Justamente, anoche, en la inauguración de la Exposición Fotográfica Isla de Pascua, más allá de los Moais, de mi amigo y socio chileno, Ricardo Vidal Crisóstomo, me correspondía el privilegio de presentar dicha muestra gráfica de la Isla, y le decía al público asistente que la vida siempre, siempre, nos "regala" la bendición de recibir oportunidades, esperanzas, que están asociadas a esa certeza que todos llevamos dentro, y que muchas veces no nos damos cuenta que la tenemos.
La esperanza de querer, de trabajar, de sanar una enfermedad, de recibir un regalo, de decirle a alguien eso que tanto anhelabas pero por miedo nunca lo hiciste. La esperanza de viajar, de transformar y transformarte, de generar un cambio, de ganar un espacio. ¡Esperanzas, amig@s míos!
Anoche, en la exposición, veía cada una de las fotografías que magistralmente nos expuso Ricardo, y sentía la fuerza, la inspiración, el amor que trasmite la naturaleza hacia nosotros. Y ahí, sin ninguna restricción, salvo el hecho que nos acerquemos a ella: al agua, a la cordillera, a la selva, al desierto, al mar, al bosque. Donde quiera que haya agua, hay vida. Suena cliché, pero eso así. Donde quiera que haya una señal de luz, de energía, habrá también eso que nuestro planeta nos regala a través de sus paisajes, su historia, y algo especial: SU GENTE. Nosotros, somos los protagonistas de este planeta que a veces se pierde entre tanto rencor, maldad, sufrimiento y contaminación.
La exposición de Ricardo me inspiraba anoche a decir que debemos creer en nosotros mismos. Creer más. Querernos más. Cuidar lo que tenemos. Dar gracias a Dios, todos los días por lo más lindo que tenemos a nuestro lado. Por las experiencias, tanto gratas como ingratas. Y superar aquellas limitaciones o factores de riesgo, barreras como es el miedo, el temor.
Hoy, sí. Hoy. Debemos comenzar este trabajo, este camino. Seguir hacia adelante, en la búsqueda de nuestros mejores recursos y potencialidades: la fuerza de nuestras palabras, de nuestras acciones y de nuestros pensamientos. Nuestro quehacer, nuestro libre albedrío, que nos habilita para ser mejores, entre los mejores.
Hace mucho tiempo dejé de preguntarme porqué. Preferí el para qué. Y me ha dado resultado. Visualizar en positivo. Fotografiar lo bueno, lo oportuno, lo que me llena. Vaciar las dudas, los temores y la tristeza. Y llenar con mucha energía, amor, pasión, esperanzas e ideas (nuevas) mi día a día. Que es lo que hago a través de estas columnas que ya me han permitido tener dos libros: Buena Onda y A Pura (da) Vida!
Ya entramos a la recta final del año 2014, y es hora de ir haciendo los balances. Te garantizo que si haces raya para suma, lo mejor predomina. Comenzando por valorar las personas que tenemos a nuestro lado, y separando lo material. Y es ahora cuando debemos empezar a decretar y visualizar el 2015: qué queremos, cómo lo queremos y cuándo lo queremos. Con quién.
Mi apuesta, se está cumpliendo. Las respuestas están a la vista. Y en la esperanza, deposito mi convicción de que llegaré a nuevos puertos, a nuevas personas, a mi corazón. Con la bendición de Dios y el Universo.
En amor.
Feliz miércoles de Primavera, desde acá, en Chile. Pura Vida!
Y gracias por las visitas de siempre, 38 mil veces gracias!
Y gracias por las visitas de siempre, 38 mil veces gracias!