martes, 21 de octubre de 2014

Niño del Sol...Niño de la Luna...

La siguiente reflexión surge anoche. Al regresar de mis clases con alumnos de un Instituto Profesional, ya tarde. Cerca de las 10 de la noche. Luego de un día intenso. Trabajado e inspirado. Y en camino a mi casa, a descansar. Era mi recorrido habitual, en pleno centro de Concepción. Cercano a todo. Tiendas. Instituciones de Gobierno. Tribunales de Justicia. Organismos policiales. Restaurantes. Medios de Comunicación. Allí. Se dio una imagen que me entristeció y preocupó.

Era un niño de menos de tres años de edad, circulando por los pasillos de una galería del Centro de Concepción, pasillo colindante con los denominados "Cafés con Piernas", o más bien centros de prostitución, drogas y seguramente otros ambientes nocivos para ese angelito que deambulaba sin saber donde estaba. 

En ese momento pensé porqué. Hasta dónde somos capaces como sociedad para permitir que nuestros niños, hijos de la vida, del universo, de nuestro presente y nuestro futuro, deambulen entre el bien...y el mal. Y tan cercanos a ese inframundo obscuro. 

Lo curioso, es que cuando lo vi -cercado por un par de mujeres vinculadas a ese rubro nocturno- sentí una pena enorme. Pero también una luz en ese camino de obscuridad. Vi en él, esa luz blanca o azul. Esa estrellita de amor, de esperanza, en medio de ese pasillo de luces de neón, humo a cigarro barato y droga, y alcohol. Vi en ese hijo del sol, la vida misma. 

Caminé rápido y me fui a un recinto policial ubicado a tan solo tres cuadras del lugar a comentarle a un policía lo que vi. Inmediatamente, se paró de su asiento y se fue rápido al lugar a revisar esta situación. Desconozco lo que sucedió después. Quiero pensar que este policía y el pequeño hijo del sol, se encontraron. Y pudo sacarlo de ese pasillo del dolor, de la tristeza y la obscuridad. Y seguramente, habrá advertido a su madre. 

Quiero pensar que este hijo del sol, este soldadito de hojalata, sigue brillando, sigue sonriendo, frente a esa violencia. Y sus lágrimas, de niño, de corazón, se transforma en esperanzas, en luz. Para todos nosotros.

Para ti, querido niño del centro de Concepción y de nuestro planeta, dedico esta reflexión e invito a los miles que me leen en Chile y el resto del mundo, a que cuidemos a nuestros niños, los respetemos y protejamos. Para ti, dedico esta poesía......



"Niño del sol, y de la luna...niño de nuestra ciudad
paciencia...porque ese pasillo oscuro y triste, no son luces de neón ni humo...
ese pasillo es sólo un momento, entre tus lágrimas y sonrisas..
y quienes te vimos o no quisieron verte, te queremos, te ayudaremos...

Sufro por verte ahí, mi corazón partío...sueña ahora con la esperanza
que otro corazón robusto y seguro vaya por ti...que la balanza de la justicia se convierta en luz y sombra frente a tus moustruos que te persiguen...

Comprendo tu mensaje, mi niño del sol y de la luna....comprendo tu dolor pero también respiro tu amor, tu nacimiento....hacia la vida....

Así, chiquitico, como eres, Un grande serás.
Así como el mar, como el bosque..como tus castillos de chocolates y amigos imaginarios...serás feliz....

Niño del sol...Niño de la Luna..."


miércoles, 15 de octubre de 2014

El Mago y el Árbol

..faltaba poco para empezar y allí estaba. Firme. Infinito. Entre medio de Maestros o Bosques lleno de espíritu, de luz. De pasado y más allá, un futuro. 

Se detuvo. Lo observó. Y se acercó para olerlo. O sentir a través de su tronco como piel, desgastada por los siglos, seguía vivo. Y cuando lo acarició, despertó y a través de la brisa fresca y húmeda del aquel segundo,  el Árbol le susurró: ¿quién eres?

- Un Mago- le respondió.

-Y porqué viene un Mago hasta este lugar tan perdido en el tiempo y el espacio de nuestros pensamientos...- le preguntó el Árbol.

