Inteligencia y Conciencia que vamos por el camino certero. Pese a las complicaciones. O mejor dicho: con los desafíos que nos ayudan a ser mejores. Convirtiendo en oro, el metal bruto que llevamos en nuestros pensamientos: ideas, sueños, proyectos. Virtudes. Valores.

Inteligencia de tener las ideas, la creatividad a flor de piel. Como aquellas manos sensibles, justas, sabias al momento de tejer hilos de esperanza, tejidos de éxitos. Como las letras que escribe el poeta, al momento de evocar. Y la Emoción. La Voluntad. La Acción motivada. Como el gol que exclama el futbolista al momento de conquistar la red. Como la cima, que alcanzamos al subir riscos duros, que desangran, y que al final te colman de paz. La Cima de nuestras experiencias. La Cima del Amor y el Espíritu. En Dios. En Nosotros.

No confundir e-motividad con lo digital, con lo virtual. No es un sitio mail. No es un Mall. Ni web. Ni nada I.  Apunta a volver a nuestro ADN, como diría mi amigo y socio Pancho Vidal. Dar vuelta en U y regresar al punto de partida no hace mal. Hace bien. Al agua. A la montaña. A la arena. A la naturaleza que nos envuelve todos los días. Porque somos eso. Al final. No somos números ni metas. Somos personas

En mi próximo libro, que ya estoy escribiendo todos los días, mediante artículos, pensamientos, reflexiones y fotografías maravillosas de momentos que observan mis ojos…plasmaré esto que les estoy compartiendo e invitando a trabajar: la E-Motividad de hacer y convertir en éxito lo que somos y cómo somos. Plasmaré el amor que siento por la Vida. Como el sonido al viento. Como el árbol a un abrazo...consentido.

Adiós Julio de 2013. Hasta siempre, llévate lo mejor de este y otros años. Y aquellos momentos que todos llevamos dentro. Para siempre.

Y Bienvenido Agosto y todos los días que vienen en adelante. Un mes donde seguiré escribiendo, disfrutando la Buena Onda de mi primer libro, avanzando hacia el segundo. E invitándolos a que desde la E-Motividad: Motivación más Inteligencia. Así, logremos lo inalcanzable. Se puede. Se debe.

Seguimos…¿Me acompañas? 

Hasta la próxima.

Nota al cierre: la foto es el primer dibujo e-motivo que me hizo mi hijo Cristóbal a los tres años en su jardín infantil. Gracias Chamito mío! Gracias Cris, Gracias Agus.


jueves, 18 de julio de 2013

La "Mala Onda" de la Política en Chile (Análisis en Buena Onda)

Chile vive este jueves  lo que periodísticamente se le denomina como un “terremoto” político. No es común, que en plena campaña presidencial, un candidato, en este caso el derechista Pablo Longueira Montes, ex ministro de Economía del actual gobierno y uno de los hombres emblemáticos de la derecha conservadora durante y post Pinochet, decida retirarse a última hora por una depresión personal. Históricamente, nunca un candidato chileno lo había hecho.

No voy a entrar al campo de las especulaciones políticas, que si hubo o no maniobra política del propio Longueira y su partido político frente a la popularidad de Michelle Bachelet y su “nueva” izquierda.  No. Lo concreto es que fueron los hijos del propio ex ministro y senador, quienes informaron a la opinión pública de la enfermedad de su padre lo que desencadenó un impacto en el gobierno, sector oficialista, parlamentarios, medios y en los chilenos en general.

Mi análisis de este jueves apunta al tema de la depresión. A la enfermedad en sí. Y a cómo los medios de comunicación en Chile y las redes sociales, de alguna manera se han transformado en una fuente peligrosa de opinión pública. Sin ser partidario yo del partido político y del propio Longueira, me llama la atención las opiniones que han surgido en torno a la noticia de Longueira. Las burlas hacia su persona, las ironías, las caricaturas, entre otras “acciones” comunicacionales que usted puede ver en facebook, twitter, diarios, programas, etc.

Hoy escuchaba al conocido economista chileno, Rafael Garay, reconocer en su propio programa de radio que también padeció este tipo de enfermedad, que no es para mofarse ni para asomar declaraciones especulativas respecto a ella y la persona. Y que la superó. Y al mismo tiempo emplazó duras críticas a un conocido asesor político (Eugenio Tironi), por haber dejado entreabierta la posibilidad de que la depresión de Longueira fuera una estrategia política.

