lunes, 9 de septiembre de 2013

Un nuevo amanecer...

Buenos días. Tienes que decirlo siempre así: con optimismo. Con ganas. Con energías. ¡Buenos días!

Porque el poder que hay en las palabras es inmenso.  Lo he comprobado como periodista, y ahora como escritor. Y hoy,  a través de las mismas letras quiero desearte el mejor de los buenos días.  Y recuerda:

En cada detalle de lo que observas, en cada momento que dedicas a escucharte y darle un espacio a tus ideas, a tus necesidades, estás configurando el mejor espacio para empezar de nuevo. Lo mejor de cada día es que siempre comienza de nuevo. ¿Te has fijado lo maravilloso que es la vida? Dios nos regala el poder de escuchar, de hablar, de conversar, de proponernos una meta, de compartir, de beber un café exquisito en la mañana o disfrutar de un jugo de fruta natural que la naturaleza nos regala….

Pensar en positivo, mirar la vida en perspectiva…decretando abundancia, esperanzas, sueños y amor.

No permitir que lo negativo se transforme en el primer bocado de la mañana. Siempre tiene que ser dulce. 

Es como la primera foto: la que queda. Que tu primer sorbo al llegar a la oficina, a la sala de clases o a tu casa sea así: con aroma, con alegría y con fe.

En mi segundo libro que escribo a pasos agigantados, narro la historia de una mujer y un hombre que buscan el sentido al sin sentido. Y en algunas tertulias que sostienen en su recorrido por la calle y en su café de la esquina, perciben esto que hoy te quiero regalar: perciben la esperanza! Y las ganas de vivir una vida mejor.

Siente, piensa, vive. Atrae con tu actitud, tu buena onda. Los resultados, llegan. 

Dialoga con optimismo. Empatiza, se firme y no tengas miedo. Abraza la esperanza. Y empuja tus manos hacia esa cima que se llama: vivir, alcanzar y disfrutar.

Trabaja con la fuerza de un barco que navega con seguridad hacia un puerto maravilloso, y un país de nuevas historias…


Buen lunes para ti, para mí y para todos.

1 comentario:

SirenaChocolatada dijo...

Toda la razon profe a veces uno despierta pensando mal malas cosas y con poco animo creo que ultimamente no .e he dado tiempo de escucharme, asi es la paradoja ahora que tengo mas tiempo menos me escucho ni oigo lo que realmente quiero, hay mucho ruido en el exterior que te dice que hacer y finalmente no te escuchas a ti mismo.... mal muy mal