(Cristián E. Sandoval Cabezas. Periodista. Aquí, escribo de la vida con un café!)
lunes, 23 de agosto de 2010
Sí…hay vida bajo el planeta Tierra. Se llaman Mineros y están vivos.
Sí. Lloré.Y me emocioné. Pensé en ellos. Pensé en mis hijos. En mi papá. Y en mi hermano.En la familia. Qué increíble es la vida. Qué hermosa palabra contienen esas cinco letras: VIVIR.
Los 33 mineros, que paradójicamente estandoenterrados a más de 700 metros de profundidad, hoy son héroes anónimos.
No losconocemos y sus rostros, dan la vuelta al mundo desde el New York Times y la CNN de Estados Unidos, hasta el periódico más sencillo de nuestro país. Son el comentario obligado en todo el planeta.
Momento clave: cuando parece un papel. Y en ese papel, extraído de la corteza de un árbol, y extraído ahora desde las entrañas de nuestra tierra abrazada por el mineral que llena de millones de dólares las arcas fiscales de Chile y el resto del mundo, ese papel que llegó a las manos de un hombre que lloró cuando tuvo que decir la verdad al comienzo de la tragedia (el ministro de Minería, Golbourne), en ese papel, había tinta. Había vida.
Y lloré defelicidad. Porque estaban vivos. Qué digo...¡ porque están vivos! Ellos, mineros,trabajadores por siempre. Y en condiciones infrahumanas, para poder cumplir consus compromisos que todos tenemos: pagar cuentas y llevar el dinero a su casa ya sus familias. Ellos, nos han dado una lección no de sobrevivencia, sino de vida.
Me emocioné con los abrazos. Con el llanto de la esposa, de la mamá, de los hijos. La alegría de los rescatistas. Su fe. Su convicción. La idea de que trabajando enequipo, de manera inteligente,planificada, unida y apoyada por la autoridad pública y privada, el resultado tenía que ser así: un éxito, parcial.
Era el balde de oxígeno que todos necesitaban. Qué ironía, ellos, los atrapados mandaban señales de energía, amor, fe y empuje.
Hoy, la noticia da la vuelta al mundo, al tiempo que las diamantinas intentan seguir rompiendola dura piedra que separa los 33 corazones de la luz, del sol, del calorhumanos, de sus familiares... de la vida.
Escribo emocionado. Como periodista. Como persona. Chile es hoy testigo de un milagro.Porque esa sonda que dio con los mineros, no debió haberse desviado de sucamino. Dios quiso que ese orificio llegara al corazón de la tierra: los 33 mineros. Literalmente, podríamos decir, que bajo tierra hay vida: y esa vida,está en Chile.
Es nuestra oportunidad para crecer como país. Para cambiar lo malo, por lo bueno. Para trabajar de manera ética,educar y construir con excelencia, por ser más equitativos y menos soberbios.Chile no puede seguir siendo un país donde la soberbia, la codicia y las malasprácticas abundan.
Chile tiene esa gran oportunidad de convertirse -de verdad- un país líder. Humano. Más sencillo y más importante a la vez. Unido. Transversal. Donde las grandes compañías son capaces de ser actores relevantes en materia de responsabilidad social. Donde los gobiernos trabajan de verdad hacia la comunidad y no por votos y millones de pesos para suscuentas corrientes.
33 mineros.Están vivos. Más vivos que nunca. Y por ellos, sigo rezando. Y más que nunca convencido que la vida es hermosa. Y hay que vivirla.
lunes, 9 de agosto de 2010
Mirada Global: Si rescataron a 2 mil mineros en Sudáfrica… ¿Por qué en Chile no?
Al momento de redactar este artículo, 34 mineros chilenos seguían atrapados a más de 300 metros de profundidad, en una mina de cobre y oro ubicada al norte de Chile, zona de Calama. Quiero que sobrevivan. Espero en Dios, que cuenten con el oxígeno, el agua y alimentos suficientes en la espera del rescate. ¡Fuerza guerreros!
Este accidente, me llegó y de manera muy profunda. Será porque soy esposo, papá, hijo y hermano. Porque soy persona, al igual que ellos. Con la diferencia que trabajan día a día, en uno de los oficios más peligrosos del mundo. Al ver el rostro y mirada triste, perdida y hundida en el dolor, en una de las mujeres que seguramente llora la desaparición de su esposo, me motivo a escribir para contextualizar este (nuevo) desastre.
Lo primero que pienso es porqué siempre tenemos que ser reactivos y no proactivos. Sabía usted que en los últimos 5 años, el mundo minero chileno ha sido protagonista de 23 accidentes en yacimientos legales e irregulares. 28 muertos. 28 vidas, que podrían haberse evitado si dichos yacimientos, caminos o aparatos hubiesen contado con los mecanismos de seguridad pertinentes.
Me pregunto si los ejecutivos de la mina San José, perteneciente a la compañía San Esteban, donde actualmente permanecen desaparecidos los 34 mineros chilenos, instalarían sus oficinas al interior del yacimiento. Me pregunto si esos ejecutivos estarían dispuestos a enviar a sus hijos a trabajar allí con sus empleados. Creo que saber la respuesta.
Me pregunto, porqué las autoridades tardan tanto en prever situaciones de catástrofe, que pueden ser contenidas o incluso salvar vidas. Todo, mediante una supervisión exigente, con expertos, en terreno, periódicas. ¿Porqué? Me pregunto si los ministros de minería de los gobiernos anteriores y del presente, enviarían a sus hijos a trabajar a los yacimientos que hoy producen paradójicamente muchas alegrías a los sueldos millonarios de las empresas y en injusta proporción a los trabajadores.
Qué curioso. ¿Sabía usted que esta misma empresa minera fue protagonista de un accidente en su yacimiento y donde murió un trabajador el año 2008? Finalmente en un juicio, aceptaron pagar 90 millones de pesos a la familia del trabajador, en “compensación” por el error. ¿Y quiere saber más? Esta misma empresa, fue premiada el 2003 por la Sociedad Nacional de Minería por su “aporte” al desarrollo de la pequeña y mediana minería. El premio lo entregó el ministro de minería de ese entonces, Alfonso Dulanto.
Aprendamos de los errores…ajenos
Para vuestro conocimiento, Chile no es la excepción a este tipo de “errores”. Fíjese que entre los peores accidentes mineros en el mundo se recuerda el ocurrido en China, en 1942, donde 1.572 personas murieron en una explosión en la mina de carbón Honkeiko. Por cierto, China posee la industria minera más mortífera del mundo, con más de 2.600 trabajadores muertos en accidentes mineros el año pasado.
En Rusia, también. 110 personas muertas en marzo de 2007, al interior de una mina de carbón en Siberia. Este año, en Sierra Leona, otras 200 murieron cuando una zanja se derrumbó en una mina de oro.
Porqué no aprendemos. Porqué. Qué falta para ser más proactivos. ¿Más tragedias? ¿Más dolor? ¿Más lamentos?
Porqué la empresa tardó tanto en hacer oficial esta noticia. Porqué el gobierno tardó tanto en pedir maquinaria y expertos internacionales. Aquí hay que trabajar con expertos. Sin margen de error.
Porqué la compañía San Esteban, volvió a cometer el mismo error. Sólo que esta vez, no fue un trabajador sino que son 33 los desaparecidos.
Mantengo la esperanza. Porque en octubre de 2007, en una mina de oro en Sudáfrica, 3.200 trabajadores que habían quedado sepultados a más de 2 mil metros de profundidad, fueron rescatados con vida. Y el yacimiento, finalmente clausurado.
Ojalá que ahora sí, aprendamos la lección. Arriba mineros de Chile. Recemos por ellos, que están allí todavía.
viernes, 30 de julio de 2010
Alumnos, Periodismo e Inspiración para trabajar: la clave para ganar
Esta semana les he comentado a través de Facebook, el magnífico trabajo que han realizado este primer semestre nuestros alumnos de la Escuela de Periodismo de la Universidad San Sebastián de Concepción. Escuela, que dirijo desde el 2007, y donde trabajo desde el 2002.
Especial. Muy especial esta semana, porque a través del resultado de la labor docente-estudiantil, mi anhelo de formar “Comunicadores Globales…Periodistas de Excelencia”, va tomando forma.
Es el caso de uno de los dos reportajes finales de título que estoy guiando junto a mis alumnas de quinto año: Natalia Alarcón y Carolina Fuenzalida, quienes durante cuatro meses, prácticamente vivieron en la península de Tumbes recogiendo los testimonios de una de las 107 familias que viven en las caletas de Cantera, Candelaria y Puerto Inglés. Zona marginada de colegios, hospitales y locomoción colectiva, y por cierto…arrasada por el terremoto y maremoto del 27 Febrero.
Su trabajo: “27/F, el Día que aún no acaba”, es un llamado de atención a Chile. Sí. A Chile, porque a más de 5 meses de la tragedia, el drama sigue latente en este sector de Talcahuano, ciudad puerto de nuestro país.
En 4 meses, Carolina y Natalia hicieron un trabajo de lujo, reconstruyendo lo que sucedió en la familia de la señora Jessica San Martín, 43 años de edad, desde el momento preciso en que ocurrió el terremoto, a las 3 de la mañana con 34 minutos y 17 segundos, hasta transcurrido 5 meses. Trabajaron 4 meses con la familia.
Al mismo tiempo, integran información de la Armada, del Municipio de Talcahuano, de la Onemi en Santiago, y archivos de prensa. El trabajo periodístico de nuestras licenciadas en Comunicación Social, logra incluso contraponer posiciones entre autoridades y ex autoridades, testimonios que da cuenta que la confusión está presente aún.
Periodismo In Situ
Lo que valoro de este documento es el ahínco con que trabajaron mis alumnas. La seriedad con que trataron las fuentes (que son más de una decena), la responsabilidad social que imprimieron a su reporteo, el despliegue en terreno, que incluso llevó a que una de ellas se fracturara el brazo reporteando, al caer durante el recorrido de la península.
Hoy, mis dos alumnas son respetadas por la comunidad de Tumbes. Únicas alumnas de una escuela de periodismo presente en la zona. E invitadas a participar de actividades sociales: curantos, bautizos de barcas, y compartir aún más con ellos.
Valoro también la mirada. El compromiso con el tema. Y lo mejor, han dejado un testimonio escrito de 75 páginas, graficando la magnitud del terremoto. Aquí mismo. A minutos del centro de Concepción, segunda ciudad más grande de Chile, después de Santiago.
Periodismo en terreno. Periodismo con vocación de servicio. Periodismo con una mirada ciudadana. Ese es nuestro sello institucional. Y es la marca (registrada) que llevarán mis dos futuras periodistas. Por cierto, las dos ya con trabajo asegurado antes de titularse.
Y cierro con una mención a mis alumnos de tercer año, que esta semana vivieron in corpore lo que es trabajar bajo presión, con requerimientos académicos de altísimo rigor y liderado por mi compañero de escuela, nuestro secretario de estudios y periodista, Rodrigo Luppi, desde la asignatura de Periodismo Informativo.
Mis alumnos de radio, dieron cuenta de lo que está pasando aún con el terremoto en la Plaza de Armas de Talcahuano, donde los comerciantes que sobrevivieron al maremoto y quieren salir adelante, no cuentan con un baño químico para hacer sus necesidades durante el día de trabajo. Lo curioso, según consigna el trabajo de mis alumnos, es que esos 33 comerciantes trabajan en frente del propio municipio de Talcahuano, y no han recibido ningún tipo de apoyo del alcalde al respecto. Este reportaje revela también como se está gestando una campaña política desde el Municipio de Hualpén, a través de lo que quedó del Mercado de Talcahuano.
Lo anterior, también es el resultado de un trabajo en terreno notable. Así como lo que hicieron otros dos alumnos con la situación en infraestructura en la zona, obteniendo declaraciones de la Intendenta, alcaldes y profesionales. Dentro de la misma temática, un tercer grupo trabajó con la temática de las demoliciones en el centro de Concepción, y revelando información que a muchos puede interesar: no hay fecha aún respecto al futuro de los edificios colapsados y a punto de caer. Si va al centro de Concepción, tenga cuidado porque puede ser víctima de una caída de muro, techo o ventana.
El trabajo de nuestros alumnos fue reseñado por Canal 13 y sirvió de base para uno de sus Reportajes. Esa es nuestra forma de educar y formar a nuestros futuros periodistas. En rigor. En disciplina. En respeto. Y con inspiración.
¡Hasta la próxima!
martes, 13 de julio de 2010
Me gustó este Mundial 2010. Y por varias razones. Porque participó Chile. Por su colorido. Por los contrastes. Por la tecnología. Por lo globalizados que estamos… Porque se jugó en un continente, donde pese a que es una zona donde “reina” la pobreza, el hambre, el sida y la corrupción, la FIFA y el gobierno sudafricano, fueron capaces de levantar un proyecto multimillonario y global.
Todo gracias al deporte. A una pelota. A un mundo de sueños, ganas y objetivos, que se traducen en equipos que luchan por un cupo en esta cita planetaria.
El tema: es que detrás del Mundial, existe una realidad superior a los goles, a las estrellas (Forlán, Villa, Snejider, Muller) y estrellados (Messi, Rooney, Ronaldo…), a la poderosa industria del marketing deportivo, superior a España y su primera corona mundialera… superior a todo eso. Me refiero a la cruda y triste
realidad social de África.
Sudáfrica, una tierra de 11 idiomas (oficiales). De 49 millones de habitantes, 70% de raza negra, y una cuarta parte de ella está sin empleo. El país del mundo con mayor tasa de infectados de Sida: un 20%. Lo que ha generado una crisis social de proporciones: más de 1 millón 200 mil niños sudafricanos… huérfanos.
