Hola 2013, así que te vas...bueno, espero que tu presencia en nuestras vidas nos deje la experiencia, la sabiduría y el espíritu de unos 365 días que vaya que marcan. Fuiste un año complejo, pero pleno.
Hoy, debo confesarte que me levanté primero, mientras mis pequeños Cris y Agus dormían. Me preparé un café, prendí tres velas: una azul y otra celeste con blanco, y una pequeñita amarilla que quedaba de la Navidad. Me senté en mi sofá maravilloso, junto a la palmera de Isla Casal, el atril de mi primer libro y la foto de tres mosqueteros niños que siempre me acompañarán.
¿Sabes 2013? te quiero dar las gracias. Porque fue un año en lo personal, maravilloso. Un día como hoy, el 2012, estaba con Cris y Agus celebrando tu llegada, junticos los tres, decretando proyectos, logros, amor y reencuentros. Pedímos por nuestras familias, por el país, por mi Venezuela querida, por el amor.
En poesía, puedo decirte muchas cosas. Como pedir prestado al Universos sus estrellas y envolverlas en papel con mis manos y decirte que aquí en estas tres estrellitas se funden nuestros corazones en señal de agradecimiento porque detrás de todo lo vivido este año, fuiste siempre compañía y universo mismo que nos abrazó. En música, puedo componer una canción romántica, y decirte al oído que el amor estuvo ahí junto a mí. Susurrando siempre miradas cómplices, abrazos de amistad, mensajes o señales de cariño, admiración y deseo desde cualquier parte de este mundo maravilloso.
En puño y letra, puedo decir que en estos 365 días, mi cuerpo y espíritu cumplió casi la mitad de una vida, 40 años! Y aquí estabas! Conmigo. Universo, Dios, Espíritu, escribiendo conmigo cada día, esculpiendo en mis pies, manos y ojos, nuevas experiencias para hacerme más hombre, más papá, más hijo, más hermano y amigo.
Me siento en este último día que te vas, 2013, me siento feliz. He encontrado un nuevo camino que siempre busqué: el de convertirme en lápiz, papel y tinta, y escribir para mí, para la gente que me quiere y para todo el mundo. Ser escritor de vida, escritor de nuevas esperanzas, escritor de sueños y vivir pensando que la vida es luz, señal y poder de uno mismo.
La esperanza, vaya, la esperanza me la pusiste ahí mismo para que la aprovechara. La fe, esa que siempre he mantenido, me sigue haciendo fuerte. Sólo resta superar algunas contradicciones, miedos y/o carencias que estoy seguro que como hombre y persona, soy capaz de resolver mientras llega un nuevo año, que estoy seguro y decreto, es muy parecido a ti: único, abierto, limpio, claro, y abundante en bendiciones.
Cierro esta página 2013, con una reflexión final:
Cómo puedo ser mejor, si nacimos como seres de luz...sólo que de a poco vamos apagando dicha llama con nuestros propios miedos, imperfecciones y carencia de esperanza y alegría. ¡Esta es la oportunidad! Dar vuelta esa sincronía de emociones y convertirlas nuevamente en luz, amor, fuerza, optimismo y valor.
Es como volver a empezar. Siempre se puede volver a empezar. Por algo existe el día y la noche. Por algo creaste el amanecer, no? Para volver a caminar, a mirar, a sonreír, a amar, a compartir...a jugar...a crear.
Gracias 2013, gracias Universo y un abrazo grande a todos quienes te siguen como yo, y a quienes por diversas razones, no. Bendiciones para todos y que el 2014, siempre, siempre esté pleno Vida: Pura Vida!, Buena Onda y Amor....ese amor que siempre llevamos dentro.
Hasta siempre 2013, Bienvenido 2014!!!!!!
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Epílogo......
Y el 2013 me dijo a través de todo lo que me rodea: "Cree, Vive y Ama".
(Cristián E. Sandoval Cabezas. Periodista. Aquí, escribo de la vida con un café!)
martes, 31 de diciembre de 2013
lunes, 9 de diciembre de 2013
Navidad...para ¿todos?
