miércoles, 12 de diciembre de 2012

Vaya "Navidad"...¿Qué hacemos?

Vaya cierre 2012 para Chile, nuestra hermosa y maravillosa América Latina y nuestro globo (cada día menos verde y azul).  No voy a comentar aún sobre los principales hechos de este año: convulsionado, desde todo punto de vista. No, sólo quisiera plantear una serie de reflexiones en torno a diciembre y el mes de la navidad que me no deja de llamarme la atención y que tiene que ver con lo que somos, quienes queremos ser y lo que sucede en torno a nosotros. Sí, nosotros.

Lo primero: en lo netamente actual, vemos cómo políticamente nuestras naciones siguen sumidas en sus propios procesos de cambio, transformaciones o crisis para otros. En Europa, con la cesantía y desempleo; en Medio Oriente con la violencia en Siria y las interminables pugnas entre Israel y Palestina, y los secretos de Irán en torno a su poderío militar. En nuestra América Latina, un cada día más enfermo Hugo Chávez, y con un pie en el paso de la vida a la muerte producto de su cáncer; litigio Chileno-Peruano por varias millas de mar (y enriquecimiento pesquero);  México con un presidente (joven) que necesita liquidar a los cárteles cada día más sanguinarios; Brasil, eterno Brasil, creciendo económica y socialmente, y preparándose para el Mundial y Olímpicos…

En definitiva, nuestro globo moviéndose cada día más rápido y no nos damos cuenta…que los años van transcurriendo entre noticia y noticia, deberes y deberes, necesidades y metas por satisfacer, sueños…que se nos pierden en el vacío de las ideas, las ganas y la fe.

Diciembre, mes en que cada día nos convertimos en piezas movidas cual titiritero, por las grandes tiendas y el comercio. No digo no que exista, digo que salvemos el equilibrio justo de las cosas. Y no perder la esencia de un mes que debería motivarnos al rencuentro, al perdón, al amor, a la alegría, a las ganas de trabajar sustentablemente, felices, motivados. Y no indignados, como en Europa, USA o acá mismo.

Mientras escribo, los videos en youtube se multiplican por millones y nacen especímenes multimediales como el coreano que tiene hasta a Obama como público en Nueva York. Me pregunto, qué pasa con el crecimiento exponencial de las ciudades sustentables, alegres, humanas, vivibles. Qué pasa con la solidaridad bien planteada, y expresada más allá de las campañas.

Me indigno al escuchar un jingle radial en Chile, donde un niño le dice a su papá que ya no cree en Santa Claus o Viejito Pascuero, porque es lento, y no trae tantos regalos como la tarjeta Cencosud (principal retail de Chile y gigante latinoamericano). Me asusto, pero también me motiva a escribir y hacer un llamado desde esta tribuna a todos los padres y madres de mi maravillosa Latinoamérica para que les entreguen una educación en valores a sus hijos, para que seamos guías y maestros verdaderos  de nuestros hijos y futuro del mundo…

Navidad, fecha en que los cristianos celebramos la llegada de una figura superior, y en la que creemos. Respetando las creencias y fe de otros. Multiplicando interpretaciones. Pero compartiendo emociones, sentimientos, música, gastronomía, sueños…amor.

Escribo, y me imagino que estoy acariciando  a cada uno de mis dos hijos Cris y Agus. Y les digo con cada letra: Chamitos míos…la vida va más allá de lo que están viendo y sintiendo. Hay un fondo. Ya no hay porqué sino para qué.

Un abrazo desde Chile para todos! Y que sea un mes de diciembre…un poco más humano y sensible.

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