Cuna también de importantes protagonistas: Nelson Mandela, líder revolucionario y primer presidente negro del país; J. R. R. Tolkien, escritor, autor de El Señor de los Anillos; Charlize Theron, primera actriz sudafricana ganadora de un Oscar; Christian Barnard, médico que realizó el primer transplante de corazón. Por mencionar algunos…
Sí. Es el mismo país donde vimos lujosos y maravillosos estadios, centros recreativos y zonas exclusivas de “carrete” (entretención nocturna). El país donde se invirtió más de mil 100 millones de dólares, para remodelar y construir estadios, carreteras e infraestructura deportiva.
¿Sabía usted que debido a los atrasos en la construcción de dos estadios y que el presupuesto inicial aumentó 3,5 veces más de lo original, el Mundial casi se juega en Australia o España? Pero la historia quiso que la versión 19 de la Copa del Mundo se jugara por primera vez en África.
64 partidos, 2 millones de entradas vendidas, 10 estadios, 32 equipos. 101 goles en la primera fase, la más baja en un Mundial. Errores arbitrales, que marcaron la historia de este campeonato, incluso en la final. Decepciones: Brasil, Inglaterra, Francia, Alemania, Italia. Un aguerrido ganador: España.
Curiosidades: un pulpo inglés (Paul) que predijo 8 resultados, incluido al campeón. El equipo más joven: el alemán, con un promedio de 25 años. España sólo una vez antes había jugado con camiseta azul y pantalones blancos en un Mundial. Fue el 29 de junio de 1950 en el Maracaná y derrotó a Chile por 2-0 con goles de Basora y Zarra. En Sudáfrica repitió indumentaria frente al mismo rival y volvió a ganar: esta vez, el campeonato del Mundo.
¿Quiere más contraste? El primer mundial que se transmitió en alta definición para la televisión. Incluso en tres dimensiones. Cámara lenta. Y toda esa tecnología, nada pudo hacer ante unas trompetitas que dejaron sordo a medio mundo, las famosas vuvuzelas.
Un Mundial, un continente africano, dos mundos distintos. Dos realidades tan contrapuestas, tan disímiles. Pero a la vez, unidas. En torno al deporte, que es capaz de mantener atentos y unidos a millones de habitantes del globo. Porque este mundial también será recordado por su globalización, por las redes sociales involucradas. Tanta inversión en dinero, horas trabajo y dedicación (administrativa, deportiva, obrera, política), para que en un mes, el mundo estuviera allí.
El fútbol fue – a mi juicio- la ventana. Un mirador clave, en un continente azotado por una cruda y difícil realidad. No nos olvidemos de ellos. Las 32 naciones embajadoras que jugaron en esos impecable césped sudafricanos, deben ser hoy nuevos embajadores sociales. Del deporte al trabajo.
Y la comunicación, también. El periodismo tiene allí un gran desafío. Comunicar. Informar. Interpretar. Investigar. Comparar. Y hacer global, lo que allí es local. Sudáfrica. También es nuestra realidad.
¡Hasta siempre Sudáfrica!
Bienvenido Brasil 2014!
lunes, 12 de julio de 2010
Waka Waka: España, y el arte de ganar un Mundial… en tan sólo 2 partidos. Mi análisis.
Copa del Mundo. Alegría. Ganas. Sabor. Pasión (al rojo vivo). Calor. Hoy, España celebra. Y en grande. Pero también, en medio de una severa crisis económica que tiene a 4 millones 600 mil personas desempleadas. Seguramente, un balde de oxígeno y optimismo que millones de hispanos necesitaban. Son los nuevos los campeones del mundo. Triunfadores de Sudáfrica 2010. Su primera Copa, en 82 años de participación.
La de este domingo, será recordada como la final más ruda de todas las finales de la Copa del Mundo, desde 1930, en Uruguay. Fíjese que hubo 12 tarjetas en total, 7 amarillas para Holanda y 5 para España. Y un expulsado, el holandés Heitinga.
Holanda jugó un partido irreconocible. El peor de todos los que ha jugado desde su “refundación” como equipo a partir del año 2008. Al igual que Alemania, frente a España, Holanda no jugó a nada. Perdón. Sí. Jugó a autoeliminarse. A meter patadas. A instalarse atrás y defender. A lo que hizo Alemania, Brasil, Inglaterra, Italia, Francia, Portugal y compañía… a especular.
Imagino la pena de los hinchas holandeses. Y la frustración de otros, entre los que me incluyo, porque tal como lo señalé en mi artículo anterior, Holanda reunía el mérito de haber hecho un gran trabajo deportivo desde las clasificatorias, ganando todos sus partidos y en este Mundial, lo mismo. Ganó todos sus partidos, de manera muy simple: jugando bien a la pelota.
Pero justo cuando debía repetir la misma fórmula, hizo lo contrario. Se olvidó que el futbol se juega con los pies, con la cabeza…y con el corazón.
Golpearon y molestaron hasta más no poder. Incluyendo la asesina patada que le dio Wanderwiel a Xabi Alonso, en el pecho. Gracias a Dios, el español, salvó ileso. Pero era para expulsarlo y además, quitarle el derecho a jugar fútbol de por vida.
Así como defendí el excelente juego Holanda, durante todo el Mundial. Hoy quiero destacar el pundonor, el sacrificio y la concentración de España. Los hispanos aprendieron la lección de todos los Mundiales anteriores: para ganar hay que jugar con sabiduría, con voluntad, con garra, con ganas de marcar un gol…pero no durante 10 ni 20 minutos.
España salió con ganas de anotar un tanto durante todo el partido. Y ojo, que pudieron ser por lo menos 3 goles. Luego vino la genialidad del catalán Andrés Iniesta, quien batió al meta holandés, en el minuto 116 del alargue del partido.
¡Por fin! Habría sido injusto llegar a los penales. Y más encima, que Holanda hubiese ganado. Tenían el 50% de probabilidad.
No. La historia quiso otra cosa. Los españoles, quisieron escribir otra historia.
¿MÉRITOS?
Con el perdón de mis amigos españoles, pero hay que ser justos: En este Mundial sólo jugaron 2 partidos de manera brillante y avasalladores: frente a Alemania y frente a Holanda.
Recordemos que en primera fase debutaron con una derrota frente Suiza, y en un apretado partido con Chile, ganaron por un gol de diferencia. ¿Se imagina si Mark González hubiese abierto el marcador en el primer tiempo cuando Chile controlaba el partido? Y ante Honduras: 2-0.
Al igual en que la primera ronda, en octavos y cuartos de final, los hispanos ganaron muy apretado. 1-0 frente a Portugal, y repitieron el mismo libreto frente a Paraguay.
Si es por regularidad, disciplina táctica, eficiencia en el control del balón, Holanda debió ser el campeón. Incluso, tras un proceso clasificatorio realmente espectacular, ya que ganaron todos los partidos de su fase. Y con jugadores de un talento notable como Robben y Snejider. Y un portero, muy seguro.
Incluso hasta Uruguay hizo mérito. Clasificaron últimos en repechaje frente a Costa Rica. Y en este Mundial, vinieron de atrás. Y llegaron a semifinales con un rendimiento notable en disparos al arco, 17 por partido. Con un equipo aguerrido. Bien armado en mediocampo. Y por cierto, entre sus integrantes, el que sería premiado como el mejor jugador del Mundial, del delantero charrúa, Diego Forlán. Sí, un uruguayo.
Pero la final, es la final. Y aquí los números no sirven de nada, si sales a la cancha con una actitud diferente. Que fue lo que hizo España. Jugó como equipo. Corrió toda la cancha. Aguantaron las patadas de los holandeses. Jugaron concentrados.
Me gustó el juego de España, porque atacaban y atacaban. Al igual que Chile. Es opinión de muchos que tanto España como Chile, fueron los únicos equipos del Campeonato, que salieron con una vocación más ofensiva que defensiva. Y en la final, primó eso. La ofensiva.
Las palabras del entrenador español, Vicente del Bosque, son claves: “este es un mérito del equipo y del proceso”. Y tiene razón. Del Bosque, un técnico que –al igual que su colega holandés- se hizo cargo de un equipo que ya venía en un proceso de transformación gracias a Luis Aragonés, y gracia a ello, fueron campeones de la Eurocopa del 2008. No hizo ningún cambio a ese proceso. Tomó lo mejor, incorporó nuevos valores jóvenes y a trabajar!
¿Mérito? Si revisamos a esta nueva España, vale la pena. Casi toda su plantilla vienen de dos equipos acostumbrados a ganarlo todo: el Barcelona (el actual mejor equipo del mundo a nivel de clubes) y el Real Madrid. Del Bosque, un entrenador también acostumbrado a los triunfos.
Otra clave de este resultado, entonces. Para España, no era su primera “corona” deportiva. Faltaba ésta. La del Mundo. Y la que tanto anhelaban. Con ello, se une al exclusivo club de Francia (Mundial 1998-Euro 2000) y Alemania (Euro 1972-Mundial 1974) que logra esa dupleta.
España, ha logrado lo que ningún equipo había hecho: jugar de manera irregular desde un comienzo. Confiados. Sobrados. Incluso, hasta soberbios, incluida la prensa deportiva española (incluido Marca). Pero de a poco aprendieron la lección y se dieron cuenta que había que cambiar la actitud. Lo malo, es que lo hicieron al final. En los dos últimos partidos. En la semifinal y en la final.
Ojalá que este proceso no termine. Ojalá que reine la humildad, en los españoles. La sabiduría, incluida su técnico. Porque esta España deslumbra. Y dicta cátedra.
Enhorabuena Campeones!
viernes, 9 de julio de 2010
Waka Waka: La recta final del Mundial. Mi previa de Alemania-Uruguay
Estamos a pocos días del final de la Copa del Mundo, en Sudáfrica. Y tal como lo dije en uno de primeros artículos, un gran evento deportivo que nos obliga también a no olvidar que la justa se celebra en un país marcado por el hambre, la muerte, el sida y la pobreza. ¿Sabía usted que en este país de 49 millones de habitantes, una cuarta parte de su población vive con menos de 500 pesos al día y un 20% de la población adulta está contagiada con el VIH? Para no olvidar.
Y comento esto, porque sencillamente este Mundial de Sudáfrica, será recordado por sus contrastes. Estadios fastuosos. Marketing por millón. Turismo, un éxito. Los ojos del mundo, puestos en este país sudafricano, y detrás, esa difícil realidad social que cada día empeora.
Vamos a lo deportivo. Me cae bien el famoso pulpo inglés “Paul”. Pero no quiero creer en él. Ni caer en superticiones, que lo único que hace es farandulizar un campeonato, que merece ser visto con una mirada deportiva, con altura de miras.
Seguramente, ya se enteró que “Paul” predijo que Alemania vence a Uruguay este sábado y obtiene el tercer puesto. Y que España, logrará el campeonato del mundo frente a Holanda. Dejémoslo hasta ahí.
Uruguay, por la garra
Para el tercer puesto, mi favorito es Uruguay. Y debería ganar los charrúas, porque han jugado con evidente inspiración y al revés que España, los uruguayos sí han jugado de menos a más. Ganaron el primer lugar su grupo, eliminando a Francia. En la fase final, derrotaron a Corea y Ghana, ambos partidos jugados con velocidad y gol. Especialmente, frente a los africanos.
Pero el mejor partido de los charrúas, fue el que perdieron ante Holanda. Dios, que partidazo. Era de lado y lado. El resultado, no grafica que si Uruguay hubiese equilibrado garra, fuerza y velocidad, con equilibrio táctico, eficiencia defensiva…bien podría estar instalada en la final. En fin. Así son las cosas.
Me gusta Uruguay, porque tiene al segundo mejor delantero del torneo, después del holandés Snejider, que es Diego Forlán. Un delantero que tiene siete pulmones. Que es capaz de echarse el equipo a sus hombros y dar vuelta un partido increíble. Este sábado tendrá a su lado, a Luis Suarez, suspendido en semifinales, y otro delantero que pondrá en jaque a los alemanes.
De Alemania, no quiero decir mucho: me desilusionaron. Especuladores. Ultradefensivos. Sin ninguna ambición. Pese a tener un equipazo. A jugadores de altísimo nivel. Fuertes. Altos. Con excelente toque y manejo del balón. Pero carente de espíritu. Si Brasil, Italia, Francia e Inglaterra, fueron los fiascos de este Mundial, Alemania -a mi juicio- inmerecidamente llegó a las semifinales y con mayor razón a esta instancia frente a Uruguay.
La goleada en primera fase ante Australia, jajajaja. Con el perdón de los australianos, pero no. No debieron haber llegado al Mundial. Y ojo: los germanos perdieron en primera fase con los excelentes serbios y apenas derrotaron a Ghana por un gol. El resto… como dirían los Beatles…”con una pequeña ayuda de mis amigos”.
Uruguay, cerrará una brillante participación este sábado y ganará a Alemania.
Uruguay no especulará. Saldrá a ganar. A demostrarle a Europa, que Sudamérica tiene un gran candidato y un equipo que sí está dispuesto a mostrar un fútbol ofensivo, abierto, rápido, aunque a veces carentes de disciplina y orden en el mediocampo.
Otra razón: porque tienen a un entrenador (Washington Tabarez) que sabe hacer muy bien su trabajo. Porque motiva. Conoce bien a sus rivales. Y tiene una mirada del partido en la que resuelve todo a última hora.
Porque a diferencia del resto de todos los equipos de este Mundial, Uruguay ha sido el que SÍ ha venido de atrás y se ha superado. Clasificó último para llegar al Mundial. Y en esta Copa del Mundo, si usted revisa bien los resultados, en todos los partidos, vino de atrás para ganarlos.
Me quedo con el partidazo jugado ante los mejores del Mundial: Holanda.
