jueves, 27 de junio de 2013

Chile...en llamas

Brasil y los millones de ciudadanos "indignados" por la corrupción y el despilfarro de dinero; Venezuela y sus millones de voces silenciosas y silenciadas por un gobierno ilegítimo, el aumento de la violencia y la delincuencia en sus calles; millones de españoles, griegos y europeos en general que ya no saben qué hace producto del desempleo...y así suma y sigue. Sí. Sigue. 

Lo de ayer acá en Chile, no resiste análisis: la violencia registrada desde la madrugada hasta bien entrada la tarde, debido a las tres masivas movilizaciones de escolares chilenos y que terminó con disturbios, ataques a la propiedad pública y privada, ciudadanos heridos, pérdidas millonarias para el comercio pequeño y mediano, y lejos de lo que menos se habló fue de educación sino de vandalismo.

La primera lectura que debemos hacer es que Chile no escapa a esta escalada de movilizaciones sociales que se están generando en todo el planeta. Y hay un factor clave para poner en perspectiva en el caso chileno: la violencia física y verbal que se ha instalado en los movimientos sociales y cómo grupos ultra o de extrema manifestación política se han tomado las calles en Chile. Y de manera estratégica. 

Hoy veía en las noticias cómo en los liceos que los niños y jóvenes chilenos se habían tomado como una manera de protestar contra el sistema y el gobierno chileno por el problema de la calidad de la educación pública y la gratuidad, aparecían también hechos que me preocupan como el ver cómo habían instalado trampas con alambres en las puertas de los liceos y las calles para derribar a los policías que la verdad son trampas mortales porque perfectamente los podían estrangular. 

Quedé, perplejo.

A escasos días en que candidatos del oficialismo y de la oposición participen en elecciones primarias para definir las candidaturas presidenciales, no deja de sorprenderme el grado de desvinculación que estos candidatos tienen de estos temas. Ningún llamado a la calma, a la tranquilidad, a la unidad, a la paz.

Chile en llamas. Chile un país donde la violencia se ha tomado definitivamente las calles y los corazones de miles de jóvenes y por cierto también de políticos que lo único que saben es denostar al otro/a.

En mi libro Buena Onda, hacemos un llamado para que la agenda ciudadana sea parte de la agenda del gobierno. Y en dicha agenda se necesita incorporar programas sociales, de inclusión, de participación, generar espacios de comunicación pero en un grado horizontal y no vertical. Mi percepción es que el error del gobierno y de la oposición es que todo se mira en vertical (soberbia, por lo demás) y no en horizontal.

Qué diferente sería si oposición y oficialismo se unieran y en un llamado a la integración nacional, fueran ejemplo de que sí es posible avanzar mediante una comunicación humana, integrada y donde las diferencias de credo, filosofía u objetivos, pueden dar paso a consensos y unidad.

Chile está marcado hoy por la violencia. Al igual que en Brasil. Una semana difícil. Lo social, lo humano, lo educacional, lo político...todo está entrelazado. Mi pregunta es: ¿cuándo hacemos algo al respecto? ¿Este es el país que queremos para nosotros y nuestros hijos?

Hasta la próxima


No hay comentarios:

15, y sigues siendo mi príncipe de las flores!

Hola rey! Hola mi Agustín. Hoy paso por acá, para contarte que he decidido retomar mis artículos, desde mi planeta interior, llamado Libro. ...