Nació en Jamaica. Tiene
26 años de edad. Y es hoy el hombre y atleta más rápido del planeta. Le apodan:
Dios del Viento. Y su nombre: Usain St. Leo Bolt. O mejor conocido como Usain
Bolt. Acaba de obtener la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, en
los 100 metros planos, con un registro
de 9 segundos y 63 centésimas, y dejando en claro que ya es y será la figura más
importante de esta justa deportiva planetaria y por muchos años más será el
hombre más veloz del mundo.
Bolt posee hoy cinco
títulos mundiales y con el de este domingo 5 de agosto, 5 títulos olímpicos.
Posee los récord mundiales de los 100 y 200 metros planos y en la carrera de
relevos 4 por 100 con el equipo de Jamaica. El 2010, en el Campeonato Mundial
de Berlín, en Alemania, Bolt hizo añicos el récord hasta ese minuto y registró
9,58 segundos en los 100 metros planos 19,19 segundos en los 200 metros planos.
Quise hablar de Bolt
porque la verlo correr durante los 100 metros planos en Londres, me llamó la
atención quién es este personaje que corre a la perfección, y que en los Juegos
olímpicos de Beijing en 2008 consiguió tres medallas de oro y tres récords
mundiales, impresionando a todo el mundo del deporte y que en Londres ha
ratificado que es realmente una máquina al correr sobre la pista atlética.
Fíjense en esta
declaración: “Cuando era joven, no pensaba en otra cosa que no fuera el deporte”.
Y vaya que lo cumplió porque desde niño esta atleta del viento comenzó a
mostrar sus habilidades en las carreras de velocidad, en una localidad llamada
Trelawny, en Jamaica.
Es más, a los 12 años de edad se convirtió en el atleta
más veloz de su escuela Waldensia, en los 100 metros planos. Amante del criquet
y del fútbol. Sí, siempre pensó en el deporte.
Pero ¿sabían ustedes que
este hombre que se llenará de oro olímpico en Londres, cuando niño sufrió una escoliosis o desviación
en su columna, debido a una alimentación desequilibrada y un crecimiento
corporal extraordinario? Sin embargo, pese a ello, Bolt corría como un
guepardo. Y esta anomalía que padecía recién comenzó a tratársele a los 15 años
de edad, cuando se convirtió en el campeón junior más joven de la historia en
los 200 metros.
Mide 1,96 de alto y su
cuerpo es pura fibra de 86 kilos.
Cuando niño apenas entrenaba y le gustaba
practicas criquet, fútbol o baloncesto. Sin embargo, otro velocista ídolo de
Jamaica, Asafa Powell, lo vio y le dijo que se dejara de fiestas y otros
deportes y se dedicara al atletismo. De ahí en adelante, Bolt le hizo caso.
Powell se convirtió en su ídolo, además de Don Quarrie, corredor jamicano
experto en las curva de los 200 metros.
Cada vez que corría en su escuela, se
congregaban más de 20 mil espectadores a verlo, algo que ya lo quisieran
algunos equipos de fútbol profesional en Chile. Entrenaba descalzo y sobre
hierba, para medir realmente su velocidad o quizás sentir realmente la tierra
bajo sus pies. Lo que es común en Jamaica.
Un dato que explica el porqué Jamaica es la isla de grandes
velocistas. Según un informe de la Universidad de las Indias Occidentales
(publicado en 2008) la población jamaicana presenta inusuales cantidades de una
sustancia que contrae las fibras musculares de contracción rápida, denominada
actinen A. Otros, señalan que es el resultado de la tradición: la población
desciende de esclavos de Africa Occidental, con un pie muy ancho adaptado para
cruzar largos territorios. Y sólo los más fuertes que sobrevivieron a esos
viajes, vararon en Jamaica.
Sea genético o no. Bolt es el hombre más veloz del mundo. De niño
con escoliosis. Disperso entre la velocidad, el baloncesto, el criquet y el
fútbol. Pero con una visión clara: sólo pensaba en deporte y pese a su
deformación en la espalda, se convirtió en el velocista más joven de la
historia.
Muchos lo han criticado porque su contextura no corresponde con la
musculatura de los recientes grandes atletas como Carl Lewis, Ben Johnson, Tyson
Gay, Jesse Owens o el mismo compañero de equipo Asafa Powell. Siendo tal alto,
su salida de los tacos de la largada es lenta. Sin embargo, su entrenador sigue
creyendo en él y el propio Usain Bolt cree en su poder y logra recuperarse de
manera perfecta al momento de erguirse en plena carrera y sacar lo mejor de sí
en cada zancada que da hacia la meta. Desafiando al viento, al hombre, a la
velocidad, a las expectativas, incluso a él mismo.
Ojalá en Chiley América Latina aplicáramos la filosofía de Usain Bolt al momento
de emprender un desafío: sólo el viento sabe lo que se siente correr sobre su humanidad. Sólo los latidos de su corazón, el control de su respiración y la adrenalina, saben de su esfuerzo y punto de mira. Ojalá en nuestras organizaciones sociales, políticas, económicas, se trabajara con este equilibrio perfecto de disciplina. Les presento a Usain Bolt.
2 comentarios:
INTERESANTISIMA LA BIOGRAFIA DEL NOBLE JOVEN QUE DESAFIO PRONOSTICOS . SIN DUDA SU DESTINO ERA SER COMPAÑERO DE EOLO...ME ENCANTO TU COMENTARIO...
Muy interesante comentario.! Todo un ejemplo de retos y sueños de este muchacho.
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