Vamos Uruguay, estamos con ustedes.
miércoles, 7 de julio de 2010
Waka Waka: Holanda, un (excelente y moderno) ejemplo de fútbol. Es mi favorito en la final
Sin saber aún el resultado de la segunda semifinal entre España y Alemania, quisiera comentarles en este artículo porqué Holanda llegó a la final de esta Copa del Mundo 2010. Y adquiere, a mi juicio, el cartel de (merecido) favorito, sin haberlo sido antes del desarrollo de la presente Copa y sí: Brasil, Alemania, Italia, Argentina, Francia o Inglaterra.
Muy pocas personas creyeron en Holanda. Incluso, la prensa especializada. Y miren ustedes. Ahí están. Calladitos y en la final. Y con estadísticas impecables: 6 triunfos, 12 goles a favor, 5 en contra. derrotaron a Japón, Camerún y Dinamarca, en primera fase; en octavos, superaron a la sorprendente Eslovenia, y en cuartos, eliminaron al favorito, al pentacampeón, a Brasil.
En semifinal, vencieron 3-2 a Uruguay, en un hermoso partido. De altísimo nivel. De contraste. Garra, por un lado (Uruguay, por cierto). E inteligencia, eficiencia, disciplina y fuerza, por otro (Holanda).
Holanda, amigas y amigos, merece estar en esta final de Sudáfrica. Con un juego equilibrado. Limpio. Sin ningún jugador expulsado hasta ahora. Sí. Ninguno. Eficientes en el trato del balón: 72% de acierto en sus pases. 70% de ellos, en pases cortos, 80% en pases largos y 51% en pases largos. Eficiencia. En el juego más importante: la semifinal, contra Uruguay, necesito sólo 4 disparos al arco, para hacer tres goles.
Pero esto no es fortuito. Hay un porqué. Y ese porqué se llama PROCESO. Ha habido un largo, pero eficiente proceso deportivo, liderado por su entrenador de 56 años de edad, Bert van Marwijk.
CAMINO
Revisemos lo siguiente, que es interesante: Holanda, hasta el año 2008, tenía fama de practicar un juego vistoso, pero carente de solidez para disputar una final. ¿Se acuerdan de Goullit, de Rickjard, de ¡Van Basten!, de los hermanos Koeman, de Cocú? Todos, jugadores que brillaban por la majestuosidad de su juego…individual. Faltaba, sin embargo, lo que ha sido la tónica de este Mundial: (ser) equipo. Y eso fue lo que hizo su actual técnico. Cambiar.
Tras una desastrosa Eurocopa del 2008, van Marwijk, tomó las riendas de Holanda. Y apostó por corregir lo que no estaba funcionando bien: el juego táctico, en equipo, el orden, la concentración, la tranquilidad en los momentos más difíciles, y ser letales al momento de marcar goles.
Para ello, se hizo de un staff técnico con dos jóvenes ayudantes de lujo: los ex internacionales y jugadores que brillaron recientemente: Phillip Cocu y Frank de Boer . Además, mantuvo la estrategia de juego instaurada por su antecesor, Marco Van Basten: 4-2-3-1, con el fin de que sus futbolistas aprovecharan lo mejor del proceso anterior.
Y ahí, a crecer. A jugar. Y a ganar.
¿Sabía usted que Holanda clasificó a este Mundial, también primera de su grupo? Gracias al proceso de cambio liderado por van Marwijk, ganaron todos sus partidos. 15 puntos. 17 goles a favor y tan sólo 2 en contra. Y dejaron fuera a los que eran favoritos: Noruega y Escocia.
Ya en el Mundial, aparecieron las genialidades de los jugadores: Arjen Robben y Wesley Snajider, este último, goleador con 5 tantos en el Mundial. Por cierto, ambos fueron literalmente desechados por el gigante del marketing, Real Madrid, el año pasado. Hoy brillan, en Alemania e Italia.
Detrás de esas genialidades, también hay un equipo: los hombres clave son, Joris Mathijsen, André Ooijer, Dirk Kuyt, Mark van Bommel, Klaas Jan Huntelaar y Giovanni van Bronckhorst, todos ellos... experiencia y juventud al mismo tiempo.
Pero el líder de este resultado se llama Bert van Marwijk. Entrenador, que pese a haber tenido una carrera sencilla y modesta como futbolista, como técnico ha madurado y brillado muchísimo. Campeón de Europa, con el Feyenoord de Holanda el 2002, y posteriormente conoció el fútbol alemán, como técnico del Borussia Dortmund. Regresó a Holanda. Y literalmente se podría decir que es experto. Conoce a todos los equipos y jugadores.
Clave:
Holanda ha tenido que vivir un largo proceso de transformación. 32 años después de fracasar en Argentina, donde perdieron por 3-1 en la prórroga de aquella final de 1978. Cuatro años antes, también habían perdido el partido decisivo ante otra anfitriona, Alemania. Con la excepción del título europeo de 1988, los diversos sucesores de la generación Cruyff no lograron alcanzar nunca más aquella instancia trascendental.
Hoy todo ha cambiado.
Los jugadores holandeses juegan ordenados. Con ganas. Motivados. Respetan a su entrenador. A su maestro. Y señalan: “es un entrenador cercano y comunicativo”. Y ambicioso: porque antes del Mundial dijo: “nuestro objetivo es la Copa del Mundo, la final y la Copa”.
Ya está. Lo logró. Llegó a la final. Y si la gana, van Marwijk la disfrutará como ese 2002, cuando ganó la Copa Europea. Sólo que esta vez, será distinto. Porque será un entrenador debutante (en Mundiales). Pero con vasta experiencia. Y conocedor, del buen fútbol.
Me gusta Holanda. ¿Y a usted?
viernes, 2 de julio de 2010
Waka Waka: ¿Brasil, eliminado? No me sorprende. Sucedió: se poletizó la selección chilena y todo porque a Bielsa no le cae bien nuestro Presidente.
Hola, un gran saludo desde mi oficina de la Escuela de Periodismo de la U San San Sebastián en Concepción. Quiero comenzar este artículo dedicándolo a mis 17 nuevos periodistas titulados que este viernes 2 de julio obtuvieron sus diplomas que los acredita como nuevos profesionales. ¡ Los felicito chicos! ¡A conquistar el mundo!
El Mundial de Sudáfrica 2010, será recordado, entre otras cosas, como el evento donde los equipos grandes sucumbieron ante los más “débiles” o simplemente, sin cartel de favoritos.
Repasemos: las eliminaciones de Italia, Inglaterra, Francia y Portugal. Sin olvidar la derrotas en primera fase de grupos de España frente a Suiza, o la de Alemania frente a Eslovenia. Y ahora, uno de los grandes entre los más grandes: Brasil. Sí. Brasil. El equipo que muchos, lo daban instalado en la final. Olvídelo. Brasil, a la casa. La razón: porque tuvo a un equipo aplicado y disciplinado como fue Holanda.
Lo que sucedió con Brasil y Holanda, me recuerda a lo que le sucedió a los delanteros estrellas holandeses, Wesley Sneijder y Arjen Robben, quienes fueron desechados por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, por supuestamente no ser jugadores de calidad y de la talla que sí tenían Cristiano Ronaldo, Kaká (Sí, el mismo que se fue para la casa en este Mundial) o Benzemá (el francés que ni siquiera fue convocado para el Mundial por indisciplina).
Mire usted. Estos jugadores holandeses son los mismos que luego brillaron en el Inter de Italia y el Bayer Munich de Alemania, y ahora, los verdugos del pentacampeón del mundo. Es decir, del mejor equipo del mundo.
Qué hermoso es este Mundial. Qué lección para el mundo del fútbol. ¡Aún existe fútbol! El marketing no lo es todo. Y el favoritismo, ya no existe. Los ídolos, tampoco. Vemos equipo. Vemos partidos competitivos. Donde el que debía perder (según los “expertos”) finalmente terminó ganando. Y el que ganó, se fue sencillamente de regreso, algunos de manera humillante y justa.
Así como Chile y su equipo técnico liderado por Bielsa dio lección de buen fútbol, de equipo, de nuevos talentos y de juventud, ahora ha sido Holanda, que sin hacer ruido ni show ha dejado en el camino a Brasil. Con un juego moderno, sencillo, y eficiente. Con 51% de manejo y control de la pelota, frente a un 49% de Brasil. Los holandeses, fueron –sencillamente- más eficientes que Brasil y en el segundo tiempo, aprovecharon la confianza con que Brasil jugó el partido.
Está entretenido este Mundial. Ahora esperar Alemania frente a Argentina. Y confieso, que ninguno de los dos equipos me convence. Los respeto. Pero no me convencen. Ni en individualidades ni en esquemas tácticos.
Y para terminar, un comentario a lo sucedido en Chile tras el regreso de la selección. Lamentablemente, seguimos siendo subdesarrollados. Y no aprovechamos el buen momento del equipo.
El que su entrenador, Marcelo Bielsa, no sienta simpatía por el presidente, se ha convertido en noticia. Y mi crítica es al periodismo chileno. Por Dios que nos cuesta guardar los equilibrios.
Soy respetuoso de las ideologías y creencias del resto, pienso que el técnico Bielsa, tiene todo su derecho a no sentirse cómodo o gustoso de participar en un encuentro con el presidente chileno Piñera. Ahora, de ahí a no ser respetuoso frente a un gesto que es simplemente dar la mano en un momento protocolar, sencillamente lo considero un error de parte de nuestro admirado y respetado entrenador.
El presidente, es el presidente. Tanto en Chile como en Argentina, Estados Unidos o Venezuela. Gústele o no.
Pero insisto, el error más grave es el de la prensa que hace un festín con esto. Y lo único que hace es alejar aún más la posibilidad de seguir contando con un estratega eficiente y de calidad como es Bielsa.
Bielsa tendrá sus motivos para estar alejado de la figura de Piñera y más cercano a Bachelet. Pero de ahí a convertir esto en un asunto de Estado, me parece el colmo.
Me quedo con lo deportivo y no con lo que estoy viendo ahora. Prefiero seguir viendo el Mundial.
Hasta la próxima.
El Mundial de Sudáfrica 2010, será recordado, entre otras cosas, como el evento donde los equipos grandes sucumbieron ante los más “débiles” o simplemente, sin cartel de favoritos.
Repasemos: las eliminaciones de Italia, Inglaterra, Francia y Portugal. Sin olvidar la derrotas en primera fase de grupos de España frente a Suiza, o la de Alemania frente a Eslovenia. Y ahora, uno de los grandes entre los más grandes: Brasil. Sí. Brasil. El equipo que muchos, lo daban instalado en la final. Olvídelo. Brasil, a la casa. La razón: porque tuvo a un equipo aplicado y disciplinado como fue Holanda.
Lo que sucedió con Brasil y Holanda, me recuerda a lo que le sucedió a los delanteros estrellas holandeses, Wesley Sneijder y Arjen Robben, quienes fueron desechados por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, por supuestamente no ser jugadores de calidad y de la talla que sí tenían Cristiano Ronaldo, Kaká (Sí, el mismo que se fue para la casa en este Mundial) o Benzemá (el francés que ni siquiera fue convocado para el Mundial por indisciplina).
Mire usted. Estos jugadores holandeses son los mismos que luego brillaron en el Inter de Italia y el Bayer Munich de Alemania, y ahora, los verdugos del pentacampeón del mundo. Es decir, del mejor equipo del mundo.
Qué hermoso es este Mundial. Qué lección para el mundo del fútbol. ¡Aún existe fútbol! El marketing no lo es todo. Y el favoritismo, ya no existe. Los ídolos, tampoco. Vemos equipo. Vemos partidos competitivos. Donde el que debía perder (según los “expertos”) finalmente terminó ganando. Y el que ganó, se fue sencillamente de regreso, algunos de manera humillante y justa.
Así como Chile y su equipo técnico liderado por Bielsa dio lección de buen fútbol, de equipo, de nuevos talentos y de juventud, ahora ha sido Holanda, que sin hacer ruido ni show ha dejado en el camino a Brasil. Con un juego moderno, sencillo, y eficiente. Con 51% de manejo y control de la pelota, frente a un 49% de Brasil. Los holandeses, fueron –sencillamente- más eficientes que Brasil y en el segundo tiempo, aprovecharon la confianza con que Brasil jugó el partido.
Está entretenido este Mundial. Ahora esperar Alemania frente a Argentina. Y confieso, que ninguno de los dos equipos me convence. Los respeto. Pero no me convencen. Ni en individualidades ni en esquemas tácticos.
Y para terminar, un comentario a lo sucedido en Chile tras el regreso de la selección. Lamentablemente, seguimos siendo subdesarrollados. Y no aprovechamos el buen momento del equipo.
El que su entrenador, Marcelo Bielsa, no sienta simpatía por el presidente, se ha convertido en noticia. Y mi crítica es al periodismo chileno. Por Dios que nos cuesta guardar los equilibrios.
Soy respetuoso de las ideologías y creencias del resto, pienso que el técnico Bielsa, tiene todo su derecho a no sentirse cómodo o gustoso de participar en un encuentro con el presidente chileno Piñera. Ahora, de ahí a no ser respetuoso frente a un gesto que es simplemente dar la mano en un momento protocolar, sencillamente lo considero un error de parte de nuestro admirado y respetado entrenador.
El presidente, es el presidente. Tanto en Chile como en Argentina, Estados Unidos o Venezuela. Gústele o no.
Pero insisto, el error más grave es el de la prensa que hace un festín con esto. Y lo único que hace es alejar aún más la posibilidad de seguir contando con un estratega eficiente y de calidad como es Bielsa.
Bielsa tendrá sus motivos para estar alejado de la figura de Piñera y más cercano a Bachelet. Pero de ahí a convertir esto en un asunto de Estado, me parece el colmo.
Me quedo con lo deportivo y no con lo que estoy viendo ahora. Prefiero seguir viendo el Mundial.
