Había una vez un pequeño príncipe…de esos encantados, que sabían
amar, luchar y crecer…
Que nació para sonreír…y con sus ojos conquistar al mundo…
Un príncipe hermoso…vestido del color de mar y la nieve…
Un niño que nació para volar, para jugar con las estrellas y construir
castillos en lugares imposibles…donde sólo su creatividad y su inocencia son
capaces de derribar muros infinitos.
En un planeta extraño, a veces incomprensible. Su voz era fuerte. Y
decidida.
Le gustaba mucho las flores. Y a donde iba, le pedía prestado a la
naturaleza, la más hermosa de ellas…para regalarla a las personas que más quería….
Era un niño-príncipe atípico. De esos que los cuentos de hadas e
historias de caballeros, suelen olvidarse en el baúl de los recuerdos.
Había una vez el niño que con cada flor regalaba su corazón…flores
amarillas, flores del sol!
Su voz, sus manos delgadas y largas, sus ojos maravillosos encantadores
de sueños…
Y su corazón, más grande que el Universo y de una vida que lo cobija,
que lo protege…junto a los ángeles y los dioses unidos en una sola Fe.
La música del viento, la fuerza de la naturaleza, el color del amor, el
poder de la energía contenida en su noble corazón…hicieron de esta historia, su
historia un camino de vida inolvidable, eterno…y conquistó. Conquistó millones
de corazones. Y el Mundo, el Universo, se abrazaron en una noche y un día…llovió
de emoción, los árboles se multiplicaron…
Y nuestro pequeño principe…fue Grande para siempre…
El es el Príncipe Agustín…El Príncipe de Las Flores
(Feliz Cumpleaños mi amor, 4 años de vida, dedicado a ti en tu día y siempre. Papá).
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