Venezuela.
Nuevamente, Venezuela. Escribiendo de ti y para ti. Analizando, reflexionando y
ahora…invitando a millones de venezolanos a atreverse y generar un cambio.
Necesario. Y oportuno.
Queda muy poco
para las elecciones del 14 de abril, donde dos políticos y venezolanos, se
miden y sopesan el futuro de este país de 27 millones de habitantes. El país
está polarizado. Dividido. Quebrado, en lo anímico. Y devaluado económicamente.
Un país que (aún) lo tiene todo: petróleo,
aluminio, hierro, pesca, turismo, agricultura, ríos, y lo mejor: ustedes…su
GENTE.
La muerte de Hugo
Chávez Frías, no sólo ha acrecentado un desequilibrio político en sus
instituciones sino, también, emocional en millones de venezolanos que lo
quieren, respetan y admiran. Lo malo, es que de ese amor incondicional se cruzó
a la frontera de la rabia, el orgullo y la soberbia. Especialmente en varias de
sus altas autoridades.
América Latina,
no puede quedarse ajena a esta realidad. Venezuela es un país cuyo poder
económico, junto a Brasil y México, merece vivir otra realidad. Merece volver a
ser un país donde: se viva sin miedo a ser secuestrado, atacado o sencillamente
asesinado. Si no revise nuevamente los índices de violencia que la ubican como
el país más violento de América Latina y dentro de los tres más violentos del
mundo.
CLAVES
Hoy, esa
Venezuela pujante, petrolera, educada, alegre, transparente, emprendedora… vive
las semanas más intensas de su historia: los días en que 15 millones de
venezolanos decidirán si quieren continuar por la senda de un gobierno que
colapsó y polarizó, o bien le dan la oportunidad a un nuevo gobierno, liderado
por un joven abogado de 39 años de edad, que desde niño asomó su pasión por la
política u y su Venezuela.
Me refiero a
Henríque Capriles Radonski, quien en este minuto, en su mente, su corazón, en
sus manos y en sus pies, carga con la esperanza de siete millones venezolanos que creen que sí es
posible un cambio. La otra mitad cree aún en una “verdad” que pasó a mentira y
lamentablemente se tergiversó.
Hugo Chávez:
militar, apasionado, hábil, empático, y que logró capturar lo que los partidos
corruptos destruyeron: la confianza de aquellos “olvidados”, “postergados”
y “temerosos”: los pobres y la clase
media venezolana.
Ideas sociales
que conquistaron corazones, masificaron una ideología socialista-marxista,
generando a su vez rencor, odio y polarización. Increíble: en un país donde
históricamente la unidad, la integración siempre fue su “política” y adn de
historia y vida republicana.
Mi opinión es que
el proyecto de Hugo Chávez era bueno. Necesario. La corrupción estaba tan
impregnada en el Estado, y las señales de aumento de la delincuencia iban cada
vez en aumento, que sólo por la vía de “revolución” era posible lograr ese
cambio en la década de los noventa que Venezuela necesitaba.
El problema fue
que la revolución no evolucionó y se quedó en ella: en revolución: apartar,
denigrar, separar, postergar y replicar lo mismo que hicieron los gobiernos
anteriores a Chávez pero sin armas, asambleas constituyentes y expropiaciones:
si no de cuello y corbata…y robando.
Venezuela, el
país maravilloso, donde su gente reía, compartía, creía…pasó a ser una nación
dividida, consternada, apagada y donde el rojo bolivariano empezaba a empañar
el amarillo, azul y rojo de la bandera venezolana. Y con ello, Chávez logró que
se propuso: conquistar corazones, crear una adoración a su persona y consolidar
una plataforma o movimiento social (más que político) donde un niño que nace
hoy en los barrios populares, nace con una gorra militar y el pensamiento de
que él es chavista.
URGENTE: NO MÁS ODIO Y DIVISIONES
El desafío de
Capriles en estos pocos días que quedan: conquistar a lo menos el 10% del voto
duro del Chavismo. Ese voto que está en los ranchos (favelas, mediaguas) de los
cerros caraqueños, valencianos, aragüeños, zulianos…. Convertir ese voto duro,
en voto indeciso y pasar a blando…y el día 14 de abril, con todo el amor del
mundo, con toda la claridad de un discurso, conciliador, empático y atractivo
en cuanto proyecto social (no político)… será posible el cambio.
Capriles tiene
menos de 20 días para conquistar esos corazones. Tiene que generar lo que señalo
en mi libro escrito con mi amigo chileno Francisco Vidal: "Buena Onda": Capriles
debe instalar ya un ambiente positivo, propositivo, de reencuentro…con una
campaña visual sencilla y que sea impulsada por los jóvenes y niños en quienes
pesa el futuro de Venezuela.