Hasta la próxima.
martes, 29 de junio de 2010
Waka Waka: Esto no se ha acabado. Bielsa abrió la puerta. Viva Chile. Viva el (buen) fútbol.
24 horas después del 3-0 propinado por los mejores futbolistas del mundo (Brasil), me he dedicado a leer, a escuchar y a reflexionar. Y lo primero que siento, es que no estoy triste. Y lo primero que pienso, es decir: Gracias Marcelo Bielsa. Gracias por haberle entregado a la selección chilena: disciplina, eficiencia, motivación, respeto, liderazgo, equipo, y… humildad.
Se ha escrito tanto sobre esta selección. Sobre su pasado. Triste, humillante, negro (como el Maracanazo del “Condor” Rojas). Se ha comentado tanto de ese Chile acostumbrado a la pillería, a las matemáticas, a clasificaciones empapadas de alcohol, farandulería y escaso margen a la autocrítica. A la flojera. A hacer las cosas a medias.
Pero llegó el momento. Como dice mi papá, los ciclos comienzan y terminan. Las etapas. Y era precisamente el momento de que Chile, y su selección adulta (por Dios, éramos la selección más joven del Mundial, lo sabía?), diera un viraje hacia la modernización y la seriedad. Empezando por su dirigencia, encabezada por un profesional universitario, bilingüe, con experiencia de haber trabajado en la FIFA (y por ende, visión global), y responsable. Me refiero al periodista y presidente del fútbol chileno, Harold Mayne-Nichols.
Luego Bielsa y su tremendísimo equipo técnico. Los números no mienten. Los cambios fueron notorios desde el primer día de entrenamiento en Santiago. Nada de cámaras, nada de juergas y los que no quieran trabajar de manera seria, se van (si no que lo digan Valdivia, Vidal, ¡ Medel!).
Y de ahí, el comienzo. Un proceso clasificatorio, donde- en lo personal- me di cuenta del cambio de fútbol en Chile, desde el primer partido frente a . Para empezar, todos jóvenes. Y pocos conocidos como: Carmona, Orellana, Fuentes , Estrada, Beausejour, entre otros. Juventud e inexperiencia, como capital supremo para una estrategia distinta, sabia, intensa y responsable. Con goles. Con personalidad. Con pasión. Con convicción. Era otro Chile. El nuevo Chile.
Y clasificó como el segundo mejor equipo sudamericano al Mundial. Por encima de Paraguay , Argentina y Uruguay. Y con un fútbol, sorprendente, atlético, rápido, dinámico…exento de polémicas, de pillerías y sin calculadora en mano. ¡ Qué cambio! Qué bien le hizo al país. Qué rentable se hizo la selección. Y que amor y pasión le devolvió a la gente, especialmente tras el terrible terremoto y maremoto de febrero pasado.
El partido frente a Brasil, en octavos de final, es una anécdota. Me quedo con los primeros 30 minutos y el nivel futbolístico que Chile exponía en la cancha. Era el resultado de Bielsa y su equipo técnico. Y nada más. Porque después sucedió lo mismo que ocurrió frente a Honduras, Suiza y España. Costosos errores. Por falta de concentración, de aplicación y de trabajo previo. Incluso, me atrevería a decir, errores que los futbolistas chilenos llevan en su sangre. Los europeos lo manejan muy bien: el carácter y la fuerza para finiquitar las cosas. La actitud. Hay que trabajar ello, en la cancha. La concentración y la sabiduría.
En resumen, Bielsa y su equipo logró armar una base de jugadores muy sólida. Firme. Disciplinada. Distinta. Ahora, la buena noticia sería que el argentino y su equipo siguieran al mando de esta selección. Hay confianza. Hay respeto. Hay ganas. Hay seriedad. Tenemos juventud! Estos son guerreros!
Sí, Bielsa, abrió la puerta. Por fin. El desafío, es seguir trabajando a firme. Con estos jugadores y con otros. Con un fútbol local más competitivo. Más organizado. Más responsable. Y con visión global.
Quisiera saber qué pasa hoy en la cabeza del rosarino. La buena noticia, es que no se despidió de sus jugadores. ¿Será una señal?
¡Hasta la próxima!
viernes, 25 de junio de 2010
Waka Waka: Chile puede más. Pese a la derrota frente a España. Puede más.
No fue un partido histórico para Chile, pese a la clasificación a la segunda ronda.
La derrota por dos goles a 1 frente a España, es un resultado que obliga a un análisis de los primeros 40 minutos, en el cual los hispanos marcaron los únicos tantos del partido, producto de dos errores chilenos. Y sume a ello, dos goles que Chile pudo marcar, y haber cambiado la historia del partido. Así de simple.
Lo dije en mi artículo anterior. Chile de perder, no sería por una genialidad de los españoles. Sino por un error o desconcentración en la zona más potente que había mostrado hasta ahora: la defensa. ¿Se dio cuenta? Por ahí se dieron goles españoles. La desconcentración.
Chile corrió todo el partido. Pero pecó de esa actitud que siempre nos ha caracterizado como sociedad: la ansiedad, la falta de equilibrio, y el descontrol. Una muestra de ello: 4 tarjetas amarillas, con una expulsión. Todo en menos de 45 minutos. Fatal.
En mi opinión, los jugadores chilenos entraron a la cancha intimidados por el ambiente previo al partido. Con todo el respeto que me merece el equipo y su entrenador. Pero es así. España no era un gigante. No eran los mejores. Era un equipo serio, ofensivo, y el que estaba obligado a ganar y a presionar. Chile tenía las cartas, y nos las supo jugar.
Errores. Errores. Y más errores. Porque fútbol, existe. Talento, sobra. Falta eso. Actitud. Tranquilidad. Respeto a la estrategia del entrenador. Mire usted el segundo tiempo. Si con 10 hombres, Chile jugó hasta mejor que España. Incluso, con un gol antes de los 10 minutos del segundo periodo. Acertó Bielsa, con los cambios. Bien Millar. Porque jugó a muerte. Y finalmente, él y el resto de sus compañeros, se tranquilizaron y defendieron de manera ordenada hasta el final.
Me sorprendió la falta de fútbol de los españoles en el segundo tiempo. Conformistas con el resultado. Temerosos de aprovechar la ventaja de un hombre más a favor. Que me disculpen mis amigos españoles, pero así no llegan a la final. Para ser campeón hay que jugar a fondo, con amplitud, con ganas. Era para 5 goles. Y frente a Chile, nuevamente demostraron que no son el mismo equipo que ganó la Copa de Europa.
Nuevamente, Alexis Sánchez estuvo ausente en el marcador. Van tres partidos. Este chico cuando explote, será letal. Y no ha marcado, simplemente porque ha faltado que los delanteros jueguen sincronizados con el volante creador. Valdivia, no jugó bien. Vea usted el resultado. Los goles errados por González (Dios, cómo habría cambiado el partido) y Beausejour (…cómo habría cambiado el partido), hay que revisarlos y corregir.
Bielsa y sus guerreros tienen un maravilloso desafío ahora frente a Brasil. Pero no hablaré de ello hoy. Acaba de terminar el partido frente a España y me quiero quedar con esta sensación de que Chile ha clasificado, pero que se pudo empatado, e incluso, haber ganado.
Hay que celebrar. Moderadamente. Hay que ser optimistas. Hay que creer en los chicos. En Bielsa. Y jugar frente a Brasil el próximo lunes…pero no como lo hizo hoy.
Un gran abrazo.
Post Data: ... que injusto habría sido que clasificara Suiza, ¿verdad?
jueves, 24 de junio de 2010
Waka Waka: mi previa de España-Chile.
Queda menos para el pitazo inicial. Y las ganas que comience el partido, aumenta. En Chile, crece no sólo el optimismo sino también la ansiedad de que finalmente ambos equipos diluciden cuál de los dos se queda fuera del Mundial. Siempre y cuando Honduras, no diga lo contrario, y se vaya a la casa junto con los suizos.
¿Les confieso algo? Quiero ver a Chile seguir los pasos de Argentina, Paraguay, México, Uruguay y Brasil. Y no porque sea injusto que Chile quede fuera de segunda ronda, con seis puntos, mientras Paraguay clasificó con 5 puntos y México con apenas 4. No. No es por eso. Así es el Mundial y punto.
Es porque –sencillamente- Chile ha jugado un fútbol moderno, atlético, disciplinado y joven. De la mano, de un “ingeniero” argentino que convirtió un desastre en una oportunidad.
La selección chilena, tiene que estar en la siguiente ronda.
Y este partido frente a España, en el contexto actual, es lo mejor que le puede haber sucedido. No, no estoy loco. Ni soy un antipatriota. Al contrario. Es porque de realizar el excelente match que todos esperamos frente a los hispanos, Chile habrá cruzado la línea de todo análisis y cuando enfrente a Brasil o Portugal, en segunda ronda, el nivel futbolístico alcanzado será superior al que tiene hoy. Y eso será clave para ganarle a estos dos gigantes del fútbol.
No es necesario repetir en esta columna, que Chile es equipo, es velocidad, es dinamismo y es disciplina. Eso ya está instalado, socializado y compartido. Tampoco descubrir que dentro del equipo tenemos jugadores profesionales que han iniciado una carrera deportiva brillante como son: Sánchez, Medel, Carmona, Beausojour, González y un excelente portero como lo es Bravo, el capitán. No. Tampoco es necesario.
La clave –insisto- pasa porque este viernes el equipo chileno juegue concentrado todo el partido. Los españoles saldrán a ganar, pero no como todos piensan: con espacios y ataques incesantes desde el minuto 1. No es el estilo del técnico español, Del Bosque.
España, estimados amigos, jugará inteligentemente, esperando un error de Chile. Y ese error, adivine por donde pasará: por el sector más importante y el que más brillado durante el Mundial: la defensa. Por eso, que la clave del triunfo se llama: equilibrio en línea defensiva, con salida creativa en el mediocampo.
Otra clave: aguantar los primeros 20 minutos del partido. Si Chile repite parte de la misma estrategia que aplicó Suiza, en cuanto a jugar sin errores frente a España, Chile tiene opción. Chile clasifica.
Insisto, hay que jugar, hay que correr, hay que atacar, pero sin ansiedad, sin errores, concentrados, y atentos a los cambios de juego de los españoles. Ojo: Suiza, con tan sólo un 35% de posesión del balón, venció a los españoles. Chile, con mejor juego, con mejor equipo y más ofensivo, está en capacidad de controlar el partido, y de ganar.
Mi pronóstico: Chile clasifica. Y jugando como lo ha hecho hasta ahora, incluso mejor. Al final, habrá ganado más que tres puntos y clasificación. Ganó nivel, ganó fútbol, aprendió de un excelente estratega y por cierto.. se hizo un grande.
Waka Waka: Chile y España, las 5 razones de un triunfo...
No, no habrá un triunfo moral. Ni tampoco una derrota inmerecida.
El partido de este viernes entre las selecciones de Chile y España, será eso: un partido. Un encuentro deportivo. En el contexto de un campeonato mundial que se juega en un continente donde la verdadera noticia es el hambre, el sida, la corrupción y la muerte.
En lo deportivo, aquí van mis 5 razones de porqué clasificará, quien debe clasificar al término de los 90 minutos:
1. Porque durante la ronda clasificatoria antes del Mundial y durante esta primera fase, jugaron como equipo, como cuerpo, sin protagonismos, farandulería. Ser equipo, es ser unidad. Y ser unidad, genera confianza, identidad, respeto y motiva.
2. Porque cuentan con un entrenador, que más allá de su trayectoría, es un profesor, un maestro, dentro y fuera de la cancha. No es amigo de sus jugadores. Es una persona respetada y en que se confía un proyecto de vida. Poruqe ha formado espíritu, vocación, actitud, con temple, sencillez y amor.
3. Porque han tenido que sacrificarse, antes, durante y después de ser jugadores de una selección. Porque han dedicado gran parte de su vida a este proyecto de ser futbolista. Desde un niño pobre de la localidad desertica chilena de Tocopilla, hasta un pequeño chaval de Madrid que a punta de goles, empezó a brillar como el oro.
4. Porque creen. Creen en un triunfo. Creen en un resultado. Y detras de ese resultado, hay una estrategia, estudiada, practica hasta el cansancio, y ejecutada al pie de la letra.
5. Porque al momento de jugar este viernes, decidieron hacerlo de manera simple, sin egoísmos, sin individualidades, sin pensar en el estrellato ni la fama. Pensando en que el partido es eso...un partido. Un simple juego deportivo. Más importante es la esencia humana. Y el haber constituido unidad, equipo y disciplina.
Hasta la próxima
lunes, 21 de junio de 2010
“Waka Waka”, mi visión del Mundial: Chile puede con España. ¡Vean éstos porcentajes!
Chile es protagonista de este Mundial de Sudáfrica. El examen frente a Suiza, fue clave. No sólo por el gol marcado por Mark González, sino por el excelente trabajo hecho por los jugadores chilenos que respetaron las instrucciones de su técnico, el argentino Marcelo Bielsa. Y el partido frente a España, puede ser de tú a tú, y porqué no, ganable.
Veamos los números. Chile en su victoria (1-0) sobre Honduras tuvo un 56% de dominio del balón. Y una ofensiva de 20 tiros a puerta. Y frente a Suiza (también con victoria de 1-0), la posesión aumentó a un 58% con 20 remates a portería helvética. 6 puntos, en dos partidos. Lamentablemente, con apenas dos goles de producción.
Y Bielsa reconoce que aquí hay una debilidad. Es decir, la principal amenaza de Chile frente España, no son los españoles. Sino que el propio equipo chileno, que en su delantera han desperdiciado por lo menos, 4 goles en los dos partidos. Y ahí está una de las claves para el match frente a España.
