Primero es lo primero: GRACIAS! 30 mil gracias porque hoy, lunes 23 de junio de 2014, este blog de Comunicación y Perspectivas ha traspasado las 30 mil visitas desde Chile y todo el mundo. Un espacio que he dedicado no sólo para tratar de temas de comunicación en torno a nuestra sociedad, sino también invitarlos a reflexionar sobre quiénes somos, lo que hacemos y aportar desde mi corazón y el pensamiento un poco de optimismo y luz para tu día y semana.
Y me quiero dar un gusto.
Celebrar estas 30 mil visitas con un artículo sobre el deporte que desde pequeño me hizo vivir y soñar con triunfos de vida, con esa sensación maravillosa que se siente al estar jugando junto a otros amigos, y tener una meta: traspasar el umbral de ese deseo profundo, de esa meta que todos tenemos en la vida. El gol en cada meta cumplida. El gol, en cada paso dado en firme y en optimismo. Me refiero al fútbol, un deporte local, regional y mundial. Un deporte que mueve miles de millones de dólares en publicidad, competencias y jugadores. Un deporte que mueve ilusiones y esperanzas a través de quienes lo practican y ofician como profesión.
En mi artículo de la semana pasada, les comentaba sobre la emergencia que han tenido estos equipos denominados "chicos" que han sorprendido a los grandes. Me refiero a Chile, Costa Rica, México, USA, Colombia, Ghana, entre otros. Y que a mi juicio de sorpresa no tiene nada, porque son equipos que han madurado tanto en lo deportivo como en lo disciplinario. Y viceversa, los "grandes" como Brasil, Argentina, Inglaterra, Italia, España y compañía, han exhibido un fútbol irregular y ajustado a resultados opacos e incoherentes a lo que son como naciones desarrolladas en cuanto fútbol y empresa, deporte e hinchada.
Escribo este artículo, tras la amarga derrota sufrida por Chile frente a Holanda, que desde el pasado mundial de Sudáfrica en 2010, viene con hambre de revancha tras perder la final frente a España. Una Holanda que juega inteligente, rápida, en equipo, sin estrellas ni estrellados, que tiene un entrenador que sabe leer los partidos antes, durante y después de disputado el encuentro. Me refiero al holandés Van Gaal. Una Holanda que dejó de ser la otrora conocida "Naranja Mecánica" y deberían bautilizarla como el nuevo Muro Europeo, por lo indestructibles que son cuando quieres traspasar desde su mediacampo y defensa.
Chile pese a tener mayor posesión del balón (sobre el 50%) y jugar durante casi 70 minutos volcado sobre Holanda, no le hizo ni cosquilla a la portería holandesa. Holanda sabía que tenía que jugar fuerte. Pegar desde el primer minuto. Bajar a Alexis Sánchez cada vez que tenía la pelota. Cortar cada avance desde el mediocampo. Y esperar a mitad de cancha. Y nuevamente, pegar duro. Fue un partido donde Holanda se ha hecho especialista: dejar jugar, y esperar el contra golpe y ahí matar.
Y fue lo que sucedió. Bastó que llegaran los últimos minutos de partido para que en dos jugadas, Holanda le diera jaque mate a los chilenos. Y lo hizo magistralmente. Con dos jugadores frescos que venían como reemplazo en el segundo tiempo. No lo hicieron las estrellas Robben, ni Snejider. Sino que dos jugadores que venían con la vista clara del partido y las órdenes de su técnico desde la banca. Eso es EQUIPO.
La oncena chilena cayó en la trampa de su par holandés. Soltó las marcas que durante casi 80 minutos tuvo contenida a Holanda, y dale! Dos goles. Y a celebrar los naranjas.
Nada qué decir. Holanda es a mi modo de ver el candidato más firme a ser el finalista de este Mundial junto a Alemania. Ni Italia, ni Brasil ni Argentina. Habrá que ver qué sucede frente a México este fin de semana en 8vos de final.
Podrán decir que estoy loco, pero prefiero a Brasil que a México en octavos de final. Sí. Al equipo anfitrión. Al ganador de 5 mundiales. Al ganador de torneos continentales, olímpicos y regionales. Al que erigió como O Rey, a Pelé. Al país donde se juega el juego bonito, alegre, y donde se respira fútbol desde la playa hasta la selva, además de la caipirinha y las hermosas garotas y el bossa nova.
Mis razones:
Este Brasil definitivamente no es el Brasil que conocíamos de Mundiales anteriores. Su juego se torna lento, sus marcas se quedan cuando lo desequilibras por los laterales. Su defensa es lenta. Se desconcentran. Y lo peor que lo podría suceder a un equipo: se ha hecho dependiente de Neymar y sus goles. No juega en equipo. Juegan para Neymar. Al igual que Argentina para Messi.
Revisé las estadísticas y en su partido con México, Brasil pese a tener más posesión del balón (54%), no pudo encajar un solo gol frente a la portería de un inspirado Memo Ochoa, el mexicano más querido hoy en su país, además del Chavo del Ocho y Cantinflas. Y por una sencilla razón: México se creció, se inspiró y supo contener las líneas brasileñas con eficiencia. Fue letal. Y lea bien ésto: los aztecas completaron 352 pasos completos, cerca de un 74%, frente a un 30% de los brasileños. No lo podían creer.
Cada jugador mexicano fue una marca dura e infranqueable frente a los cariocas, que no creían lo que sucedía. Fue un verdadero tequilazo! Y si con tequilazo los mexicanos pudieron contener a Brasil, creo que Chile jugando como el mejor vino tino de su producción nacional, puede lograr lo mismo.
México fue letal con Camerún (1-0) y este lunes frente a Croacia (3-1). Era el peor rival para Chile. Y viene inspirado. Agarren a los mexicanos, porque nadie los detiene. Y si Holanda no inventa algo contra la resaca de su juego (casi) perfecto, no se sorprendan de que en cuartos estemos viendo al Dios Azteca bailando samba en el Maracaná.
¿Cómo vencer a Brasil el sábado?
Se los cuento en mi próximo artículo este miércoles. Un adelanto: No es cuestión de Alexis ni Vidal. O de un Bravo portero en el arco. Es algo mucho más simple pero a la vez muy difícil para un equipo chileno que por años ha tenido que lidiar: su actitud, su personalidad. Habrá que ver si es capaz de reponerse a la derrota de este lunes frente Holanda y revisar con lupa los partidos de Brasil frente México y Croacia. Porque el que hizo hoy ante Camerún, sencillamente fue un chiste. Los africanos no merecían estar en este Mundial. Vinieron a pasear. Habrá que ver si Chile se saca de la mente las dos derrotas en octavos de final frente Brasil en los dos últimos mundiales.
Con el debido respeto de los equipos chilenos, la buena noticia es que estos jugadores chilenos dejaron de jugar hace mucho tiempo con mentalidad chilena: ahora lo hacen con mentalidad de la Juventus de Italia, del Barcelona y Valencia español, del Santos e Inter de Brasil, de equipos internacionales que juegan con mentalidad ganadora, con disciplina, en alto rendimiento y lejos de la burda farándula chilensis.
Este equipo chileno me gusta. Lo respeto. Es un claro ejemplo de esfuerzo y trabajo técnico que viene desde la semilla dejada por Marcelo Bielsa y compañía desde antes del Mundial de Sudáfrica. Tiene mentalidad ganadora y (creo) que no son bipolares. Por ahí va la cosa.
Pero más detalle de éste análisis, lo dejo para el miércoles.
Un abrazo, y nuevamente, gracias! Gracias por las 30 mil visitas.
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