Hola viajer@
! Cómo estás amig@ querid@....hace mucho tiempo que he querido escribirte esta carta porque sé que la necesitas y porque yo también lo necesitaba...porque eres esa persona que llevo en mi corazón y en mis pensamientos...
Y es precisamente ahora, a mitad de año 2014, y ad portas de llegar a mis 30,000 primeras visitas en este blog (tuy@) en que me animé a escribirte para expresar mi admiración, mi deseo de que esta Vida la vivas en pleno, sin miedos, sin ataduras, y sintiendo el destino como esa suave brisa que refresca tus pensamientos y deseos como persona y alma única del mundo.
¿Cómo va tu expedición de vida? He sabido -a través de mi corazón- que has tenido momentos difíciles y a veces ingratos y tristes. He sabido por el Águila mensajera, que has tenido que lidiar con seres extraordinarios, duros, salvajes e impensados. Que ha sido un viaje largo, a veces eterno, y con momentos en que no quieres seguir adelante y prefieres dar paso a la renuncia.
Pero también he sabido por mi Águila mensajera, que dentro de tus pensamientos hay certezas, hay amor, hay deseo intacto de ser y seguir siendo un alma maravillosa, que quiere seguir en un camino de mucho esfuerzo, y acciones concretas hacia el logro tus objetivos.
Recuerdo tus logros, nuestras conversaciones, esa complicidad al emprender juntos ideas y sueños. Siendo niños y adultos. Siendo amig@s, y a veces no tan amig@s. Siendo coleg@s, compañer@s, y lo mejor: personas.
¡No claudiques! Respira profundo. Visualiza el destino hacia donde quieres llegar junto a tus deseos y sueños. No pienses que te hemos olvidado. No des espacio a la tristeza, a la añoranza ni a la pena, porque no has perdido nada. Se pierde sólo cuando dejamos de sentir, de vivir. Y estoy seguro que tú no has perdido la fe, la templanza, y el espíritu de lucha por seguir adelante en esta camino, en esta (nueva) ruta de vida.
Te escribo como me gusta hacerlo: desde el corazón, desde mis pensamientos en positivo, creativos y ajenos de dolor, orgullo o alguna deuda pendiente. Te escribo desde la primera y la última página de un libro llamado Vida, Pura Vida, de mi deseo de estar pronto contigo, de verte, abrazarte, conversar y tendernos sobre la arena o la tierra, y sentir que somos de la misma energía del Universo, que somos magia, amor, fuerza y destino.
En este mes de junio, desde mi maravilloso otoño sudamericano, te seguiré escribiendo, pero también enviando mis mejores deseos para tu expedición hacia lo extraordinario. Seguiré pensando que piensas en mí también, que recuerdas los mejores momentos, que nunca olvidas mi sonrisa, mi mirada y mi fe. Que unidos, somos más fuertes. Y que la Vida, Dios, la Vida, está hecha para vivirla como si fuera la primera y última. Como si fuera sólo un flash al momento de fotografiar una mirada, un sentimiento, un movimiento, un espacio dentro muchos espacios maravillosos.
Seguiré -como tú- caminando, escalando o navegando. A veces me sentiré en el cielo, y desde ahí, junto a mi Águila mensajera, te enviaré miles de notas musicales, poéticas, como en recital del Universo, lleno de flores y aguas cristalinas, mágicas y universales. Lleno de sonrisas y alegrías regaladas y benditas por mis dos pequeños príncipes que nacieron para ser Reyes.
Te escribiré desde la Universidad de los libros y las estrellas de una novela eterna, enamorada. Te escribiré siempre, con la esperanza (!)
Seguiré aquí, como tú, ahí. Y estaremos juntos, siempre.
¡Nos vemos pronto!
(A) Pura Vida!
Cristián
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