En tanto, los españoles no han sido regulares. En la derrota frente a Suiza, los hispanos tuvieron un 63% de dominio de la pelota, con 24 tiros a puerta, y perdieron. Claro, tuvieron una muralla de jugadores suizos muy disciplinados desde media cancha hacia atrás y eficientes en tiro a puerta. Y ganaron los helvéticos, con apenas un 37% por ciento del balón.
Estoy optimista. Porque frente a Honduras, España debió haber goleado y bajó de un 63% a un 57% del dominio del balón ante los centroamericanos. Disminuyeron los remates a puerta. Perdieron un penal y fallaron otro al final del partido. Era un partido para que los españoles marcaran un mínimo de 5 goles. Y no fue así. Ganaron con apenas dos goles. Chile debe aprender de ello.
España tiene jugadores estrellas. Chile no tiene estrellas, tiene equipo. España tiene una liga profesional, Chile no. Pero llegó un gran entrenador (Bielsa y su staf técnico) para demostrar que con inteligencia, disciplina, convicción y esfuerzo, se puede llegar a un Mundial con números positivos.
Y en estos dos partidos, Chile demostró que si equilibra la posición de balón con eficiencia en los remates a portería, gana. No me preocupan los españoles. Me preocupa que se repitan las individualidades chilenas y el talentoso Alexis Sánchez, no reciba el balón de sus compañeros cuando más se necesita consolidar un triunfo.
Me preocupan las 8 tarjetas amarillas acumuladas en dos partidos, que dejaron fuera a Fernández y Carmona para este viernes . No me preocupa España.
Me quedo con las palabras del técnico de Suiza, el alemán Hitzfeld: “Chile tiene una gran capacidad atlética… es un rival extremadamente complicado”. Si la “Roja” mantiene este rendimiento, y corrige lo planteado en este análisis… vence. Y convence, aún más. A ganar.
viernes, 18 de junio de 2010
Waka Waka, mi visión del Mundial: La lección de los “otros”
Saludos a todos desde Concepción. Me imagino que muchos pendientes también del Mundial en Sudáfrica. Y me incluyo. Pero no sólo con un afán deportivo y amante del (buen) fútbol. Sino también con una visión más interpretativa y académica de lo que el fútbol es y proyecta ser: pasión de multitudes.
Hoy quiero comentar los resultados obtenidos por aquellos equipos que no eran favoritos, y que incluso era ninguneados por potencias como España, Alemania o Italia. Me refiero a los “otros”, que con un cartel de jugadores muy jóvenes y con entrenadores serios y profesionales, le han demostrado a “Goliat”, que son los nuevos protagonistas de Sudáfrica 2010.
Los “otros”: Estados Unidos, que le empata a 1 a la poderosa Inglaterra del técnico Capello; Suiza, que le propina un tremendo golpe al corazón y ego de los españoles, y la derrota 1-0; Costa de Marfil y el empate con sabor a derrota para los portugueses liderados por el multimillonario delantero Ronaldo; y recientemente, Alemania, que cayó 1-0 frente a una “fragata” serbia, que sencillamente los humilló y dejó en claro que el 4-0 propinado por los germanos frente a Australia, no era la mejor radiografía para decir que eran los mejores del Mundial.
Los “otros”, han dejado en claro, que en este Mundial no se puede llegar con cartel de favoritos. Hay que llegar como lo ha hecho Chile de la mano de un verdadero ingeniero del fútbol como es el argentino Bielsa. En mi facebook decía esta semana que Marcelo le ha dado una gran lección a nuestro país. Y al Mundo deportivo. Si no vea las reseñas que le han dedicado periódicos en Europa y América.
Una lección de humildad, de eficiencia al momento de trabajar, de creer en los jóvenes y su talento (vean el caso de Isla, Carmona, Medel, ¡Sánchez!), de estar 100% comprometidos con el trabajo fuera y dentro de la cancha, de trabajar en equipo y cada uno asumiendo un papel estrictamente profesional.
Bielsa, el maestro. Los jugadores, sus alumnos. Y cuando hay respeto por el profesor y disciplina frente a las instrucciones, se puede aspirar a un presente y futuro mejor. Ojalá que Chile, como país, aproveche esta lección que no está regalando un argentino que fue humillado por la prensa de su país, sencillamente porque no clasificó o ganó el Mundial.
Los “otros”, son jóvenes. Aún no están “contaminados” por la fama, como le ha sucedido a Ronaldo (el portugués), a Kaká (el brasileño), a Rooney (el inglés), a Klosse (el alemán) o al niño de Oro, Fernando Torres, el español.
Gracias a los “otros”, este Mundial tiene un sabor distinto. Y grato. Creo en Chile. Y no por lo que haga el lunes frente a Suiza y el miércoles ante España. Sino porque por fin aprendimos la primera gran lección: hay que ser profesionales. Y valorar la experiencia. Como la de Bielsa, Antic (Serbia), Hitzfeld (Suiza), Erickson (Costa de Marfil) o Bradley (USA).
Hasta la próxima.
viernes, 9 de abril de 2010
Los desafíos del Periodismo, tras el terremoto
“Agregue que los primeros medios de comunicación que llegaron a Talcahuano centro fueron canales internacionales, como Telefé (Argentina) y Canal Caracol de Colombia (que llegaron el domingo 28) y estuvieron instalados durante 2 días. El lunes 1 (de marzo) llegó Antena 3 (de España) y un canal Franco Canadiense, además de los reporteros de Reuters (Inglaterra) y Francexpress (Francia). Recién el día miércoles 3 llegó Chilevisión a Talcahuano centro. Con los carabineros que estaban al frente de mi casa estábamos impresionado al darnos cuenta que otros países estaban más preocupados por lo que nos pasaba que nuestros medios locales. Siento una desilusión por nuestros colegas…….”.
El párrafo anterior corresponde al testimonio de mi apreciado ex alumno y hoy periodista de la Universidad San Sebastián, Ignacio Quiróz Arrau, testigo ocular y viviente de la tragedia ocurrida en Talcahuano el pasado 27 de febrero.
Quise iniciar este artículo de esta manera, porque es la forma más precisa de graficar lo que ocurrió durante las horas y días posteriores al terremoto y maremoto que afectó el puerto de Talcahuano, y por cierto, la estratégica base de la Armada chilena, Asmar. Esta vez, quiero referirme a mi gremio. Al periodismo. A las comunicaciones.
El relato de Ignacio Quiroz, no es menor. Precisamente cuando el mundo de las comunicaciones y las nuevas tecnologías avanzan tan rápido y se hace necesario tomar espacio para reflexionar y reparar en lo bueno, lo malo y las oportunidades.
Tal como lo dije en mi primer artículo de marzo, el terremoto develó dos Chile: ese país exitoso, abierto al mundo, en camino hacia al desarrollo, próspero, justo y moderno. Pero también, ese país, donde en menos de tres minutos se cayó todo. Edificios, casas, antenas, astilleros, puentes, entre otros. Y también reveló lo frágil que éramos. Nos quedamos a obscuras en cuestión de minutos. Por una falla en el sistema interconectado central. Se cayeron todas las redes. El gobierno y nuestras autoridades quedaron durante horas (y en algunas localidades, días) en silencio.
Visto ello, aparecieron inmediatamente los periodistas. Los comunicadores sociales. Las comunidades y redes virtuales. Y empezamos un día a día lleno de imágenes, sonidos, testimonios, dolor, esperanza, sufrimiento y rabia. Cansancio. Esperas. Ganas. Miedo. Incertidumbre. Y ahí, mi gremio. El de los periodistas. Canales de televisión. Radioemisoras. Diarios. Todos entregados a informar. Pero también, para desinformar.
El problema: es hasta qué punto informamos de verdad. De manera oportuna. Responsablemente. Humanamente. Constructivamente. Logrando la atención del público, sin generar tensión y desinformación.
Mi ex alumno dice la verdad. Y me lo han corroborado no sólo periodistas, sino también profesionales, vecinos, habitantes de Talcahuano puerto, de Higueras, de Salinas, de Santa Clara, de sus cerros, todos sectores que vivieron en carne viva el maremoto, mientras en Concepción se levantaba un campamento de periodistas cubriendo desde la mal denominada “Zona Cero”. Zona Cero. Qué horror. Cómo si fuéramos Nueva York un día después de un ataque terrorista.
Lo que ocurrió no sólo en Talcahuano, sino también en otras localidades de mi región, como Lota, Coronel, Arauco, Los Ángeles, debe llevarnos a la reflexión. Precisamente porque es necesario hacer una reconstrucción no sólo física y estructural, sino también espiritual, humana y ahora, comunicacional.
No comparto la idea de que un solo medio de comunicación se transforme en el vehículo ancla y base central de operaciones de un gobierno, durante una catástrofe. Ni tampoco que sólo exista un medio oficial o estatal. Creo en el pluralismo. En la coexistencia de medios estatales y privados, donde todos trabajen de manera eficiente y equilibrada.
En Talcahuano, donde se vivió y se vive aún una tragedia mayúscula, pienso que también debieron estar medios locales y nacionales. Sin menospreciar a la prensa internacional, de la cual formo parte. Pero pienso que qué mejor que un periodista local, quien conoce su zona, sus problemas, sus proyectos, ¡su gente! Debe estar ahí para informar desde el primer minuto.
Mi colega Quiróz, da cuenta de un hecho verídico. Y que espero que nos sirva a todos los periodistas, académicos, formadores de futuros profesionales, y medios de comunicación para revisar en qué se falló, en qué se acertó, qué debemos mejorar y cómo debemos equilibrar la información al momento de la noticia.
No puedo dejar de desconocer lo difícil que fueron esos momentos. Me pongo en la situación de editores, directores, productores y pienso que debe haber sido muy difícil armar los equipos, comunicarse con ellos. Un gran amigo editor de un importante diario regional me dijo que fue imposible reanudar labores en Concepción y lo que es peor, hacerle ver a otras jefaturas en regiones, que había una tragedia mayúscula en Concepción, Talcahuano, Lota, Coronel, Arauco, Dichato.
Con el pasar de los días, me doy cuenta que este terremoto también dejó réplicas en mi gremio. En mi área. Y es lo que estoy tratando de comunicar a mis alumnos, para que sean los mejores, entre los mejores. Para que vean en la profesión de periodista, una oportunidad real de vida, de crecimiento, de aporte a nuestra sociedad. Y que por fin las regiones en Chile, sean un aporte sustantivo para los medios de comunicación en Santiago, la capital de nuestro país.
Valoro y quiero creer en la buena fe de los “rostros” o periodistas conocidos que vinieron a cubrir lo que aquí pasó y sigue ocurriendo. Valoro que se hayan omitido imágenes crudas de esta tragedia que sin duda, nos marca para siempre. Pero pienso que es el momento para que los medios de comunicación y las escuelas de periodismo, también generen un espacio de reflexión y discusión.
La próxima semana, el jueves 15, abro el ciclo de charlas y coloquios de la Escuela de Periodismo que dirijo en Concepción. Y el tema será precisamente lo que comento en este artículo. El testimonio de dos periodistas de televisión que trabajaron durante la tragedia, pero también quiero conocer sus reflexiones, su autocrítica y por cierto, los desafíos que asumen.
Como lo he señalado en mis clases: este es el momento para hacer un mejor periodismo. Para formar profesionales íntegros. Creativos. Emprendedores. Responsables.
Un gran saludo a todos, desde Concepción
Chile, a un mes del terremoto: el gran desafío
Un gran saludo a todos. A dos días de cumplirse el primer mes del terremoto ocurrido en mi país, quisiera iniciar este artículo agradeciendo a los miles de familiares, amigos y colegas que me han enviado muestras de apoyo y solidaridad. Impresionante. Bendita sean las redes sociales.
Pasando al plano periodístico, les comento que ya estoy en Talcahuano, con mi esposa y dos hijos. Lamentablemente,Cristóbal (pronto a cumplir sus 5 años de vida) es el más afectado. Según los especialistas, los niños son los que más acumulan las consecuencias de esta tragedia. Y es cierto. Tiene miedo con cualquier réplica. Y ya van más de 400.
A veces pienso, que vivir un terremoto como el ocurrido el 27-F, en el siglo XXI, época de la globalización, no es lo mismo al ocurrido hace 20, 30 o 40 años atrás. Precisamente, la globalización ha hecho que no sólo nosotros –los adultos- estemos proclives a recibir toneladas de información las 24 horas, con noticias del terremoto, el maremoto, las víctimas, y ahora…la tan manoseada palabra: reconstrucción. También los niños y los adultos mayores, son receptores activos de esta información.
¿Miedo? Por supuesto. Cómo no van a tener miedo. Por eso pienso que este es el momento para que los medios de comunicación reorienten criterios de información y equilibren las noticias, con información positiva y humana. El factor humano, que tanto les hablo a mis alumnos de Periodismo.
Para los que me leen de otros países, les comento que donde vivo, en Talcahuano, aún estamos sin agua potable. Sí. Casi 30 días sin el vital elemento. Viviendo de la recolección de agua que llega en un plástico gigante, y caminando con recipientes muy pesados. Donde vivo, Higueras, reside muchísima gente anciana, que ni me imagino cómo lo hacen para asearse. Sin agua. Y también, otros que sufren el problema de transporte, especialmente los que viven en sectores altos de Talcahuano.
Talcahuano es un drama. Después del terremoto y maremoto, la mayor parte del puerto y del centro, es destrucción. Y me acabo de informar a través de un alumno que vivió allí, la tragedia que se vive en el principal astillero marítimo de Chile y uno de los más grandes de Sudamérica: Asmar (www.asmar.cl)
Un ejemplo: la lancha misilera “Chipana”, de 450 toneladas, montada (literalmente hablando) sobre un muelle; un patrullero oceánico que se estaba construyendo para Islandia, escorado en 30 grados; el poderoso submarino “Carrera”con daños en su proa… entre otras consecuencias. Todo ello debido al maremoto de casi 15 metros de altura que destruyó este pilar estratégico de la economía chilena y por cierto, de nuestra Defensa Marítima territorial. El daño se calcula en más de 1.300 millones de dólares y la reparación se tardará 5 años.