Buena Onda
Venezuela! Es la campaña que hemos impulsado con amigos chilenos, venezolanos,
españoles, estadounidenses…a través de las redes sociales en internet.
La clave de
Capriles es conquistar ese voto duro con firmeza, con claridad, sin rencor, y reiterándole al pueblo chavista: que
Venezuela “no ha muerto”. Que el país va más allá de un presidente y que lo
hace cada uno de ellos: los venezolanos. Capriles debe firmar un compromiso que
no acabará con el plan social impulsado por Chávez. Que su base estará en los
pobres. Que el Gobierno es transversal, y no de un grupo: que es la hora de la
Unión, de la Fuerza, de los Valores que Uslar Pietri, Bello, Gallegos,
Rodríguez impulsaron y visionaron para Venezuela.
Es curioso. Estas
elecciones se realizan en el mes en que el mundo católico vive la semana santa.
En que los 1.200 millones de católicos le dan la bienvenida a un Papa
latinoamericano, jesuita, y quien seguramente no era del gusto mayoritario de
la curia romana, pero que pese a todo pronóstico: era el cambio. Un Papa que ha
basado su trabajo en lo social, lo humano, lo personal por sobre el mercadeo y
la política tradicional del Vaticano.
Capriles enfrenta
a un adversario débil. Nicolás Maduro es el candidato más débil que ha tenido
Venezuela. Sin discurso, sin el apoyo total de los círculos chavistas, y lo
peor: con un mensaje de violencia que ha instalado ya incluso dentro del
movimiento chavista instando a levantarse en armas para defender “su
revolución”. ¿Se merece Venezuela a una persona cuyo liderazgo no ha sido legitimizado por la mayoría de los ciudadanos? Por una persona que no sabemos si es responsable de la manera atroz cómo se manejó la muerte de su "padre" Chávez (como lo ha dicho en sus alocuciones)...Nicolás Maduro, un hombre a quien en lo personal respeto su pasado como chofer y trabajador, pero es difícil respetar la violencia en su conducta como ·"defensor" del ideario chavista.
HAY UN CAMINO....EL AMOR, LA VERDAD...LA BUENA ONDA!
Pero Capriles no
puede solo. Necesita el apoyo de todo el pueblo venezolano. El Consejo
Electoral Venezolano está viciado. Las máquinas están intervenidas. ¿Quién
garantiza que el conteo sea transparente? ¿Por qué se llevan las máquinas una
vez concluidas las elecciones y son resguardadas por las Fuerzas Armadas? El montaje está listo. Y ese es el gran
segundo escollo de Capriles: luchar porque ese conteo de votos sea a viva voz,
en público, con observadores internacionales en todas las mesas de votación.
Que el conteo de votos sea manual.
Y para ello es
necesario que América Latina también esté presente. No sería sano para nuestra
comunidad latina, que nuevamente un proceso de elecciones sea intervenido por
el propio gobierno para garantizar su triunfo.
Qué ganas que el
gobierno actual de Venezuela ofrezca unos comicios libres, abiertos,
transparentes y sin ese aire de arrogancia de sus dirigentes que cuando caminan
a dar los resultados, sonríen perversamente en señal de burla a la mitad de los
venezolanos que pidieron un nuevo gobierno.
Estimados
Venezolanos, amigos latinos, europeos, norteamericanos, del mundo entero: los
invito a sumarse a nuestra campaña en redes sociales, en facebook: Buena Onda
Venezuela” o en mi facebook personal: CORRAN LA VOZ::::BUENA ONDA VENEZUELA….A
SALUDARSE CON LA MANO EN SEÑAL DE V….DE VENEZUELA…. DE V….DE VIDA….V DE
VALORES….DE V (al revés) de Amor….
IMPULSA ESTA
CAMPAÑA A TRAVÉS DE TUS REDES…COMPARTE ESTE BLOG CON TUS AMIGOS…Y DI: BUENA
ONDA VENEZUELA!!!!!!!!!!!!
https://www.facebook.com/pages/Buena-Onda-Venezuela/548119651886390?ref=hl
Vamos Venezuela!
Vamos América Latina… Conquistemos nuevos corazones en el corazón de aquellos
que amaron y defendieron a un hombre que creyó en lo social. Ahora es el turno
de la comunidad, de los vecinos, de la historia, de Venezuela…DE HENRÍQUE. Yo
creo. Y tú?