Hola! Buenos días… Recibe todo el ánimo y la buena
onda del mundo en este comienzo de semana, enviándote un gran abrazo desde el
sur de nuestra hermosa américa latina, desde Concepción, y desde una fría y fresca
primavera.
En esta columna de día lunes 23 de septiembre,
quiero dedicarles un par de pensamientos y con un motivo especial: corre el
reloj y su cuenta regresiva para mi cumpleaños número 40 de vida. No es menor,
no? Sonrío. Para muchos será un poco traumático cumplir
40. Para otros, les dará lo mismo. Para mí, es especial.
Lo primero que me nace pensar y sentir es que la
vida es maravillosa. Que lo primero que nos regala es precisamente eso: la
vida, el espacio único, nuestro, que nos llena de bendiciones y momentos que
tienen un sentido.
Las personas, la familia, los amigos, el amor por
alguien, la amistad son parte de ese Universo que la vida y Dios nos entrega
como “crédito” para que hagamos uso de dicho “crédito”. El problema, siento es
que a veces lo olvidamos. Olvidamos: dar gracias por ser quienes somos, por
todas aquellas personas, quienes nos rodean y nos entregan con una sonrisa, un
beso, un abrazo o sencillamente una mirada: energías positivas.
Ad portas de cumplir la mitad de mi camino ( y sus
40 estaciones), siento que la Fuerza de la Vida está en eso que todos sentimos
pero nos negamos a darnos cuenta que existe, y lo anulamos con problemas,
miedos, visicitudes, ansiedades, tristezas o sencillamente nos dejamos llevar
por la mala onda. Ahí comienzan los problemas. Cuando nos negamos a ver el
fondo y en perspectiva lo que realmente importa: lo sencillo, lo nuestro.
La Fuerza de la Vida en mis primeros 40 años de
vida tiene que ver con eso: vivir siempre con una esperanza. La belleza de haber
nacido en cuna de amor, con una mamá y un papá únicos y que me regalaron eso
mismo: amor. La belleza de vivir con pensamientos positivos, de haber conocido
gente maravillosa en mi Venezuela, con recuerdos inolvidables, de alegría, de
sencillez, de atardeceres y crepúsculos románticos en el mar Caribe… de
maestros que me enseñaron que en la historia, la geografía y la filosofía,
versa el espíritu de una nación.
La Fuerza de la Vida está en comenzar la semana
con una mirada en positivo: decretando lo mejor para nosotros. Y dejar atrás
los errores. Dando paso a los triunfos.
Que tengan una gran jornada hoy y toda esta
semana, y a seguir con la mejor de las Buena Onda pensando en esto: La Fuerza
de la Vida, está en cada uno de nosotros, de nuestros espacios y deseos.
Hecho. A vivir y porqué no: re-vivir.
Un abrazo!
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