Me decía mi alumno (hijo de autoridad militar) que este astillero sirvió como muralla para enfrentar el maremoto. Al igual que la Isla Quiriquina, cercana a Talcahuano. Que salvaje, no. Gracias a estos dos enclaves, la tragedia pudo haber sido mayúscula y yo, no lo podría estar contando.
CONFUSIÓN
Desde la última vez que escribí, Chile se ha convertido en el país de las noticias relativas a todo lo que sea reconstrucción, reparación y ayuda urgente. Curiosamente, siguen produciéndose errores en la gestión. Ahora con el nuevo gobierno del derechista Piñera, en cuanto a cifrar de manera exacta los muertos, en asignar cargos de responsabilidad (hubo problemas con un gobernador vinculado con lavado de dinero) y aquí mismo, en mi zona, hay serios enfrentamientos políticos entre la intendenta (máxima autoridad política del gobierno en la región), alcaldes y jefes de organizaciones que vienen ayuda de los damnificados. Hay imprecisiones. Hay conflicto por el tipo de vivienda que se pretenden levantar para los damnificados.
Todo lo anterior, sumado a la angustia de miles de pescadores, trabajadores y comerciantes que lo perdieron todo. Y quedaron sin trabajo.
Es confuso. Me comentaba un importante profesional de la fotografía, que ha estado cubriendo para medios internacionales y nacionales, que él mismo ha sido testigo de la pugna entre opositores y oficialistas para canalizar la ayuda extranjera.
Este colega llevó la gran noticia de una firma internacional que donaba una Escuela nueva para los miles de niños que quedaron sin salas de clases. Y adivine lo que sucedió. “Más que ayuda, me transformé en un cacho (problema) para ellos”, me decía con un dejo de impotencia. Ya que tanto el diputado oficialista como el alcalde opositor no se ponían de acuerdo dónde emplazar la Escuela que esta importante firma tecnológica mandaba de Gran Bretaña.
Dios. Con ello grafico cómo están sucediendo las cosas por acá. Mientras el frío, las lluvias y el otoño se acercan. En la región de vivo, se requieren más de 55 mil casas de emergencia.
Movimiento estudiantil
Siempre pienso que en la educación, está la clave del desarrollo. Y la región del Biobío, donde vivo, es una región potente en el área educativa. Un polo universitario. Ciudad que alberga a la tercera más grande del país (Universidad de Concepción), institutos profesionales de altísimo nivel, centro de biotecnología, centro de estudios pesqueros, forestales…
¡ Qué esperan nuestras autoridades, entonces! Hay que aprovechar este capital para reconstruir de manera sólida este país. Este es el momento de la ingeniería, de las finanzas, de la arquitectura, de la educación preescolar,media y universitaria, pero también de la sicología, del humanismo, de la filosofía, de la sociología…y por cierto…de las comunicaciones.
En primer artículo les hablé que este terremoto develó dos Chile. Ese pujante y camino al desarrollo que tanto se exhibía en foros internacionales y otro: el real. El de la ineficiencia, de la arrogancia, del atraso, de la pobreza, de la falta de rigurosidad en la supervisión de las obras, de la ambición inmobiliaria, el de la opulencia… Hasta nuestro famoso animador chileno Don Francisco, se enojó con esta realidad que le monstró un conocido periodista hispano en Miami.
Hoy, necesitamos reconstruir un país, desde la parte humana. De su espíritu. Y ahí la educación cumple un rol fundamental.
El próximo lunes 29, regresan mis alumnos a clases. Y yo los espero con una gran noticia: el desafío de ser personas, de ser grandes profesionales, solidarios, humanos, ciudadanos, trabajadores, globales y glocales, emprendedores…
Hoy cierro este artículo prometiéndome a mi mismo que Chile tiene un compromiso consigo mismo y el mundo: crecer y ser mejores.
Hasta la próxima.
Pasando al plano periodístico, les comento que ya estoy en Talcahuano, con mi esposa y dos hijos. Lamentablemente,Cristóbal (pronto a cumplir sus 5 años de vida) es el más afectado. Según los especialistas, los niños son los que más acumulan las consecuencias de esta tragedia. Y es cierto. Tiene miedo con cualquier réplica. Y ya van más de 400.
A veces pienso, que vivir un terremoto como el ocurrido el 27-F, en el siglo XXI, época de la globalización, no es lo mismo al ocurrido hace 20, 30 o 40 años atrás. Precisamente, la globalización ha hecho que no sólo nosotros –los adultos- estemos proclives a recibir toneladas de información las 24 horas, con noticias del terremoto, el maremoto, las víctimas, y ahora…la tan manoseada palabra: reconstrucción. También los niños y los adultos mayores, son receptores activos de esta información.
¿Miedo? Por supuesto. Cómo no van a tener miedo. Por eso pienso que este es el momento para que los medios de comunicación reorienten criterios de información y equilibren las noticias, con información positiva y humana. El factor humano, que tanto les hablo a mis alumnos de Periodismo.
Para los que me leen de otros países, les comento que donde vivo, en Talcahuano, aún estamos sin agua potable. Sí. Casi 30 días sin el vital elemento. Viviendo de la recolección de agua que llega en un plástico gigante, y caminando con recipientes muy pesados. Donde vivo, Higueras, reside muchísima gente anciana, que ni me imagino cómo lo hacen para asearse. Sin agua. Y también, otros que sufren el problema de transporte, especialmente los que viven en sectores altos de Talcahuano.
Talcahuano es un drama. Después del terremoto y maremoto, la mayor parte del puerto y del centro, es destrucción. Y me acabo de informar a través de un alumno que vivió allí, la tragedia que se vive en el principal astillero marítimo de Chile y uno de los más grandes de Sudamérica: Asmar (www.asmar.cl)
Un ejemplo: la lancha misilera “Chipana”, de 450 toneladas, montada (literalmente hablando) sobre un muelle; un patrullero oceánico que se estaba construyendo para Islandia, escorado en 30 grados; el poderoso submarino “Carrera”con daños en su proa… entre otras consecuencias. Todo ello debido al maremoto de casi 15 metros de altura que destruyó este pilar estratégico de la economía chilena y por cierto, de nuestra Defensa Marítima territorial. El daño se calcula en más de 1.300 millones de dólares y la reparación se tardará 5 años.
Me decía mi alumno (hijo de autoridad militar) que este astillero sirvió como muralla para enfrentar el maremoto. Al igual que la Isla Quiriquina, cercana a Talcahuano. Que salvaje, no. Gracias a estos dos enclaves, la tragedia pudo haber sido mayúscula y yo, no lo podría estar contando.
CONFUSIÓN
Desde la última vez que escribí, Chile se ha convertido en el país de las noticias relativas a todo lo que sea reconstrucción, reparación y ayuda urgente. Curiosamente, siguen produciéndose errores en la gestión. Ahora con el nuevo gobierno del derechista Piñera, en cuanto a cifrar de manera exacta los muertos, en asignar cargos de responsabilidad (hubo problemas con un gobernador vinculado con lavado de dinero) y aquí mismo, en mi zona, hay serios enfrentamientos políticos entre la intendenta (máxima autoridad política del gobierno en la región), alcaldes y jefes de organizaciones que vienen ayuda de los damnificados. Hay imprecisiones. Hay conflicto por el tipo de vivienda que se pretenden levantar para los damnificados.
Todo lo anterior, sumado a la angustia de miles de pescadores, trabajadores y comerciantes que lo perdieron todo. Y quedaron sin trabajo.
Es confuso. Me comentaba un importante profesional de la fotografía, que ha estado cubriendo para medios internacionales y nacionales, que él mismo ha sido testigo de la pugna entre opositores y oficialistas para canalizar la ayuda extranjera.
Este colega llevó la gran noticia de una firma internacional que donaba una Escuela nueva para los miles de niños que quedaron sin salas de clases. Y adivine lo que sucedió. “Más que ayuda, me transformé en un cacho (problema) para ellos”, me decía con un dejo de impotencia. Ya que tanto el diputado oficialista como el alcalde opositor no se ponían de acuerdo dónde emplazar la Escuela que esta importante firma tecnológica mandaba de Gran Bretaña.
Dios. Con ello grafico cómo están sucediendo las cosas por acá. Mientras el frío, las lluvias y el otoño se acercan. En la región de vivo, se requieren más de 55 mil casas de emergencia.
Movimiento estudiantil
Siempre pienso que en la educación, está la clave del desarrollo. Y la región del Biobío, donde vivo, es una región potente en el área educativa. Un polo universitario. Ciudad que alberga a la tercera más grande del país (Universidad de Concepción), institutos profesionales de altísimo nivel, centro de biotecnología, centro de estudios pesqueros, forestales…
¡ Qué esperan nuestras autoridades, entonces! Hay que aprovechar este capital para reconstruir de manera sólida este país. Este es el momento de la ingeniería, de las finanzas, de la arquitectura, de la educación preescolar,media y universitaria, pero también de la sicología, del humanismo, de la filosofía, de la sociología…y por cierto…de las comunicaciones.
En primer artículo les hablé que este terremoto develó dos Chile. Ese pujante y camino al desarrollo que tanto se exhibía en foros internacionales y otro: el real. El de la ineficiencia, de la arrogancia, del atraso, de la pobreza, de la falta de rigurosidad en la supervisión de las obras, de la ambición inmobiliaria, el de la opulencia… Hasta nuestro famoso animador chileno Don Francisco, se enojó con esta realidad que le monstró un conocido periodista hispano en Miami.
Hoy, necesitamos reconstruir un país, desde la parte humana. De su espíritu. Y ahí la educación cumple un rol fundamental.
El próximo lunes 29, regresan mis alumnos a clases. Y yo los espero con una gran noticia: el desafío de ser personas, de ser grandes profesionales, solidarios, humanos, ciudadanos, trabajadores, globales y glocales, emprendedores…
Hoy cierro este artículo prometiéndome a mi mismo que Chile tiene un compromiso consigo mismo y el mundo: crecer y ser mejores.
Hasta la próxima.
Chile, Víctor y un “blackout” que apagó todo...
“Sí, mi vida cambió… y para siempre”. Sus ojos, una mezcla de tristeza, rabia, confusión y consternación. Moreno. Delgado. Pelo largo y sucio, por estas casi tres semanas posterior al terremoto 8,8 grados Richter que el pasado 27 de febrero nos cambió la vida a todos. Son las palabras de Víctor Vergara, quien junto a su hermana, se salvaron por un milagro. No divino, de su padre, quien construyó un anexo de madera a su vivienda de cemento entregada por el gobierno (casas Serviu), y gracias a ella, ellos (Víctor y su hermana) se salvaron. Pero su padre, su madre y sus dos pequeñas hermanas, no. Ellos habitaban en la casa entregada en 1998 por el gobierno chileno, previa postulación mediante ahorro habitacional, en una zona urbana de la región del Maule, en Talca.
Víctor no puede creerlo. Una casa estatal, que se vino abajo completamente y aplastó no sólo a su familia, sino que sepultó para siempre lo que para todos es normal: crecer junto a mamá y papá, estar cerca de ellos al momento de graduarse del colegio y la universidad, una boda, los hijos… Víctor tiene rabia y consternación. Lo sé.
He querido iniciar este segundo artículo desde Chile, a casi tres semanas del terremoto, en honor a él. A este joven chileno, a quien personalmente no conozco. Lo vi en las noticias, pero bastó observarlo y escucharlo para motivarme a escribir y compartir con ustedes, lo que este terremoto ha causado –socialmente- en mi país, uno de los cinco terremotos más grandes del mundo. Víctor, en honor a ti estas líneas de reflexión, pero también he querido transmitir al mundo como tú habrías querido, y con juicio crítico, un llamado hacia nuestras autoridades y del orbe, para que revisen muy bien las condiciones en que se entregan casas para familias de escasos recursos.
Han pasado tres semanas, y debo decir que el miedo continúa. Anoche, vivimos una réplica de 6,7 grados Richter, con epicentro muy cerca de aquí, en Concepción. ¡ Nuevamente, en el mar! Y lo peor de todo, muy cerca de la medianoche, en pleno toque queda. Pese a ello y al llamado de las autoridades quienes descartaron un nuevo maremoto, miles de habitantes de la costa en Talcahuano, corrieron a los cerros aledaños. Sí, el miedo persiste. Me pregunto, cuánto será el costo emocional para todos los que estamos viviendo estos días en Chile.
Todo negro
Para colmo de males, una noche antes, a eso de las 20 horas, vivimos una nueva secuela de esta tragedia natural. El famoso blackout. Un apagón de electricidad originado por una falla en una subestación eléctrica en Charrúa (también, muy cerca de Concepción), que afectó al denominado Sistema Interconectado Central (SIC) de todo Chile, de norte a sur (de Tal Tal a Chiloé), y dejando a oscuras a este país sudamericano durante más de dos horas.
Se cayó todo. Luz. Comunicaciones. Imagínese que en Santiago, la capital, 20 trenes del tren subterráneo quedaron sin servicio y generando un pánico terrible en la población. Al otro día, los vendedores de linternas y generadores de electricidad, aumentaron sus ventas de manera exponencial.
Resumamos: Un terremoto. Maremoto. Saqueos. Damnificados. Destrucción. Muerte de más de 500 chilenos (otros 200 continúan desaparecidos), más de 400 réplicas (entre los 4 y 7 grados Richter), y ahora enfrentamos la vulnerabilidad del sistema eléctrico chileno, debido a este terremoto que el 27 de febrero puso en jaque a Chile, un país que ha asumido el desafío de seguir creciendo.