Al respecto, me quedo con una parte de la opinión del economista. Chile cada día incuba más soberbia. Cada día atisba más y más mala onda entre quienes hacen política. Se les escupe en la cara a una mujer y ex presidenta de Chile. La misma ex presidenta encabeza un bloque político que literalmente le escupe en la cara al presidente de turno en su última cuenta al país y más encima el mismo bloque llama a un “levantamiento político” contra el oficialismo. En definitiva, tanto los de allá como los de acá se “escupen”  unos  a otros.

Y más peligroso aún es ver cómo el mismo ambiente político se entrampa en un clima duro, competitivo y salvaje, denostador, descalificador, generando lo que hemos visto con la renuncia de Pablo Longueira: una depresión que no se sabe de qué magnitud se trata. Pero sí sabemos que cualquier tipo de depresión es una enfermedad de la mente, que tiene que ver con estados de ánimo en baja, sin razón de avanzar, de levantarse, de saludar, de trabajar…de ser feliz.

Insisto. No quiero hacer análisis político. Lo que quiero decir en esta columna de hoy es que definitivamente mi libro Buena Onda está más vigente que nunca: Chile necesita un cambio. Necesita terminar con las rencillas y polarización que no es necesario. Este país es hermoso. Tiene grandes recursos, especialmente humano. Tiene una economía donde pueden caber todos. Y no sólo un segmento minoritario. La desigualdad social conlleva precisamente a lo que Longueira y más de medio millón de chilenos sufren año a año: trastornos emocionales, depresión, bipolaridad, tristeza.

Doy gracias a Dios por haber vivido en un país maravilloso, donde conocí la alegría, el sabor, la fuerza, las ganas, las esperanzas, las ilusiones compartidas. Donde lo colectivo va de la mano del respeto, de la solidaridad, de la admiración. Del amor.

Ese país, hoy vive una violencia inusitada. Compleja. Triste. Pero igual luchan. Hoy su presidente electo, a quien le robaron la elección (en medio de un fraude histórico) recorre el mundo pidiendo apoyo y que no se olviden de Venezuela. Me refiero a Henrique Capriles Radonski, quien por cierto entre este jueves y viernes está en Chile.

Esa alegría y transparencia que viví en Venezuela, es la que extraño un poco en Chile.

Hoy, los ojos están puestos nuevamente en la política. En Longueira y su depresión. En quién asumirá en reemplazo y disputará presidencia frente a Bachelet en noviembre. Ojo también: sigue habiendo un enorme masa de chilenos que no sabe por quién votar: 10 millones.

Mi opinión: no sólo los ojos hay que poner hoy. Sino también el corazón. La depresión en Chile es muy peligrosa. Es una enfermedad silenciosa. Perturbadora. Compleja. Que nos puede llegar a todos. Sin rango de sexo, edad, recursos económicos o posición social. Conozco casos cercanos. De gente exitosa, que se ha suicidado. Gente que está muerta en vida, y transita entre calles obscuras, ruidosas, sin que nadie se dé cuenta que están deprimidos.

Chile necesita hoy un cambio. Girar hacia un clima más propositivo. Más humano. Una coalición por la unidad, la solidaridad política, económica, cultural. Un movimiento social que proponga un Plan País Feliz. Un plan país sustentable. Un Plan País Seguro...Sustentable. Humano. Donde se puede co-competir y no competir destructivamente. Donde sonreír no es sinónimo de burla ni de torpeza. Sino de transparencia.

La Buena Onda de la Política. La Buena del país. La Buena de nuestras Vidas. Pura Vida!

Hasta la próxima.

PD: ¿Hay que ser papá o mamá para empatizar con una persona cuyo hijo tiene un cáncer terminal? Puede que la tristeza enorme de Longueira se deba a ello también.  Dios bendiga a su hijo.


lunes, 15 de julio de 2013

Periodismo en Complicidad y Buena Onda (Para los alumn@s de la U. Adolfo Ibañez)

"El periodismo cuando se escribe con responsabilidad, es fuente de luz. La comunicación, cuando la asumimos desde una perspectiva humana, solidaria, empática y creativa, constituye la base ideal para un periodismo de excelencia. El Periodismo de Verdad, el Periodismo...que llevamos todos dentro".

He querido iniciar este artículo de hoy lunes con este pensamiento, como parte de mi reflexión post encuentro (maravilloso) con los alumnos de Magíster de la Carrera de Periodismo de la prestigiosa Universidad Adolfo Ibañez, en Santiago de Chile. Invitado por mi gran amigo y excelente periodista, académico y flamante conductor de UCV TV Noticias, el gran Carlos Franco.