Qué increíble cómo pasa el tiempo. Llegamos a
diciembre, siempre pensando lo mismo: “qué rápido pasa el año. O que lento se
nos fue. Qué voy a comprar. Qué regalo le haré. Por Dios que están caras las
cosas. Qué larga la fila para pagar. ¿Llegaré a fin de mes? Mejor pido un
crédito o recurro a la tarjeta y lo pago en cien mil cómodas cuotas”. Entre el estrés
del trabajo, los balances, los cierre de año, los proyectos para el 2014…aparece
diciembre, entre tantos colores, música navideña, Santa Claus-San Nicolás-PapáNoel-Viejo Pascuero, y millones de mensajes alusivos a la Navidad. Entre spots,
jingles radiales, y una televisión que no para de bombardear juguetes y más
juguetes, al mismo tiempo de ofertones bancarios para pagarlos. Curioso.
Sin embargo, en medio de todo ese millón de
partículas de mensajes, sonidos, imágenes y emociones, en medio de todo eso,
emerge a mi modo de ver, una verdad que no la podemos olvidar y bien lo sabemos
porque todos fuimos niños alguna vez: ¡ el espíritu verdadero! ¿Dónde está ese
espíritu que todos deberíamos recoger, compartir y hacerlo realidad junto a nuestros
seres queridos y amigos?
Hoy, la vorágine de las nuevas tecnologías, la
internet y las redes sociales, la telefonía inteligente, han creado una
plataforma que de alguna manera también están determinando estas realidades que
a veces me parece que son mero espejismo de lo que de verdad está sucediendo. Esa
mezcla de deseo, de consumo, de aspiración, que no es malo, en la medida que
seamos capaces de equilibrar dichas emociones y necesidades.
Navidad que del latín, significa nacimiento, y que
los cristianos lo celebran en relación al nacimiento del niño Jesús…sin duda
que no deja de sorprenderme como concepto, y al mismo tiempo representa para mi
corazón: Esperanza.
La Navidad si es nacimiento tiene que ver con el
comienzo de una nueva vida. Si antes fue Jesús o quien quiera que represente la
imagen viva de nuestra fe, admito que la Navidad me evoca el amor de mis
padres, la compañía de mis hermanos, los juegos con mis amigos, los colores,
los villancicos, el chocolate caliente en las mañanas de las mismas del Gallo
en Venezuela, o las patinatas decembrinas. Las gaitas venezolanas, y las
películas infantiles de navidad. El deporte. Pero siempre había una luz que dando
vueltas sobre el horizonte de mi hogar, me indicaba que la navidad era esa
energía que todos llevamos dentro. Como una hermosa estrella fugaz.
La Navidad estaba en mí, en mi gente, en los
niños, en la capacidad de hacer feliz al otro. En el perdón. En el amor
verdadero. En la familia, unida, o reunificada. En disfrutarnos más, a la
espera de un gran regalo: la sonrisa, el calor de un abrazo y sencillamente ese
suspiro que sentíamos cuando abríamos la tarjeta de navidad recibida a través
del correo. El suspiro de nuestro corazón.
Hoy, en medio de un caos informativo, de
elecciones presidenciales, de comicios electorales, de crisis económica,
climática y alimenticia, del horror que viven miles de personas producto de la
violencia y la delincuencia, el narcotráfico, de la ausencia de las confianzas,
de la manipulación de datos, de la exacerbación del consumismo generando
ansiedad, estrés y depresiones, que finalmente terminan en el suicidio…en medio
de ese caos: aparece una luz, una voz, un susurro, una brisa llamada Navidad o
nacimiento de una nueva vida. Vida que debemos disfrutar, vivir, compartir y
hacerla más verdadera de lo que pensamos que es.
Me atrevería a decir que hoy, cuando llegue a mi
departamento y salga a la ventana a reflexionar mi día, miraré las estrellas y
pensaré que esta Navidad tiene que ser especial para mí y mis hijos. Para mí y
mis amigos. Para mí y mis compañeros de trabajo. Para todo lo que me rodea y me
acompaña.