Mi indignación continúa. No porque el sistema se haya caído. Es lógico. Después de un terremoto casi grado 9, es imposible que ningún sistema de suministro se vea afectado. Lo que me parece incomprensible como ciudadano y como comunicador, es que el gobierno anterior haya tardado casi 10 días después del terremoto en entregar un informe sobre la real situación de nuestra (débil) infraestructura en materia energética, según lo reconoció e informó el nuevo ministro de Energía chileno.
Si ya sufríamos por el tema del gas, en años anteriores, ahora Chile tendrá que vivir cuidando muchísimo el consumo de energía eléctrica debido a las fallas técnicas que tiene nuestro Sistema Interconectado Central, durante los próximo seis meses, que es el período en que se ha calculado que se repare y pasemos de la vulnerabilidad a la estabilidad.
Por cierto, y a propósito de carencias, aún no llega agua potable al sector donde vivo, en Higueras, Talcahuano. Y mis vecinos siguen dependiendo de la ayuda externa y de agua extraída de pozos particulares. Muy difícil todo.
Mientras escribo esta columna, desde Los Angeles, en la región del Biobío, pienso también en lo próximo que está el otoño y el invierno. Fríos que oscilaran temperaturas muy bajas. Período de las enfermedades respiratorias. Pienso en los niños y en los ancianos, también vulnerables. Y el nuevo gobierno del derechista Sebastián Piñera, trabaja a mil kilómetros por hora por tratar de reconstruir este país. Cuidando todos los flancos: salud, educación, economía. Todavía es difícil medir resultados. Lo concreto es que se ve un gobierno que está trabajando “las 24 horas del día”, como lo anticipó Piñera. Y le dio un plazo de 40 días a su ministro de Educación, Lavín, para que las clases se reanuden en la mayoría de las escuelas afectadas por el terremoto.
Chile perderá el 18 por ciento de su producto interno bruto, según lo anticipó el ministro del Interior, Hinzpeter. Vaya tragedia para nuestra economía. Pesca, industria forestal, comercio, vivienda, energía, educación, son áreas en las que se trabaja por reconstruir. El drama de la cesantía ya golpea en el sur de Chile. Pienso en los pescadores. En los obreros, en los profesores, en los pequeños y medianos empresarios.
¡A trabajar y conseguir nuestros sueños!
De a poco, algunas zonas de mi país han comenzado a levantarse. Pero sus ciudadanos, están cansados. Agotados. Duermen poco. Especialmente en aquellas próximas al mar. No quiero ni pensar, en vivir una nueva alerta de maremoto y tener que salir con mis dos pequeños hijos al cerro y llegar a una cota de por lo menos 40 metros sobre el nivel del mar.
Pero hay que salir adelante. En mi corazón, emergen las ganas de construir. De generar un espacio de discusión constructivo, humano. En mi calidad de periodista, académico pero también persona y padre de familia, quiero sumarme al esfuerzo que hacen miles de chilenos que hoy, quien seguir adelante.
Es hora de decisiones. De retomar los sueños. De construir. De compartir. Y que estas letras sirvan especialmente para mis amigos, compañeros de trabajo, colegas del periodismo, familiares, para motivarse y perseguir un objetivo.
Víctor… ánimo. El mundo sabe de ti. Sigue luchando.
Víctor no puede creerlo. Una casa estatal, que se vino abajo completamente y aplastó no sólo a su familia, sino que sepultó para siempre lo que para todos es normal: crecer junto a mamá y papá, estar cerca de ellos al momento de graduarse del colegio y la universidad, una boda, los hijos… Víctor tiene rabia y consternación. Lo sé.
He querido iniciar este segundo artículo desde Chile, a casi tres semanas del terremoto, en honor a él. A este joven chileno, a quien personalmente no conozco. Lo vi en las noticias, pero bastó observarlo y escucharlo para motivarme a escribir y compartir con ustedes, lo que este terremoto ha causado –socialmente- en mi país, uno de los cinco terremotos más grandes del mundo. Víctor, en honor a ti estas líneas de reflexión, pero también he querido transmitir al mundo como tú habrías querido, y con juicio crítico, un llamado hacia nuestras autoridades y del orbe, para que revisen muy bien las condiciones en que se entregan casas para familias de escasos recursos.
Han pasado tres semanas, y debo decir que el miedo continúa. Anoche, vivimos una réplica de 6,7 grados Richter, con epicentro muy cerca de aquí, en Concepción. ¡ Nuevamente, en el mar! Y lo peor de todo, muy cerca de la medianoche, en pleno toque queda. Pese a ello y al llamado de las autoridades quienes descartaron un nuevo maremoto, miles de habitantes de la costa en Talcahuano, corrieron a los cerros aledaños. Sí, el miedo persiste. Me pregunto, cuánto será el costo emocional para todos los que estamos viviendo estos días en Chile.
Todo negro
Para colmo de males, una noche antes, a eso de las 20 horas, vivimos una nueva secuela de esta tragedia natural. El famoso blackout. Un apagón de electricidad originado por una falla en una subestación eléctrica en Charrúa (también, muy cerca de Concepción), que afectó al denominado Sistema Interconectado Central (SIC) de todo Chile, de norte a sur (de Tal Tal a Chiloé), y dejando a oscuras a este país sudamericano durante más de dos horas.
Se cayó todo. Luz. Comunicaciones. Imagínese que en Santiago, la capital, 20 trenes del tren subterráneo quedaron sin servicio y generando un pánico terrible en la población. Al otro día, los vendedores de linternas y generadores de electricidad, aumentaron sus ventas de manera exponencial.
Resumamos: Un terremoto. Maremoto. Saqueos. Damnificados. Destrucción. Muerte de más de 500 chilenos (otros 200 continúan desaparecidos), más de 400 réplicas (entre los 4 y 7 grados Richter), y ahora enfrentamos la vulnerabilidad del sistema eléctrico chileno, debido a este terremoto que el 27 de febrero puso en jaque a Chile, un país que ha asumido el desafío de seguir creciendo.
Mi indignación continúa. No porque el sistema se haya caído. Es lógico. Después de un terremoto casi grado 9, es imposible que ningún sistema de suministro se vea afectado. Lo que me parece incomprensible como ciudadano y como comunicador, es que el gobierno anterior haya tardado casi 10 días después del terremoto en entregar un informe sobre la real situación de nuestra (débil) infraestructura en materia energética, según lo reconoció e informó el nuevo ministro de Energía chileno.
Si ya sufríamos por el tema del gas, en años anteriores, ahora Chile tendrá que vivir cuidando muchísimo el consumo de energía eléctrica debido a las fallas técnicas que tiene nuestro Sistema Interconectado Central, durante los próximo seis meses, que es el período en que se ha calculado que se repare y pasemos de la vulnerabilidad a la estabilidad.
Por cierto, y a propósito de carencias, aún no llega agua potable al sector donde vivo, en Higueras, Talcahuano. Y mis vecinos siguen dependiendo de la ayuda externa y de agua extraída de pozos particulares. Muy difícil todo.
Mientras escribo esta columna, desde Los Angeles, en la región del Biobío, pienso también en lo próximo que está el otoño y el invierno. Fríos que oscilaran temperaturas muy bajas. Período de las enfermedades respiratorias. Pienso en los niños y en los ancianos, también vulnerables. Y el nuevo gobierno del derechista Sebastián Piñera, trabaja a mil kilómetros por hora por tratar de reconstruir este país. Cuidando todos los flancos: salud, educación, economía. Todavía es difícil medir resultados. Lo concreto es que se ve un gobierno que está trabajando “las 24 horas del día”, como lo anticipó Piñera. Y le dio un plazo de 40 días a su ministro de Educación, Lavín, para que las clases se reanuden en la mayoría de las escuelas afectadas por el terremoto.
Chile perderá el 18 por ciento de su producto interno bruto, según lo anticipó el ministro del Interior, Hinzpeter. Vaya tragedia para nuestra economía. Pesca, industria forestal, comercio, vivienda, energía, educación, son áreas en las que se trabaja por reconstruir. El drama de la cesantía ya golpea en el sur de Chile. Pienso en los pescadores. En los obreros, en los profesores, en los pequeños y medianos empresarios.
¡A trabajar y conseguir nuestros sueños!
De a poco, algunas zonas de mi país han comenzado a levantarse. Pero sus ciudadanos, están cansados. Agotados. Duermen poco. Especialmente en aquellas próximas al mar. No quiero ni pensar, en vivir una nueva alerta de maremoto y tener que salir con mis dos pequeños hijos al cerro y llegar a una cota de por lo menos 40 metros sobre el nivel del mar.
Pero hay que salir adelante. En mi corazón, emergen las ganas de construir. De generar un espacio de discusión constructivo, humano. En mi calidad de periodista, académico pero también persona y padre de familia, quiero sumarme al esfuerzo que hacen miles de chilenos que hoy, quien seguir adelante.
Es hora de decisiones. De retomar los sueños. De construir. De compartir. Y que estas letras sirvan especialmente para mis amigos, compañeros de trabajo, colegas del periodismo, familiares, para motivarse y perseguir un objetivo.
Víctor… ánimo. El mundo sabe de ti. Sigue luchando.
MI VISION DE CHILE 13 DIAS DESPUES DEL TERREMOTO
Gracias Dios, por permitirme estar acá. Sentado frente al teclado, 13 días después del terremoto 8.8 grados Richter. 624 horas después, de aquél fatídico sábado 27 de febrero. Una pesadilla. Una tragedia. Un dolor inmenso, que sólo los que vivimos de cerca (en mi caso, metros) el maremoto, y posteriormente, nos salvamos, sabemos realmente la verdad.
He dejado estas dos primeras semanas para pensar y no escribir con la rabia que sentía horas después de la tragedia, en la casa que casi se nos vino encima o en el cerro donde escapamos. He visto horas y horas de transmisiones de noticias, cobertura en vivo nacional e internacional, he leído toda la prensa local y nacional, he hablado con amigos y colegas periodistas. Y mi mente, no olvida ningún detalle. ¡Ninguno!
Al momento de redactar este artículo, Chile se aprontaba para la asunción del empresario Sebastián Piñera como nuevo presidente; la directora de la Oficina Nacional de Emergencia presentaba su renuncia (por la presión periodística, según ella); en una de las zonas afectadas (Arauco), una autoridad municipal rechazaba el envío de mediaguas (habitaciones de emergencia de 18 metros cuadrado sin techo ni forro) por considerarlo indigno (con justa razón), y el caos en mi zona de Concepción, Talcahuano, Lota, Coronel, continuaba. Sí, y en otras zonas costeras también.
ALERTA, ESTAMOS EN TERREMOTO AÚN
El terremoto físico pasó. Y comenzamos un nuevo sismo, grado superior: las consecuencias emocionales en todos nosotros. La falta de comida, de suministros básicos. De 20 niños menores de 3 años abandonados en un Hogar, que viven la falta de agua potable. De toneladas de basura, escombros, hedor, cuerpos en descomposición que aún no se logran ubicar en la zona costera y cuyos familiares claman por su localización. De un alerta sanitaria en Talcahuano.
De miles de artículos que repiten lo mismo: los errores que se han cometido hasta ahora.
Hay miedo. Sí! Mucho miedo. Lo veo en los ojos de mi hijo mayor Cristóbal, quien a sus 4 años vivió la pesadilla en vivo y me rogó que por favor se terminara. Lo veo en los rostros de miles de porteños en Talcahuano que perdieron todo, casa, recuerdos, trabajo, empleo, y vivieron la pesadilla de los saqueos. Lo escucho en miles de chilenos que deambulan como fantasmas buscando recuerdos, bellos recuerdos, que se perdieron para siempre.
No entiendo la actitud del gobierno chileno, que hasta el momento no asume su cuota de responsabilidad en el maremoto. En la seguidilla de errores comunicacionales. En su afán de hacernos creer que todo estaba bien. Y que en tiempo récord, debemos superar. ¡Porqué!
Señores, señoras, amigos, estimados lectores… lo que sucedió en este país fue muy grave. Más allá del fenómeno natural, lo que se develó fue un Chile que escondía al interior de sus instituciones públicas, ineficiencia, falta de preparación frente a una crisis de proporción como la vivida, y algo que es peor: carencia de humildad para asumir su cuota de error al momento de decidir entre alertar y prevenir a la población, en vez de cuidar su imagen y popularidad bien ganada.
Hasta ahora, la única entidad que ha asumido parte de su responsabilidad es la Armada.
Tal como lo señalé en mis despachos a través de CNN Radio, mi familia y otros no hicimos caso a la principal autoridad de gobierno local (Jaime Tohá) cuando nos decía a través de Radio Biobio: “regresen a sus hogares, no hay alarma de tsunami”. No. No le creímos. Nos fuimos inmediatamente al cerro más cercano, sin saber aún que en ese momento las olas destruían parte de mi ciudad, de Dichato, de Penco, de Tomé, de Constitución, de Pelluhue, de Llico. Lamentablemente, muchos otros se quedaron y murieron.
Después vino lo que todos ustedes han visto por nuestra televisión chilena y la internet. Muerte. Saqueo. Miedo. Confusión. Incomunicación. Hambre. Sed. Cansancio. Angustia por saber si nuestros familiares estaban bien. Por hacerles llegar una mísera señal que estábamos vivos.
EL OTRO CHILE
Sí, Chile era otro. El de un país donde pese a sus tratados de libre comercio, de reconocimiento externo a nuestra excelente situación y conducción política y económica, éramos una Nación mentirosa.
Donde no todo el sector costero cuenta con planes de evacuación frente a un maremoto. Donde si se caen las comunicaciones, ni el gobierno ni las autoridades militares se salvan del apagón y la desconexión total de todo.
El Chile donde afloró la ambición y la sinvergüenzura de muchos “ciudadanos” que saqueaban supermercados no en busca de leche ni pañales, sino de TV Plasma, lavadoras, secadoras, maquinas de trotar, en fin.