-Cuando viajaba sentí un aroma diferente. Sentí un deseo nuevo, misterioso. De llegar hasta acá. Necesitaba buscarte. Necesitaba estar aquí y verte de nuevo. Han pasado siglos desde aquella vez. Y aquí estás...

-Eres un Mago que viaja a través del tiempo, de mis siglos vividos. Y otros vacíos.  De las historias que he abrazado con mis hojas otoñales y otras verdes primaverales. Y aquí, en estas raíces, deposito una magia especial para tí...te esperaba.

En ese instante, el Mago, de ojos infinitos, brazos fuertes y piel dorada por los siglos de viajes y magia, se hinca. Posa su cabeza sobre el tronco del Árbol y una raíz emerge de la tierra humeda y dulcemente en aroma a bosque, y sube a través del tronco y llega hasta sus manos.

Allí, el Árbol suma fuerza, brisa, y con la luz del amanecer y el atardecer juntos, le susurra....

-Llegaste. Aquí estás. Aquí, está la Magia. Concéntrate. No es tu pasado ni tu presente, y tampoco tu futuro. Es TODO. Como música, como aromas del Oriente, o la sensualidad de cientos de amazonas y sirenas que juegan a placer... o donde el centauro corre veloz a través del desierto y la montaña. Allí, donde mires...posarás la magia de tu interior, Mago!- seguía susurrando el Árbol.

Una lágrima empezó a recorrer la mejilla del Mago. Una lágrima de cristal, en azul y en plata. Y sus recuerdos empezaron a jugar con sus deseos. Mientras una suave brisa y un poco lluvia, se hacía presente en el lugar y ambos seres, se abrazaban en señal de voluntad y de pacto.

-Las lágrimas de un Mago, son eternas. Mago. 

-Mis lágrimas, eternas, Árbol me dicen que la Magia de tus raíces es la fuerza que necesito para subir y elevarme entre tus ramas...y seguir mi ruta. Mi camino. Mi destino.

El Mago, sintió que el vuelo llegaba como la brisa inesperada. Sus pensamientos volaban. Su deseo, inspirado, poseído por una Vida mágica y entre guerreros y batallas miles vividas bajo los truenos y los desiertos, y un corazón dispuesto a vivir.

-Tu corazón es muy fuerte. Es misterioso como la Magia que llevarás hasta todos los pueblos y aldeas de nuestro Universo. Ese Universo que quieres descubrir, que quieres sentir, y conocer para llegar a tu destino...- le señaló el Árbol, esta vez bajando unas ramas y posándolas sobre sus hombros caídos pero dispuestos a seguir el camino.

El Mago seguía a los pies del árbol. Abrazado. Sumido en un sueño perdido de niño, sueño que seguirá viviendo por miles de años a través de la Magia de su Universo.

-Alza. Alza tu mirada. Alza tu vuelo  mago. Ya estás preparado. Lo tienes. Es la fuerza tu de tu vida, y la de miles de almas que llevas en tus manos cada vez que posas tu mirada en la ruta. Son multitudes de pueblos y personas que te esperan, Mago. Ven. Posa tus manos en mis raíces. 

Al tocar sus raíces, un concierto empezó a sonar. Y un canto de mujer hizo eco a través de ese bosque. Voz sensual. Y en cada sonido, una voz en su interior, le decía que debía hacia la ruta. Ese destino incierto, pero suyo. La voz del concierto de los árboles, de las flores, de las estrellas que bajaban en forma de pequeñas y microscópicas luces multicolores. 

-Cierra tus ojos, Mago. Escucha. Es ella. Esa voz dulce que sientes ahora. Es la voz que debes seguir. Siente su aroma. Siente sus lágrimas. Percibe sus sentimientos..- le describía el Árbol mientras sus ramas empezaban a alejarse del cuerpo poseido de la dulce melodía, en piano, en voz dulce, de ese ser....

