Hoy, quiero
cerrar la semana con un comentario sobre las elecciones primarias en Chile, que
definirá tanto al candidato del oficialismo como de la oposición.
En Chile, están
inscritos 13 millones de electores. Y el voto desde este año es voluntario. Sin embargo,
el rechazo ciudadano a la clase política, a sus dirigentes tanto del
oficialismo como de la oposición marca un peak histórico en Chile: sobre el
60%, lo que representa el mismo porcentaje de abstención que hubo en las
recientes elecciones municipales.
Se espera que
este domingo voten tan sólo un 10% del electorado chileno. Nada. Absolutamente nada,
irrisoria la cifra.
Vista esa cifra,
me hago las siguientes preguntas para este domingo en Chile:
Cualquiera sea el
resultado, ¿cuándo se abordará con altura de miras los temas neurálgicos que
afectan al ciudadano común y corriente? En ningún debate se habló de
endeudamiento de la clase media, de violencia escolar y callejera, de fractura
y desmembramiento de la familia (aumento de las separaciones y divorcios), del
aumento de la obesidad, del peligro de los alimentos transgénicos, del
problema pendiente con nuestra etnia y pueblos originarios, de la
contaminación, del aumento en el precio de los combustibles… de la falta de
alegría y felicidad y el aumento del estrés, depresión , entre otras materias
humanas.
Otra pregunta que
me hago: cualquiera sea el candidato/a ganadoro ganadora, cuándo se van abordar
como materia de estado, de programa de gobierno, de ¡propuestas! Los valores
que cada día se hace evidente que se han perdido? Me refiero al Respeto, la
Transparencia, la Confianza, y el Amor?
Y una tercera y
última pregunta: ¿Qué esperamos de un país que es visto desde el extranjero
como un modelo a seguir en lo económico y en lo social, si día a día crece la
incertidumbre, la soberbia (de una parte importante de grupos de poder e influencia
en la sociedad), la violencia en las calles, y la falta de compromiso para
hacer las cosas bien?
Este domingo,
Chile vota en primarias. En medio de una América Latina que también se torna en
llamas como Brasil, Venezuela y por ahí viene Argentina… Este domingo,
nuevamente Chile se juega un nuevo camino, a través de la elección de dos
liderazgos, que seguramente serán los protagonistas de las presidenciales de
final de año.
Mi propuesta y
llamado es: aprovechar esta coyuntura para generar un nuevo y verdadero cambio
social. Positivo. Humano. Inclusivo. Responsable. Aprovechar este momento para
que en un hecho inédito, se juegue una carrera presidencial limpia, con
propuestas innovadoras, ciudadanas. Sanas.
En definitiva: ¿quién
se atreve a proponer un Chile feliz y sincero?
Que tengan un
excelente fin de semana.
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