Hoy amanecí
pensando en la palabra Oportunidad. Su
significado. Su sentido. Y lo provechoso que pudiera resultarnos para aquellos
que nos aferramos a la dicha de vivir con sentido, con optimismo. Y también pensaba en aquellas personas,
pueblos y ciudades donde las oportunidades no existen.
Este fin de
semana, fue partícipe del fallecimiento un bebé de tan sólo 4 meses de edad,
debido a un fallo respiratorio. Me llegó
el dolor de su padre, narrado por un ex alumno quien lo asistió en todo
momento. Pero el dolor estaba ahí. Y los cuestionamientos a la vida, a un ser
supremo, a la justicia, al amor…también. Porqué. Seguramente fue la palabra más
planteada en la familia del pequeño que se fue en búsqueda de otra
oportunidad: la vida en espíritu eterno.
También me entero
de un accidente que tuvo un familiar cercano, al igual que el bebé, pequeña y
crecimiento. A Dios gracias, la vida le
dio una oportunidad y salvó ilesa, gracias a la presencia de personas que la
ayudaron y por cierto, al milagro.
Más lejos, en
Oriente Medio, en un país donde la masacre, el odio, la rabia y la violencia
también hacen de lo suyo, asesinando a niños, jóvenes, adultos y ancianos,
producto de la soberbia de los gobernantes insensatos y que sólo piensan en
perpetuarse en el poder. Me refiero en
este caso a Siria.
Me pregunto, cuál
es la oportunidad para ellos, para quienes sufren el embate de las guerras, los
conflictos, la violencia en las calles y en el mensaje político que a diario
inundan nuestros espacios de vida. En Venezuela, además de morir cientos de
ciudadanos a manos del hampa y la delincuencia, crece el odio, la soberbia y la
rabia liderada por sus políticos sedientos de poder y más poder. ¿ Y las
oportunidades?
Hoy, cuando venía
caminando a mi oficina y bebiendo un exquisito café, pensaba y respiraba.
Sentía el frescor del otoño en mis pulmones y daba gracias a Dios por la vida,
por mis hijos, por mi trabajo. Y pedía por todos nosotros para que la luz de
este amanecer se transformara en un abrazo del universo a cada uno de nuestros
corazones.
La oportunidad de
vivir, la oportunidad de perdonar, la oportunidad de emprender, de volver a
comenzar, de volver limpiar y ordenar nuestras habitaciones colmadas de basura
emocional y vicios que no dejan ver el horizonte. La oportunidad de crecer, de
abrazar a nuestros seres queridos, de hacer una llamada para saber cómo están.
La oportunidad de hacer nuevas amistades. De viajar, de escribir, de pintar…de
jugar.
La oportunidad
tiene perspectivas insospechadas. La oportunidad tiene ese sabor exquisito del
café de grano sudamericano, cuyo aroma envuelve mis ideas, nuestras ideas… la
compañía exacta en el momento oportuno.
La oportunidad
de pedir perdón y de dar gracias. De
disfrutar. De sonreír.
La oportunidad de
luchar por nuestros ideales, por generar ese cambio que queremos ver en el
mundo.
La oportunidad de ser.
Que tengan una
hermosa semana, amigos del mundo y del universo. Confíen en sus oportunidades!
PD: A mis amig@s de Venezuela! La Oportunidad de recuperar el país existe! Fuerza! Creer! y Querer!
No hay comentarios:
Publicar un comentario