(Cristián E. Sandoval Cabezas. Periodista. Aquí, escribo de la vida con un café!)
lunes, 9 de agosto de 2010
Mirada Global: Si rescataron a 2 mil mineros en Sudáfrica… ¿Por qué en Chile no?
Al momento de redactar este artículo, 34 mineros chilenos seguían atrapados a más de 300 metros de profundidad, en una mina de cobre y oro ubicada al norte de Chile, zona de Calama. Quiero que sobrevivan. Espero en Dios, que cuenten con el oxígeno, el agua y alimentos suficientes en la espera del rescate. ¡Fuerza guerreros!
Este accidente, me llegó y de manera muy profunda. Será porque soy esposo, papá, hijo y hermano. Porque soy persona, al igual que ellos. Con la diferencia que trabajan día a día, en uno de los oficios más peligrosos del mundo. Al ver el rostro y mirada triste, perdida y hundida en el dolor, en una de las mujeres que seguramente llora la desaparición de su esposo, me motivo a escribir para contextualizar este (nuevo) desastre.
Lo primero que pienso es porqué siempre tenemos que ser reactivos y no proactivos. Sabía usted que en los últimos 5 años, el mundo minero chileno ha sido protagonista de 23 accidentes en yacimientos legales e irregulares. 28 muertos. 28 vidas, que podrían haberse evitado si dichos yacimientos, caminos o aparatos hubiesen contado con los mecanismos de seguridad pertinentes.
Me pregunto si los ejecutivos de la mina San José, perteneciente a la compañía San Esteban, donde actualmente permanecen desaparecidos los 34 mineros chilenos, instalarían sus oficinas al interior del yacimiento. Me pregunto si esos ejecutivos estarían dispuestos a enviar a sus hijos a trabajar allí con sus empleados. Creo que saber la respuesta.
Me pregunto, porqué las autoridades tardan tanto en prever situaciones de catástrofe, que pueden ser contenidas o incluso salvar vidas. Todo, mediante una supervisión exigente, con expertos, en terreno, periódicas. ¿Porqué? Me pregunto si los ministros de minería de los gobiernos anteriores y del presente, enviarían a sus hijos a trabajar a los yacimientos que hoy producen paradójicamente muchas alegrías a los sueldos millonarios de las empresas y en injusta proporción a los trabajadores.
Qué curioso. ¿Sabía usted que esta misma empresa minera fue protagonista de un accidente en su yacimiento y donde murió un trabajador el año 2008? Finalmente en un juicio, aceptaron pagar 90 millones de pesos a la familia del trabajador, en “compensación” por el error. ¿Y quiere saber más? Esta misma empresa, fue premiada el 2003 por la Sociedad Nacional de Minería por su “aporte” al desarrollo de la pequeña y mediana minería. El premio lo entregó el ministro de minería de ese entonces, Alfonso Dulanto.
Aprendamos de los errores…ajenos
Para vuestro conocimiento, Chile no es la excepción a este tipo de “errores”. Fíjese que entre los peores accidentes mineros en el mundo se recuerda el ocurrido en China, en 1942, donde 1.572 personas murieron en una explosión en la mina de carbón Honkeiko. Por cierto, China posee la industria minera más mortífera del mundo, con más de 2.600 trabajadores muertos en accidentes mineros el año pasado.
En Rusia, también. 110 personas muertas en marzo de 2007, al interior de una mina de carbón en Siberia. Este año, en Sierra Leona, otras 200 murieron cuando una zanja se derrumbó en una mina de oro.
Porqué no aprendemos. Porqué. Qué falta para ser más proactivos. ¿Más tragedias? ¿Más dolor? ¿Más lamentos?
Porqué la empresa tardó tanto en hacer oficial esta noticia. Porqué el gobierno tardó tanto en pedir maquinaria y expertos internacionales. Aquí hay que trabajar con expertos. Sin margen de error.
Porqué la compañía San Esteban, volvió a cometer el mismo error. Sólo que esta vez, no fue un trabajador sino que son 33 los desaparecidos.
Mantengo la esperanza. Porque en octubre de 2007, en una mina de oro en Sudáfrica, 3.200 trabajadores que habían quedado sepultados a más de 2 mil metros de profundidad, fueron rescatados con vida. Y el yacimiento, finalmente clausurado.
Ojalá que ahora sí, aprendamos la lección. Arriba mineros de Chile. Recemos por ellos, que están allí todavía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario