lunes, 23 de agosto de 2010

Sí…hay vida bajo el planeta Tierra. Se llaman Mineros y están vivos.


Sí. Lloré.Y me emocioné. Pensé en ellos. Pensé en mis hijos. En mi papá. Y en mi hermano.En la familia. Qué increíble es la vida. Qué hermosa palabra contienen esas cinco letras: VIVIR.

Los 33 mineros, que paradójicamente estandoenterrados a más de 700 metros de profundidad, hoy son héroes anónimos.
No losconocemos y sus rostros, dan la vuelta al mundo desde el New York Times y la CNN de Estados Unidos, hasta el periódico más sencillo de nuestro país. Son el comentario obligado en todo el planeta.

Momento clave: cuando parece un papel. Y en ese papel, extraído de la corteza de un árbol, y extraído ahora desde las entrañas de nuestra tierra abrazada por el mineral que llena de millones de dólares las arcas fiscales de Chile y el resto del mundo, ese papel que llegó a las manos de un hombre que lloró cuando tuvo que decir la verdad al comienzo de la tragedia (el ministro de Minería, Golbourne), en ese papel, había tinta. Había vida.

Y lloré defelicidad. Porque estaban vivos. Qué digo...¡ porque están vivos! Ellos, mineros,trabajadores por siempre. Y en condiciones infrahumanas, para poder cumplir consus compromisos que todos tenemos: pagar cuentas y llevar el dinero a su casa ya sus familias. Ellos, nos han dado una lección no de sobrevivencia, sino de vida.

Me emocioné con los abrazos. Con el llanto de la esposa, de la mamá, de los hijos. La alegría de los rescatistas. Su fe. Su convicción. La idea de que trabajando enequipo, de manera inteligente,planificada, unida y apoyada por la autoridad pública y privada, el resultado tenía que ser así: un éxito, parcial.

Era el balde de oxígeno que todos necesitaban. Qué ironía, ellos, los atrapados mandaban señales de energía, amor, fe y empuje.

Hoy, la noticia da la vuelta al mundo, al tiempo que las diamantinas intentan seguir rompiendola dura piedra que separa los 33 corazones de la luz, del sol, del calorhumanos, de sus familiares... de la vida.

Escribo emocionado. Como periodista. Como persona. Chile es hoy testigo de un milagro.Porque esa sonda que dio con los mineros, no debió haberse desviado de sucamino. Dios quiso que ese orificio llegara al corazón de la tierra: los 33 mineros. Literalmente, podríamos decir, que bajo tierra hay vida: y esa vida,está en Chile.

Es nuestra oportunidad para crecer como país. Para cambiar lo malo, por lo bueno. Para trabajar de manera ética,educar y construir con excelencia, por ser más equitativos y menos soberbios.Chile no puede seguir siendo un país donde la soberbia, la codicia y las malasprácticas abundan.

Chile tiene esa gran oportunidad de convertirse -de verdad- un país líder. Humano. Más sencillo y más importante a la vez. Unido. Transversal. Donde las grandes compañías son capaces de ser actores relevantes en materia de responsabilidad social. Donde los gobiernos trabajan de verdad hacia la comunidad y no por votos y millones de pesos para suscuentas corrientes.

33 mineros.Están vivos. Más vivos que nunca. Y por ellos, sigo rezando. Y más que nunca convencido que la vida es hermosa. Y hay que vivirla.

lunes, 9 de agosto de 2010

Mirada Global: Si rescataron a 2 mil mineros en Sudáfrica… ¿Por qué en Chile no?


Al momento de redactar este artículo, 34 mineros chilenos seguían atrapados a más de 300 metros de profundidad, en una mina de cobre y oro ubicada al norte de Chile, zona de Calama. Quiero que sobrevivan. Espero en Dios, que cuenten con el oxígeno, el agua y alimentos suficientes en la espera del rescate. ¡Fuerza guerreros!

Este accidente, me llegó y de manera muy profunda. Será porque soy esposo, papá, hijo y hermano. Porque soy persona, al igual que ellos. Con la diferencia que trabajan día a día, en uno de los oficios más peligrosos del mundo. Al ver el rostro y mirada triste, perdida y hundida en el dolor, en una de las mujeres que seguramente llora la desaparición de su esposo, me motivo a escribir para contextualizar este (nuevo) desastre.

Lo primero que pienso es porqué siempre tenemos que ser reactivos y no proactivos. Sabía usted que en los últimos 5 años, el mundo minero chileno ha sido protagonista de 23 accidentes en yacimientos legales e irregulares. 28 muertos. 28 vidas, que podrían haberse evitado si dichos yacimientos, caminos o aparatos hubiesen contado con los mecanismos de seguridad pertinentes.

Me pregunto si los ejecutivos de la mina San José, perteneciente a la compañía San Esteban, donde actualmente permanecen desaparecidos los 34 mineros chilenos, instalarían sus oficinas al interior del yacimiento. Me pregunto si esos ejecutivos estarían dispuestos a enviar a sus hijos a trabajar allí con sus empleados. Creo que saber la respuesta.

Me pregunto, porqué las autoridades tardan tanto en prever situaciones de catástrofe, que pueden ser contenidas o incluso salvar vidas. Todo, mediante una supervisión exigente, con expertos, en terreno, periódicas. ¿Porqué? Me pregunto si los ministros de minería de los gobiernos anteriores y del presente, enviarían a sus hijos a trabajar a los yacimientos que hoy producen paradójicamente muchas alegrías a los sueldos millonarios de las empresas y en injusta proporción a los trabajadores.

Qué curioso. ¿Sabía usted que esta misma empresa minera fue protagonista de un accidente en su yacimiento y donde murió un trabajador el año 2008? Finalmente en un juicio, aceptaron pagar 90 millones de pesos a la familia del trabajador, en “compensación” por el error. ¿Y quiere saber más? Esta misma empresa, fue premiada el 2003 por la Sociedad Nacional de Minería por su “aporte” al desarrollo de la pequeña y mediana minería. El premio lo entregó el ministro de minería de ese entonces, Alfonso Dulanto.

Aprendamos de los errores…ajenos


Para vuestro conocimiento, Chile no es la excepción a este tipo de “errores”. Fíjese que entre los peores accidentes mineros en el mundo se recuerda el ocurrido en China, en 1942, donde 1.572 personas murieron en una explosión en la mina de carbón Honkeiko. Por cierto, China posee la industria minera más mortífera del mundo, con más de 2.600 trabajadores muertos en accidentes mineros el año pasado.

En Rusia, también. 110 personas muertas en marzo de 2007, al interior de una mina de carbón en Siberia. Este año, en Sierra Leona, otras 200 murieron cuando una zanja se derrumbó en una mina de oro.

Porqué no aprendemos. Porqué. Qué falta para ser más proactivos. ¿Más tragedias? ¿Más dolor? ¿Más lamentos?

Porqué la empresa tardó tanto en hacer oficial esta noticia. Porqué el gobierno tardó tanto en pedir maquinaria y expertos internacionales. Aquí hay que trabajar con expertos. Sin margen de error.

Porqué la compañía San Esteban, volvió a cometer el mismo error. Sólo que esta vez, no fue un trabajador sino que son 33 los desaparecidos.

Mantengo la esperanza. Porque en octubre de 2007, en una mina de oro en Sudáfrica, 3.200 trabajadores que habían quedado sepultados a más de 2 mil metros de profundidad, fueron rescatados con vida. Y el yacimiento, finalmente clausurado.

Ojalá que ahora sí, aprendamos la lección. Arriba mineros de Chile. Recemos por ellos, que están allí todavía.