viernes, 9 de abril de 2010

Chile, a un mes del terremoto: el gran desafío

Un gran saludo a todos. A dos días de cumplirse el primer mes del terremoto ocurrido en mi país, quisiera iniciar este artículo agradeciendo a los miles de familiares, amigos y colegas que me han enviado muestras de apoyo y solidaridad. Impresionante. Bendita sean las redes sociales.

Pasando al plano periodístico, les comento que ya estoy en Talcahuano, con mi esposa y dos hijos. Lamentablemente,Cristóbal (pronto a cumplir sus 5 años de vida) es el más afectado. Según los especialistas, los niños son los que más acumulan las consecuencias de esta tragedia. Y es cierto. Tiene miedo con cualquier réplica. Y ya van más de 400.

A veces pienso, que vivir un terremoto como el ocurrido el 27-F, en el siglo XXI, época de la globalización, no es lo mismo al ocurrido hace 20, 30 o 40 años atrás. Precisamente, la globalización ha hecho que no sólo nosotros –los adultos- estemos proclives a recibir toneladas de información las 24 horas, con noticias del terremoto, el maremoto, las víctimas, y ahora…la tan manoseada palabra: reconstrucción. También los niños y los adultos mayores, son receptores activos de esta información.

¿Miedo? Por supuesto. Cómo no van a tener miedo. Por eso pienso que este es el momento para que los medios de comunicación reorienten criterios de información y equilibren las noticias, con información positiva y humana. El factor humano, que tanto les hablo a mis alumnos de Periodismo.

Para los que me leen de otros países, les comento que donde vivo, en Talcahuano, aún estamos sin agua potable. Sí. Casi 30 días sin el vital elemento. Viviendo de la recolección de agua que llega en un plástico gigante, y caminando con recipientes muy pesados. Donde vivo, Higueras, reside muchísima gente anciana, que ni me imagino cómo lo hacen para asearse. Sin agua. Y también, otros que sufren el problema de transporte, especialmente los que viven en sectores altos de Talcahuano.

Talcahuano es un drama. Después del terremoto y maremoto, la mayor parte del puerto y del centro, es destrucción. Y me acabo de informar a través de un alumno que vivió allí, la tragedia que se vive en el principal astillero marítimo de Chile y uno de los más grandes de Sudamérica: Asmar (www.asmar.cl)

Un ejemplo: la lancha misilera “Chipana”, de 450 toneladas, montada (literalmente hablando) sobre un muelle; un patrullero oceánico que se estaba construyendo para Islandia, escorado en 30 grados; el poderoso submarino “Carrera”con daños en su proa… entre otras consecuencias. Todo ello debido al maremoto de casi 15 metros de altura que destruyó este pilar estratégico de la economía chilena y por cierto, de nuestra Defensa Marítima territorial. El daño se calcula en más de 1.300 millones de dólares y la reparación se tardará 5 años.

Me decía mi alumno (hijo de autoridad militar) que este astillero sirvió como muralla para enfrentar el maremoto. Al igual que la Isla Quiriquina, cercana a Talcahuano. Que salvaje, no. Gracias a estos dos enclaves, la tragedia pudo haber sido mayúscula y yo, no lo podría estar contando.

CONFUSIÓN

Desde la última vez que escribí, Chile se ha convertido en el país de las noticias relativas a todo lo que sea reconstrucción, reparación y ayuda urgente. Curiosamente, siguen produciéndose errores en la gestión. Ahora con el nuevo gobierno del derechista Piñera, en cuanto a cifrar de manera exacta los muertos, en asignar cargos de responsabilidad (hubo problemas con un gobernador vinculado con lavado de dinero) y aquí mismo, en mi zona, hay serios enfrentamientos políticos entre la intendenta (máxima autoridad política del gobierno en la región), alcaldes y jefes de organizaciones que vienen ayuda de los damnificados. Hay imprecisiones. Hay conflicto por el tipo de vivienda que se pretenden levantar para los damnificados.

Todo lo anterior, sumado a la angustia de miles de pescadores, trabajadores y comerciantes que lo perdieron todo. Y quedaron sin trabajo.

Es confuso. Me comentaba un importante profesional de la fotografía, que ha estado cubriendo para medios internacionales y nacionales, que él mismo ha sido testigo de la pugna entre opositores y oficialistas para canalizar la ayuda extranjera.

Este colega llevó la gran noticia de una firma internacional que donaba una Escuela nueva para los miles de niños que quedaron sin salas de clases. Y adivine lo que sucedió. “Más que ayuda, me transformé en un cacho (problema) para ellos”, me decía con un dejo de impotencia. Ya que tanto el diputado oficialista como el alcalde opositor no se ponían de acuerdo dónde emplazar la Escuela que esta importante firma tecnológica mandaba de Gran Bretaña.

Dios. Con ello grafico cómo están sucediendo las cosas por acá. Mientras el frío, las lluvias y el otoño se acercan. En la región de vivo, se requieren más de 55 mil casas de emergencia.

Movimiento estudiantil

Siempre pienso que en la educación, está la clave del desarrollo. Y la región del Biobío, donde vivo, es una región potente en el área educativa. Un polo universitario. Ciudad que alberga a la tercera más grande del país (Universidad de Concepción), institutos profesionales de altísimo nivel, centro de biotecnología, centro de estudios pesqueros, forestales…

¡ Qué esperan nuestras autoridades, entonces! Hay que aprovechar este capital para reconstruir de manera sólida este país. Este es el momento de la ingeniería, de las finanzas, de la arquitectura, de la educación preescolar,media y universitaria, pero también de la sicología, del humanismo, de la filosofía, de la sociología…y por cierto…de las comunicaciones.

En primer artículo les hablé que este terremoto develó dos Chile. Ese pujante y camino al desarrollo que tanto se exhibía en foros internacionales y otro: el real. El de la ineficiencia, de la arrogancia, del atraso, de la pobreza, de la falta de rigurosidad en la supervisión de las obras, de la ambición inmobiliaria, el de la opulencia… Hasta nuestro famoso animador chileno Don Francisco, se enojó con esta realidad que le monstró un conocido periodista hispano en Miami.

Hoy, necesitamos reconstruir un país, desde la parte humana. De su espíritu. Y ahí la educación cumple un rol fundamental.

El próximo lunes 29, regresan mis alumnos a clases. Y yo los espero con una gran noticia: el desafío de ser personas, de ser grandes profesionales, solidarios, humanos, ciudadanos, trabajadores, globales y glocales, emprendedores…

Hoy cierro este artículo prometiéndome a mi mismo que Chile tiene un compromiso consigo mismo y el mundo: crecer y ser mejores.

Hasta la próxima.

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