Lo primero, dedicar este artículo a todos los alumnos que con sus miradas (varias cómplices y sonrientes), comentarios, preguntas, cuestionamientos y dudas (constructivas), hicieron de la presentación de mi libro Buena Onda, escrito junto a mi amigo Pancho Vidal Suil, un momento extraordinario. Las dos horas de encuentro, de compartir experiencias en torno a la responsabilidad que tenemos los periodistas, y la oportunidad que me dieron de compartir mi testimonio en primera persona, se me pasaron volando.

También fue un privilegio haber tenido como invitado a mi presentación a Manuel Délano, periodista de la U.Chile y durante muchos años corresponsal del prestigioso diario español El País, además de haber sido editor general del Diario La Nación de Chile y la Revista Hoy. En definitiva, un entorno: de lujo.  Periodistas ad portas de salir al mundo laboral, con un “hambre” de buscar la esencia de la verdad de sus vidas. 
Periodistas, cuyas miradas, sonrisas, trabajo en equipo, preguntas “al corazón” (me hicieron varias), y las ganas de adquirir conocimiento sobre la base de un testimonio cercano y de un periodista chileno-venezolano, y que durante el encuentro me he declarado latinoamericano.

Las conclusiones que saco de este encuentro:

1. El periodismo, más allá de la escuela, de la formación de pre-grado y post-grado, seguirá siendo el “mejor oficio del mundo”, tal como lo expone Gabriel García Márquez. El periodismo tiene que ver con nuestra esencia, de escribir, de (saber) escuchar, de palpar, de tocar, de vivenciar, de admirar y (co) crear, de tomar lápiz, tu libreta y salir a la calle a registrar las mejores "fotos" o retratos desde tu mirada como comunicador.  El periodismo, sí. Lo profesionalizamos. Pero no debemos olvidar la base, su ADN, la sencillez de lo cotidiano, de lo que te rodea cuando subes desde lo más bajo hacia lo más alto y desde donde observas realidades diferentes y humanas.

2. Qué importante es estar bien informado. Conocer no sólo lo nuestro (local) sino también lo externo, lo que está más allá de nuestras fronteras. Le llaman Internacional. Yo prefiero llamarlo, lo glo-cal. Lo que sucede de manera igual pero en distintos contextos, y realidades sociales, culturales o económicas diferentes.

El valor de los elementos de contexto: causas, consecuencias, simil o comparaciones, cronología, testimonios, datos claves, son algunos de los elementos que estos nuevos y emergentes periodistas de la U. Adolfo Ibañez, harán brillar con su trabajo, con pasión, con sus ganas.

3. La mirada. La sensibilidad. La curiosidad. La complicidad que tuvimos para conversar. Debe ser extrapolado al trabajo en vivo, en off, en vida. Ser maestros de maestros. Y escribir (mis queridos amigos y colegas) sus propios libros, como yo escribí el mío.  Escribir. Escribir para Vivir, como lo señalo en uno de mis  100 artículos que este Blog está en tus manos.

Palabras aparte para la Dirección de Escuela de la U. Adolfo Ibañez, la cual me hizo entrega un excelente ejemplar “Periodismo al Límite”, Seis Casos de Debate, basados en 6 excelentes tesis de titulación.  Los felicito por el trabajo. Lo leí este fin de semana.

A mi colega y amigo, Carlos Franco, quien está a cargo también de este grupo de periodistas ad portas de recibir su maestría en periodismo. Un profesional brillante, de luz, futuro papá por segunda vez, leal, iniciando una carrera académica que -seguro- lo llevará lejos, le dedico estas palabras finales de este artículo dedicado al Periodismo en Buena Onda…Periodismo que necesita nuestro Mundo, nuestras Ciudades…

Queridos chicos de la U. Adolfo Ibañez, a ustedes, les agradezco los aplausos, el cariño, las sonrisas cómplices, las preguntas al corazón, sigan adelante. No tengan miedo por lo que hay fuera. No hay derrotas, sólo experiencias. El periodismo no es el que se hace en medios, sino que el se hace desde el corazón. Con Buena Onda!

Como hoy lo hago con ustedes. Gracias! Espero verlos en una próxima oportunidad y ya saben dónde encontrarme en caso de que necesiten una mano amiga.

¡Un abrazo, gracias a todos y feliz semana!