Jesucristo. Colón. Bonaparte. Da Vinci. Einstein. Hitler. Kennedy.
Castro. Gandhi. Juan Pablo XX. Pelé.
Disney. Lennon. Jobs. Gates. Obama. Bin
Laden. Zuckenberg. García Márquez. Allende.
Pinochet. Zamorano. Neruda. Rojas.
Sí, son apellidos. Son apellidos o nombres de importantes
personajes que han sido o aún forman parte de nuestro mundo, de este planeta
que gira y gira cada vez más rápido, y donde la política, la economía, la
religión, el deporte, la cultura, la tecnología, van inyectando un dinamismo
propio que nos hace girar al son de un mundo que requiere de reflexión y conversión
hacia un pensamiento mucho más integrador
y concreto.
Qué hicieron estos personajes o que están haciendo respecto
a este mundo donde la misma naturaleza, nuestros hijos, la economía global, nos
exige equilibrio, sustentabilidad, cuidado.
Surgen voces, surgen agrupaciones, surgen ideas, personajes. Y líderes.
Como los que menciono en el primer párrafo de este comentario.
Mi vida la he dedicado a las noticias y a la educación
superior, especialmente universidades e institutos profesionales. Y en todas,
siempre llego a la misma mirada: los jóvenes y su entorno, fuente primaria de
nuestro presente y nuestro futuro. Y leo la historia, y busco lo mejor de
aquellos que gracias a una idea, a un sueño,
y a su voluntad, la convirtieron en realidad.
La pregunta que me hago y quiero compartir con ustedes es
quiénes son los líderes hoy. Quiénes son los que realmente creen en una idea,
en un proyecto y se la juegan al 100% por ella. Porque la verdad es que así
como vamos hoy, el liderazgo de nuestras ciudades, de nuestros ciudadanos cada
vez lo veo más asociado a movimientos contestatarios o críticos de un sistema
económico mercado, el cual ha desdibujado a la clase media en todo el mundo,
especialmente en América Latina y Europa.
Radiografía Latinoamericana
Vemos jóvenes talentosos, artistas, deportistas,
medioambientalistas, creativos, quienes desde sus respectivos nichos buscan ser
los mejores. Sin embargo, percibo que la opinión pública no los acompaña mucho
en su cobertura informativa e interpretativa.
En el caso chileno, interpreto el movimiento estudiantil como un
fenómeno social, y que tiene como base un fin totalmente justo: la calidad de
la educación y el alto costo para acceder a ella en Chile. Sin embargo, dicho
movimiento se ha politizado en todo sentido, y el mejor debate que es el de
alinear posiciones políticas sobre la base de un proyecto de educación justo,
inclusivo, innovador y profundo, no se ha dado.
En un par de días habrán dos grandes marchas a nivel
nacional, con el cual los jóvenes chilenos quieren lograr su máximo objetivo:
la gratuidad de la educación superior. Y
me vuelvo a preguntar: dónde están los verdaderos liderazgos al respecto. Quién
analiza la verdad de todo esto, sin tener ataduras políticas o económicas.
Más al norte en Venezuela, un joven ex gobernador y abogado
venezolano, Henríque Capriles Radonski, de 39 años de edad, camina y camina, calle por calle casa por
casa, venezolano por venezolano, dando a conocer su programa de gobierno en
caso de resultar ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela el
próximo 7 de octubre. Sin embargo, este joven político aún no logra despegar en
las encuestas y acabar con el desanimo venezolano. Todo esto en un país
estratégico para la economía Latinoamérica y el futuro político de un Hugo
Chávez, aquejado por un cáncer. ¿Y adivinen cuál es el concepto transversal de
la campaña del joven Capriles? Educación.
O en Perú, donde Alvaro Hezler, Director Ejecutivo de EnseñaPerú,
lidera junto a un centenar de profesionales peruanos, una agrupación que
refuerza los contenidos enseñados en los colegios públicos, en matemática,
lenguaje, filosofía, historia, geografía, física, entre otras materias, dando
resultado a un mejoramiento de la calidad en la enseñanza.
¡El Desafìo!
He puesto tres casos: Chile, Venezuela y Perú, donde el
común denominador es la educación. Y
vaya que es importante hablar de educación e incorporarlo como elemento
estratégico en nuestro discurso: 11 millones de niños no tienen acceso a
educación secundaria en América Latina; 32 millones son aún analfabetos; y 15
millones de entre 3 a 6 años de edad no van a la escuela.
Es preciso, es urgente, es importante que los nuevos líderes
hablen, practiquen y los medios de comunicación sintonicen con el mundo de la
educación. Ahí está el verdadero cambio. Ahí está el nuevo y presente
pensamiento. Educar, Querer, Cuidar, Educar.
¿Quién lidera esto? Me anoto.
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