Dejar atrás los problemas, los miedos, las
desilusiones o aquella tragedia que muchas veces la llevamos como parte de un
día a día. La clave de la Navidad está más cerca de lo que creemos. Está en recuperar
esa magia que cuando niños sentimos. Vivimos. O alguien nos contó. Ya sea en
voz, libros o mensajes infinitos a través del universo.
Hoy, mis queridos amigos de Chile, Venezuela y el
mundo, quiero compartir con ustedes esta columna navideña, invitándolos a
volver a nacer. A vivir la Navidad como un punto de inicio. Un comienzo de
nuevo. Con amor, con fe, con alegría, con certezas más que dudas. Con la
seguridad de que realmente nos queremos y podemos hacer felices a los demás con
un solo gesto: una sonrisa, una llamada, una mano cuando menos lo esperan, con
una carta, un café, o una conversación sincera.
La Navidad, bella navidad, la miro en un niño que
nació muy cerca de mí, hace 5 y 8 años. Con ojos chiquiticos y manitos
delgadas. Con una sonrisa maravillosa y un corazón enorme. Niños. Hermosos
niños míos. La Navidad eran ustedes mis hijos. O el abrazo de otro niño que
hace muchos años atrás en Los Ángeles me abrazaba llorando por haberle regalado
un poco de alegría en su casita humilde y sin regalos. La Navidad del niño
Jesús, del Pesebre, de nuestras casas brillando arbolitos, bastoncitos,
pascueritos, o generando un clima de paz.
La Navidad del perdón, del amor, del
respeto, de la alegría…de La Buena Onda!
La Navidad de todos, para todos. Mi Navidad feliz.
¿Y la tuya?
sábado, 7 de diciembre de 2013
Bye Bye Mandela!... Venezuela es una Candela!
Hola cómo están. Un gran saludo desde la ciudad de
Los Ángeles, sur de Chile. Y mis
sinceros deseos que la luz y la buena onda sea el gran regalo de Navidad para
todos ustedes. Y como siempre, ¡gracias, muchas gracias por visitar mi blog!
Reanudo mis comentarios hoy enviando también un
gran saludo a mis amigos, familiares y colegas de Venezuela que este domingo 8,
nuevamente vuelven a las urnas, esta vez para elegir a alcaldes (335) y
concejales (2,500) en todo el país. 8 meses después del fraude presidencial, en
el que Nicolás Maduro y la maquinaria política chavista, logró vencer por
escasos 200 mil votos al opositor e incansable, Henríque Capriles. 19 millones
de venezolanos están habilitados para sufragar y convertir esta elección en una
prueba de fuego para el caótico régimen liderado por Maduro.
Venezuela, sigue siendo hoy y con mucho dolor lo
digo: una caricatura política en América Latina, donde el realismo mágico se hace presente en este país con discursos y acciones populistas del gobierno de Maduro, incrementándose la polarización, la violencia en las calles producto de la delincuencia y el
hampa y la competitividad de las empresas sigue en declive.
Y esta caricatura, con foto incluida de Chávez, resurrección en pajaritos y villancicos ridículos de Maduro promoviendo el consumo de electrodomésticos rebajados por decreto presidencial, me lleva a pensar que las elecciones municipales de este domingo pueden y deben abrir un nuevo camino hacia la recuperación de una nueva Venezuela.
Y esta caricatura, con foto incluida de Chávez, resurrección en pajaritos y villancicos ridículos de Maduro promoviendo el consumo de electrodomésticos rebajados por decreto presidencial, me lleva a pensar que las elecciones municipales de este domingo pueden y deben abrir un nuevo camino hacia la recuperación de una nueva Venezuela.
Es curioso o hasta paradójico. Un país, cuyas reservas petroleras es la más
grande del planeta (1.36 billones barriles de petróleo en la Faja del Orinoco),
gas natural (200 millones de metros cúbicos de producción diaria), oro
(representa el 10% de la reserva mundial), además de otros minerales y productos
pesqueros y ganaderos, no puede sino dar mucha lástima con lo que está
sucediendo.
Es por eso, que desde artículo, le envío todo mi apoyo a ese venezolano amigo, amiga, joven adulto, aquel que vive y convive haciendo largas y madrugadoras filas para conseguir mantequilla, pollo, pan y papel higiénico, mientras millones y millones de dólares se van en petróleo a China, Irán, Cuba y curiosamente, Estados Unidos.
Es por eso, que desde artículo, le envío todo mi apoyo a ese venezolano amigo, amiga, joven adulto, aquel que vive y convive haciendo largas y madrugadoras filas para conseguir mantequilla, pollo, pan y papel higiénico, mientras millones y millones de dólares se van en petróleo a China, Irán, Cuba y curiosamente, Estados Unidos.
Capriles, líder de la oposición venezolano ha
realizado dos campañas admirables, convocando a la unidad, a la paz, y a la reconstrucción
de una nueva y próspera Venezuela. Pero allí ha chocado con la rabia, la
soberbia y la confusión de un régimen que ya lleva 18 años en el poder, gracias
a la instalación de una maquinaria política casi perfecta diseñada por Hugo
Chávez, asesorada por Cuba y Fidel, y sostenida en pan, leche, carne y populismo
barato para los casi 17 millones de venezolanos que viven en la pobreza más dura.
La de este domingo 8 de diciembre será una gran prueba. Se eligen 335
alcaldes. Y las ciudades capitales más importantes serán Caracas y Maracaibo.
Donde se concentran casi 8 millones de electores, de los 19 millones.
Con una inflación sobre el 50% de la
economía, con la delincuencia cobrando día a día cientos de venezolanos muertos
y haciendo de Venezuela el país más violento de América Latina junto a México….Venezuela
tiene la oportunidad de poner en jaque al actual régimen de Maduro.
Venezuela es candela pura! Mezcla de una gran polarización no sólo entre chavistas y millones de venezolanos que esperan un cambio. Sino también candela al interior del propio régimen chavista, donde se sabe que hay militares descontentos con el timón de Maduro y su gestión como gobernante. Reitero: 50% de inflación.
Si la oposición se queda con la alcaldía Mayor de
Caracas, la de Maracaibo y mantiene otras ciudades de las 335, habrá dado un paso
hacia adelante y mantendrá viva la llama para que el 2016, se pueda adelantar
un plebiscito que dedica la continuidad de Maduro y su chavismo cada día más
caricaturesco. Si la oposición logra un resultado positivo: la esperanza renacerá.
El jueves pasado, cuando falleció Nelson Mandela,
millones de corazones en todo el mundo lamentaron su deceso a los 95 años de
edad. Un hombre, un líder, un estadista, que desde el dolor, la cárcel y la
humillación, logró finalmente en 1991, poner fin al apartheid en Sudáfrica y se
convirtió en el primer presidente negro en la historia de este país africano.
Mandela, un hombre que supo neutralizar las divisiones, los odios y fue capaz de perdonar. Y al mismo tiempo ser un audaz político sin ambición ni deseo de ir más allá hasta donde debía llegar. Mandela, el hombre que dijo que sólo gobernaría un solo período presidencial. Y lo cumplió! No hubo continuismo ni populismo en su quehacer.
Mandela, un hombre que supo neutralizar las divisiones, los odios y fue capaz de perdonar. Y al mismo tiempo ser un audaz político sin ambición ni deseo de ir más allá hasta donde debía llegar. Mandela, el hombre que dijo que sólo gobernaría un solo período presidencial. Y lo cumplió! No hubo continuismo ni populismo en su quehacer.
Me pregunto, que distinto sería el mundo si todos
estos “líderes” políticos latinoamericanos que viven mirando el sillón
presidencial como un trofeo y fuente de poder, dinero y más ambición, qué
distinto sería si aplicaran lo hecho por Mandela.
Mandela!
Bye Bye Mandela!….Bye Bye!…te fuiste y Venezuela, país que conociste bien en los
90, ese país Mandela….está hecho una candela!
Fuerza Venezuela, mi querida Venezuela, este
domingo estoy seguro que Mandela dirá basta de candela y comencemos el fin de
la polarización y el apartheid político en que estás envuelta.
Un abrazo a todos!
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