...y el reloj, avanzó. Increíble. Desde mi último post, que fue para el cumpleaños 13 de Cris, y que hoy ya tiene 16! Que rápido cae la arena dentro del reloj. Dios, cómo hacemos entonces! Mejor, sonreír. Y siempre comenzar por agradecer. Sí. Mejor, agradecer.
Hoy, en este nuevo aniversario de vida, quiero darte las gracias porque mi libro llega a su página 48 de existencia. Y lo hago, en un momento del planeta en que aún no salimos de esta pandemia del #Covid19, y en el que en este año y medio hemos vivido sumergidos entre el temor, el distanciamiento, la tristeza de no ver a nuestros seres queridos, el fallecimiento de gente cercana, no tan cercana, o nuestras sonrisas ahora pintadas de mascarillas y donde nuestros ojos o miradas, se han convertido en una especie de puente óptico. Contacto visual al fin. Para mirarnos. En la distancia.
El agradecimiento a Dios, al Universo y a mis ángeles protectores que durante todo este tiempo, me han permitido trabajar y seguir escribiendo historias desde mis pensamientos, mi corazón y el deseo perpetuo de un bienestar propio y colectivo.
Qué mejor regalo para este capítulo 48 de vida, que tener a mis hijitos sanos, a mis padres, familia y amigos sobrevivientes de una pandemia que ha sido mortal para millones de personas en el mundo. Y también poder contar en primera persona, en esta crónica de vida, en este blog que tanto extrañaba escribir, que durante este tiempo no pasé por aquí porque mis horas y esfuerzos estaban dedicados 100% a mi trabajo en la salud pública, como jefe de comunicaciones del Servicio de Salud Talcahuano.
Finalmente el cansancio pudo más y dejé para este momento, el volver a escribir.
En años anteriores, recibía mi cumpleaños, con un nuevo libro escrito como parte de mi renacer.
Hoy, lo recibo con el testimonio en primera persona, de que cuando hay amor, esfuerzo y fe, todo sale bien. Aunque surjan dificultades y barreras, finalmente la meta está más cerca de lo que uno cree. Y no lo digo solo por la pandemia. Sino también por aquellos momentos en que nos hemos sentido vulnerables frente a situaciones complejas. Sin embargo, insisto, nuestro espíritu puede más. Con fe, con amor, con optimismo!
Este 2021 lo recordaré porque además de contribuir con mi trabajo al desarrollo de una salud pública cercana y oportuna para la comunidad local de mi ciudad y región en #Chile, también ha sido para reflexionar y crecer. Para respirar. Mirar también hacia atrás y darme cuenta que esta escalada de mi montaña, ha sido increíble.
En estos 48 años que este 29 de septiembre cumplo, miro feliz todo lo que he construido como hombre, como papá, como periodista. Y que va más allá del logro personal. Tiene que ver con esa satisfacción propia de que tanto en los momentos felices como tristes o ingratos, de mi corazón ha emergido lo mejor. Y lo veo en el espíritu que se ha ido construyendo en mis hijos, el trabajo edificado como periodista, la satisfacción y tranquilidad de llegar a estos 48 años, digno, pleno y feliz.
También este 2021 lo recordaré porque mi corazón ha vuelto a renacer en torno a un maravilloso y hermoso amor en pareja. El tiempo es el tiempo. Momentos. Y magia. Era cuestión de esperar, para que mi caminar ahora fuera acompañado por una mujer hermosa de alma y físicamente, cuyo espíritu, detalles, y complicidad, me ha conquistado y me ha regalado la dicha de vivir juntos, y pensando pronto en nuestro proyecto familiar. Junticos. Felices. Y aprendiendo el uno del otro. ¿Lo mejor? Nuestras caminatas, nuestras conversaciones infinitas, el amor mutuo, los pensamientos en positivo y esa energía que entre los dos se funde en una alquimia infinita de sonrisas, naturaleza, sabores y aromas. Microhistorias que vamos escribiendo juntos.
Gracias Naty mía porque en este capítulo de mi vida llegaste por fin para juntos ser felices. Te amo! Y te amo elevado como las estrellas que en las noches nos iluminan. Sin duda este 2021, eres y serás lo mejor, y que sea eterno. Porque Somos arte y espíritu. Ganas. Fuerza. Ideas creativas. Y lo mejor, disfrutamos juntos donde sea y cuando sea. Y vamos creciendo y evolucionando juntos. Mi Naty bella, eres parte de mi corazón.
48 años de una vida que he trazado también como un mapa. Donde cada estación que piso, es una experiencia única, de personas, ciudades, países, noticias, momentos, pensamientos infinitos que me llevan hacia ese equilibrio desde donde miro hoy feliz. Y es el tesoro que le quiero regalar a mis hijos y todos aquellos que quieran compartir conmigo este sentimiento que les dibujo en esta crónica.
A mamá y papá, fuentes de mi existencia y que año y año siempre les digo, gracias, gracias por regalarme este privilegio de vida, de ser, y apoyarme también. Vuestro amor, y virtudes sembradas en mi corazón, también lo atesoro como parte de mi existencia.
El tiempo y el planeta giran rápido. Puedo verme ayer jugando y creciendo en mi Venezuela querida, patria de aprendizajes, alegrías, niñez y adolescencia, de deportes, sueños, bailes y playas. De aromas y sabores. De amigos, para siempre. Y hoy, desde mi Concepción, en Chile, uno como en una sinfonía mis mejores recuerdos. Y hago de este presente, mi regalo. Porque eso es la vida, un regalo, un tesoro, una página en blanco, que voy escribiendo todos los días con fe, con ideas, sueños y proyectos a concretar.
48 años de vida, que hoy celebro con ustedes, que me leen desde todas partes del planeta. Celebro con ustedes esta dicha. La buena onda, las buenas noticias, la energía de vivir, de emprender y de atraer lo mejor.
Porque mi vida se escribe así. Desde el corazón y los pensamientos positivos.
Hoy, en este 29 de septiembre del año 2021, me imagino parado en el Salto Angel, de mi Venezuela querida, contemplando momentos, pasajes, edades que fueron y me dejaron lo mejor; personas que llegaron para llenarme de experiencia, amor y virtudes. Mis hijos, mis padres, hermanos y amigos. Y hoy, una mujer maravillosa, que junto a mi, tomados de la mano, contemplamos juntos la maravilla de la vida, del planeta, de nosotros mismos.
Gracias Dios, por estos 48 años de vida!