En esta columna de fin de semana, y la primera desde la celebración de mis primeros 41 años de vida, les regalo algunas frases o pensamientos que más que poesía es la voz de mi corazón y la fuerza de mis pensamientos como periodista y escritor que quiere regalar (les) un poco (más) de optismismo...en tiempos de tantas noticias trágicas, estrés laboral o sencillamente momentos ingratos o difíciles.
Para tí, con todo mi cariño y recuerdo...
"Mira, observa, siente. No dejes de emprender el vuelo hacia lo infinito, hacia tu ser propio, tuyo, y que que está vivo, listo y dispuesto a ser más. Deja que la Vida te llene de espacios nuevos, de sabores diferentes y sonidos que seguro te harán bailar".
"No dejes de soñar, de tener la esperanza de vivir y revivir. Camina y sonríe. Toma su mano. Siente su piel suave, piel humana, piel dulce. En todas partes hay lugares donde caminar, donde sentir esa puesta de sol, y en ese atardecer, en ese amanecer, nuevo, te prometo que encontraràs algo más que un deseo, un sentimiento. Encontrarás inspiración. Tu alma".
"Conversando con Kaori, una profesora japonesa, quedé impresionado por la belleza de su mirada y su sonrisa. Pulcra. Sincera. Sin menos y sin más. Lo preciso. Su cuaderno tallado en trazos maravillosos de caligrafía o arte japonés...su ropa única de color verde obscuro. Su pelo abrazando su cabeza y su rostro de niña-mujer. Y una conversación infinita para organizar juntos una velada cultural junto a una amiga chilena artista, bella de corazón y pasionaria de su vida. Todo en medio de un café en una esquina de Concepción cuyo sabor dice ser de Colombia. Qué placer se siente disfrutar a dos mujeres hermosas y cultas, y amigas".
"En una semana, llena de noticias, de Ébola que sí, que no. De Premio Nobel, de alzas y bajas, de estrenos y películas repetidas, de Bolsas que sucumben ante las expectativas del mercado...me sonrío y camino. Respiro. Me paro frente a mi árbol favorito. Lo abrazo. Tomo una foto. Lo vuelvo a mirar. Y ahora es este árbol que me sonríe. Y me dice: te quiero. Cuando regreso a mi departamento que vuela sobre 15 pisos de altura de mi ciudad Concepción, me digo: vale la pena vivir".
"Visito una Feria de Innovación y Creatividad, donde numerosos jóvenes y no tan jóvenes buscan sacar adelante su pequeña empresa basada en ideas y deseos. Llego a la conclusión que están ahí por algo. Por una misión. Sonríen. Conversan conmigo. Y me hacen partícipe de sus sueños, de cómo llegaron ahí. Bebo con ellos, la savia del triunfo y de los éxitos que están por venir. Y de cómo la comunicación, puede ser un aporte (mío) para ellos".
"Recibo un regalo. Desde lejos. Muy lejos. Una cartera de cuero hecha en la India. Una moneda de plata, bañada por la luz de las estrellas del Norte y bendecida por la lluvia de otoño. Con una imagen de la estatúa de la libertad. Recibo un cristal mágico, extraido de una isla que aún no se describe en los mapas pero si escribe en un libro. Recibo todo este regalo, envuelto en un manto de luz, de amor, de cariño, de amistad, de esfuerzo y làgrimas, de creencias y de partidas. De anhelos. De soledad. Y en ese regalo, visualizo un planeta nuevo, nuestro, vivo. Donde cabe todo. Luz. Abundancia. Afectos. Confianzas. Lealtades. Y agradecimientos".
"Veo tu foto corriendo sobre la playa. Tu sonrisa. Tu pasión por los animales. Tu creencia en la amistad. Y me siento orgulloso de que existan personas como tú. Porque el mundo precisa de personas que saben, que sienten, que cuidan, que emprenden. Que quieren".
"Y sigo escribiendo. Dando las gracias a las 36 mil personas que me acompañan desde aquí hasta allá. Por el mar, el cielo, la tierra, la selva. La ciudad y el pueblo. Allí, en tu corazón".
Feliz fin de semana y Pura Vida!
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