Se paró. No lo miró hacia arriba. Sólo posó sus manos sobre el tronco, grueso, infinito, como un muro romano. Acercó su frente. Sintió la energía del lugar. Sintió el aroma. Y mientras movía su traje obscuro y plateado por la luz que se colaba entre otros árboles...el Mago atinó y escribió en la tierra:

MAGIA. 


viernes, 10 de octubre de 2014

Pensamientos Multicolores

En esta columna de fin de semana, y la primera desde la celebración de mis primeros 41 años de vida, les regalo algunas frases o pensamientos que más que poesía es la voz de mi corazón y la fuerza de mis pensamientos como periodista y escritor que quiere regalar (les) un poco (más) de optismismo...en tiempos de tantas noticias trágicas, estrés laboral o sencillamente momentos ingratos o difíciles. 

Para tí, con todo mi cariño y recuerdo...


 "Mira, observa, siente. No dejes de emprender el vuelo hacia lo infinito, hacia tu ser propio, tuyo, y que que está vivo, listo y dispuesto a ser más. Deja que la Vida te llene de espacios nuevos, de sabores diferentes y sonidos que seguro te harán bailar".

"No dejes de soñar, de tener la esperanza de vivir y revivir.  Camina y sonríe. Toma su mano. Siente su piel suave, piel humana, piel dulce. En todas partes hay lugares donde caminar, donde sentir esa puesta de sol, y en ese atardecer, en ese amanecer, nuevo, te prometo que encontraràs algo más que un deseo, un sentimiento. Encontrarás inspiración. Tu alma".

"Conversando con Kaori, una profesora japonesa, quedé impresionado por la belleza de su mirada y su sonrisa. Pulcra. Sincera. Sin menos y sin más. Lo preciso. Su cuaderno tallado en trazos maravillosos de caligrafía o arte japonés...su ropa única de color verde obscuro. Su pelo abrazando su cabeza y su rostro de niña-mujer. Y una conversación infinita para organizar juntos una velada cultural junto a una amiga chilena artista, bella de corazón y pasionaria de su vida. Todo en medio de un café en una esquina de Concepción cuyo sabor dice ser de Colombia. Qué placer se siente disfrutar a dos mujeres hermosas y cultas, y amigas".

"En una semana, llena de noticias, de Ébola que sí, que no. De Premio Nobel, de alzas y bajas, de estrenos y películas repetidas, de Bolsas que sucumben ante las expectativas del mercado...me sonrío y camino. Respiro. Me paro frente a mi árbol favorito. Lo abrazo. Tomo una foto. Lo vuelvo a mirar. Y ahora es este árbol que me sonríe. Y me dice: te quiero. Cuando regreso a mi departamento que vuela sobre 15 pisos de altura de mi ciudad Concepción, me digo: vale la pena vivir".

"Visito una Feria de Innovación y Creatividad, donde numerosos jóvenes y no tan jóvenes buscan sacar adelante su pequeña empresa basada en ideas y deseos. Llego a la conclusión que están ahí por algo. Por una misión. Sonríen. Conversan conmigo. Y me hacen partícipe de sus sueños, de cómo llegaron ahí. Bebo con ellos, la savia del triunfo y de los éxitos que están por venir. Y de cómo la comunicación, puede ser un aporte (mío) para ellos".

"Recibo un regalo. Desde lejos. Muy lejos. Una cartera de cuero hecha en la India. Una moneda de plata, bañada por la luz de las estrellas del Norte y bendecida por la lluvia de otoño. Con una imagen de la estatúa de la libertad. Recibo un cristal mágico, extraido de una isla que aún no se describe en los mapas pero si escribe en un libro. Recibo todo este regalo, envuelto en un manto de luz, de amor, de cariño, de amistad, de esfuerzo y làgrimas, de creencias y de partidas. De anhelos. De soledad. Y en ese regalo, visualizo un planeta nuevo, nuestro, vivo. Donde cabe todo. Luz. Abundancia. Afectos. Confianzas. Lealtades. Y agradecimientos".

"Veo tu foto corriendo sobre la playa. Tu sonrisa. Tu pasión por los animales. Tu creencia en la amistad. Y me siento orgulloso de que existan personas como tú. Porque el mundo precisa de personas que saben, que sienten, que cuidan, que emprenden. Que quieren".

"Y sigo escribiendo. Dando las gracias a las 36 mil personas que me acompañan desde aquí hasta allá. Por el mar, el cielo, la tierra, la selva. La ciudad y el pueblo. Allí, en tu corazón".

Feliz fin de semana y Pura Vida!