Chile es un país de desigualdades. De ineficiencias. De ¡negligencias! Siento que este terremoto nos develó que también vivimos en un país donde la soberbia también forma parte de nuestro quehacer. Un país donde la delincuencia también está radicada en algunas inescrupulosas empresas constructoras que construyeron edificios muy caros, ostentosos, elitistas, difíciles de acceder, pero que se cayeron o colapsaron en apenas dos minutos y medio de terremoto. Un ejemplo: el edificio Alto Río, en pleno centro de Concepción, el cual se vino debajo de manera increíble y donde sus habitantes que salvaron milagrosamente, quedarán marcados por siempre debido a esos delincuentes.
Y no sólo en Concepción. En Santiago, la capital, hay edificios corporativos que en su fachada no presentan efectos del terremoto pero que en su interior hay serias fallas estructurales. Por respeto a mi fuente no diré cuál edificio forma parte junto a otros de importantes sectores de la capital que tienen orden de demolición. Un edificio cuya empresa a la que pertenece curiosamente donó miles de millones de pesos a una cruzada solidaria.
En este día 13 post terremoto, aspecto que Chile necesita reconstruirse humanamente. Socialmente. Con valores. Con base en la humildad. En la verdadera solidaridad. No el de las “casas” de emergencia de 18 metros cuadrados sin cielo ni forro.
El gobierno saliente dijo que Chile tiene una cuenta corriente y ahorros que le permiten hacer frente a los miles y miles de millones de dólares. No entiendo entonces porqué iniciar la reconstrucción con casas indignas y proyectadas para dos años más. Sí, dos años más.
Chile necesita menos soberbia. Ser más cálidos el uno con el otro. Sabios.
La zona donde vivo, sigue en caos. Vecinos incomunicados. Alerta sanitaria. Miedo a nuevos saqueos. Falta de alimentos. Gente que no se baña en las últimas dos semanas. Niños con diarrea producto de la ingesta de agua extraída artesanalmente de pozos. Gente que alucina con un plato caliente, leche pura, un pedazo de pan suave con mantequilla, fruta, y menos anuncios de que Chile se levanta.
Pánico colectivo. Siguen los rumores de un nuevo terremoto o réplica mayor.
¿Quién se ocupa de los niños y sus consecuencias sicológicas? Nuestros hijos son los que finalmente continuarán las labores de reconstrucción. Ellos, han visto todo. Reciben información en un mundo globalizado. Saben todo. Y perciben que algo no está bien.
Hoy Chile necesita que las familias estén unidas. Por eso, tengo sentimientos encontrados con llamar a trabajar para levantar en tiempo record lo que se vino abajo. Pienso que se está dejando de lado el 50% vital para que nuestro país se reconstruya. El lado humano y su equilibrio emocional.
Hay Universidades, edificios corporativos, empresas, instituciones, afectadas por el terremoto, que compiten por ser las primeras en levantarse, con el mismo afán de siempre: soberbia, interés económico.
SEÑALES DE ESPERANZA
Lo bueno: los miles de jóvenes chilenos que sobrevivieron a la tragedia y salieron a ayudar a los damnificados. A rescatar a los muertos.
Las muestras de solidaridad que hemos recibido de todo el mundo, pese a la reticiencia de nuestras autoridades de asumir que era necesario recibir esa ayuda. Nuevamente, un error.
Las redes sociales funcionaron. Bendito sea Facebook, ya que a través de este sitio pude informarle a mi familia y amigos de Chile, Venezuela, España, Argentina, Estados Unidos, Salvador, que estábamos bien. Seguramente, igual que a usted.
Bien por la cruzada solidaria en televisión que recaudó 30 mil millones de pesos chilenos. Ojalá que esa ayuda llegue pronto a los que realmente lo necesitan.
Bien por los expertos que desde hace años nos decían: ALERTA, que un terremoto está por venir en nuestra zona. Lamentablemente, los que debían atender este llamado hecho en seminarios, conferencias, reportajes, no los escucharon cómo debían.
Bien por la niña de 12 años que fue más inteligente que nuestras autoridades y alertó desde las campanas de una iglesia a la comunidad de Isla Juan Fernández, para que escaparan.
Bien por los carabineros que al igual que yo, creyeron en su instinto y alertaron a miles de pescadores y turistas en zonas costeras del Maule y Biobío.
Bien por el paramédico que perdió a su esposa y pequeño hijo en la zona del Maule, y pese a ello, siguió ayudando a los demás. En estado de shock. Pregunta: el gobierno ya lo está ayudando?
Bien por los niños, porque pese a toda esta pesadilla, aún juegan, sonríen y creen en la naturaleza, en lo simple, en el asombro, en la alegría.
Bien por aquellos efectivos policiales y fuerzas armadas que han trabajado humanamente en ayudar, proteger y solidarizar.
Un momento de reflexión por los que murieron tratando de rescatar a los demás, incluidos bebés, niños, ancianos, mujeres. Y por los que se fueron.
¿Una lección? Miles. Para todos nosotros. Incluida usted, señora presidenta Bachelet. Incluidos todas nuestras autoridades.
Chile es un país maravilloso. Pero olvidamos que la maravilla está en hacer las cosas bien. En querernos. Respetarnos. ¡Cuidarnos! Protegernos.Reconocer nuestras fallas y errores. Cultivar virtudes. Menos competitivos. Más abiertos. Solidarios de verdad, no con plata ni vuelto entregado en supermercados sin saber si efectivamente llegará a los más necesitados. Con un Estado menos protector con los más desposeídos. Un Estado que sea más proactivo, formativo, con aquellos que necesitan aprender y no imitar y aprovechar. Con un sector privado menos especulativo. Con Universidades (cuna del alma y el conocimiento) verdaderas, humanas, reflexivas, formadoras de personas y no de máquinas de trabajo….
Con un país que cuida a la familia desde el embarazo. Hasta la muerte.
Chile lo quiero, así como quiero a Venezuela , España y Estados Unidos, países donde he vivido y conocido gente maravillosa.
Aprendamos. Aprendamos de nuestros errores. Y emprendamos un vuelo distinto. Reconstruyamos almas, vidas, conciencias, corazones. Los puentes, los edificios, las calles, los muros, pueden esperar. Nuestros hijos no.
Gracias Dios por permitirme llegar a ustedes. Hasta siempre.
He dejado estas dos primeras semanas para pensar y no escribir con la rabia que sentía horas después de la tragedia, en la casa que casi se nos vino encima o en el cerro donde escapamos. He visto horas y horas de transmisiones de noticias, cobertura en vivo nacional e internacional, he leído toda la prensa local y nacional, he hablado con amigos y colegas periodistas. Y mi mente, no olvida ningún detalle. ¡Ninguno!
Al momento de redactar este artículo, Chile se aprontaba para la asunción del empresario Sebastián Piñera como nuevo presidente; la directora de la Oficina Nacional de Emergencia presentaba su renuncia (por la presión periodística, según ella); en una de las zonas afectadas (Arauco), una autoridad municipal rechazaba el envío de mediaguas (habitaciones de emergencia de 18 metros cuadrado sin techo ni forro) por considerarlo indigno (con justa razón), y el caos en mi zona de Concepción, Talcahuano, Lota, Coronel, continuaba. Sí, y en otras zonas costeras también.
ALERTA, ESTAMOS EN TERREMOTO AÚN
El terremoto físico pasó. Y comenzamos un nuevo sismo, grado superior: las consecuencias emocionales en todos nosotros. La falta de comida, de suministros básicos. De 20 niños menores de 3 años abandonados en un Hogar, que viven la falta de agua potable. De toneladas de basura, escombros, hedor, cuerpos en descomposición que aún no se logran ubicar en la zona costera y cuyos familiares claman por su localización. De un alerta sanitaria en Talcahuano.
De miles de artículos que repiten lo mismo: los errores que se han cometido hasta ahora.
Hay miedo. Sí! Mucho miedo. Lo veo en los ojos de mi hijo mayor Cristóbal, quien a sus 4 años vivió la pesadilla en vivo y me rogó que por favor se terminara. Lo veo en los rostros de miles de porteños en Talcahuano que perdieron todo, casa, recuerdos, trabajo, empleo, y vivieron la pesadilla de los saqueos. Lo escucho en miles de chilenos que deambulan como fantasmas buscando recuerdos, bellos recuerdos, que se perdieron para siempre.
No entiendo la actitud del gobierno chileno, que hasta el momento no asume su cuota de responsabilidad en el maremoto. En la seguidilla de errores comunicacionales. En su afán de hacernos creer que todo estaba bien. Y que en tiempo récord, debemos superar. ¡Porqué!
Señores, señoras, amigos, estimados lectores… lo que sucedió en este país fue muy grave. Más allá del fenómeno natural, lo que se develó fue un Chile que escondía al interior de sus instituciones públicas, ineficiencia, falta de preparación frente a una crisis de proporción como la vivida, y algo que es peor: carencia de humildad para asumir su cuota de error al momento de decidir entre alertar y prevenir a la población, en vez de cuidar su imagen y popularidad bien ganada.
Hasta ahora, la única entidad que ha asumido parte de su responsabilidad es la Armada.
Tal como lo señalé en mis despachos a través de CNN Radio, mi familia y otros no hicimos caso a la principal autoridad de gobierno local (Jaime Tohá) cuando nos decía a través de Radio Biobio: “regresen a sus hogares, no hay alarma de tsunami”. No. No le creímos. Nos fuimos inmediatamente al cerro más cercano, sin saber aún que en ese momento las olas destruían parte de mi ciudad, de Dichato, de Penco, de Tomé, de Constitución, de Pelluhue, de Llico. Lamentablemente, muchos otros se quedaron y murieron.
Después vino lo que todos ustedes han visto por nuestra televisión chilena y la internet. Muerte. Saqueo. Miedo. Confusión. Incomunicación. Hambre. Sed. Cansancio. Angustia por saber si nuestros familiares estaban bien. Por hacerles llegar una mísera señal que estábamos vivos.
EL OTRO CHILE
Sí, Chile era otro. El de un país donde pese a sus tratados de libre comercio, de reconocimiento externo a nuestra excelente situación y conducción política y económica, éramos una Nación mentirosa.
Donde no todo el sector costero cuenta con planes de evacuación frente a un maremoto. Donde si se caen las comunicaciones, ni el gobierno ni las autoridades militares se salvan del apagón y la desconexión total de todo.
El Chile donde afloró la ambición y la sinvergüenzura de muchos “ciudadanos” que saqueaban supermercados no en busca de leche ni pañales, sino de TV Plasma, lavadoras, secadoras, maquinas de trotar, en fin.
Chile es un país de desigualdades. De ineficiencias. De ¡negligencias! Siento que este terremoto nos develó que también vivimos en un país donde la soberbia también forma parte de nuestro quehacer. Un país donde la delincuencia también está radicada en algunas inescrupulosas empresas constructoras que construyeron edificios muy caros, ostentosos, elitistas, difíciles de acceder, pero que se cayeron o colapsaron en apenas dos minutos y medio de terremoto. Un ejemplo: el edificio Alto Río, en pleno centro de Concepción, el cual se vino debajo de manera increíble y donde sus habitantes que salvaron milagrosamente, quedarán marcados por siempre debido a esos delincuentes.
Y no sólo en Concepción. En Santiago, la capital, hay edificios corporativos que en su fachada no presentan efectos del terremoto pero que en su interior hay serias fallas estructurales. Por respeto a mi fuente no diré cuál edificio forma parte junto a otros de importantes sectores de la capital que tienen orden de demolición. Un edificio cuya empresa a la que pertenece curiosamente donó miles de millones de pesos a una cruzada solidaria.
En este día 13 post terremoto, aspecto que Chile necesita reconstruirse humanamente. Socialmente. Con valores. Con base en la humildad. En la verdadera solidaridad. No el de las “casas” de emergencia de 18 metros cuadrados sin cielo ni forro.
El gobierno saliente dijo que Chile tiene una cuenta corriente y ahorros que le permiten hacer frente a los miles y miles de millones de dólares. No entiendo entonces porqué iniciar la reconstrucción con casas indignas y proyectadas para dos años más. Sí, dos años más.
Chile necesita menos soberbia. Ser más cálidos el uno con el otro. Sabios.
La zona donde vivo, sigue en caos. Vecinos incomunicados. Alerta sanitaria. Miedo a nuevos saqueos. Falta de alimentos. Gente que no se baña en las últimas dos semanas. Niños con diarrea producto de la ingesta de agua extraída artesanalmente de pozos. Gente que alucina con un plato caliente, leche pura, un pedazo de pan suave con mantequilla, fruta, y menos anuncios de que Chile se levanta.
Pánico colectivo. Siguen los rumores de un nuevo terremoto o réplica mayor.
¿Quién se ocupa de los niños y sus consecuencias sicológicas? Nuestros hijos son los que finalmente continuarán las labores de reconstrucción. Ellos, han visto todo. Reciben información en un mundo globalizado. Saben todo. Y perciben que algo no está bien.
Hoy Chile necesita que las familias estén unidas. Por eso, tengo sentimientos encontrados con llamar a trabajar para levantar en tiempo record lo que se vino abajo. Pienso que se está dejando de lado el 50% vital para que nuestro país se reconstruya. El lado humano y su equilibrio emocional.
Hay Universidades, edificios corporativos, empresas, instituciones, afectadas por el terremoto, que compiten por ser las primeras en levantarse, con el mismo afán de siempre: soberbia, interés económico.
SEÑALES DE ESPERANZA
Lo bueno: los miles de jóvenes chilenos que sobrevivieron a la tragedia y salieron a ayudar a los damnificados. A rescatar a los muertos.
Las muestras de solidaridad que hemos recibido de todo el mundo, pese a la reticiencia de nuestras autoridades de asumir que era necesario recibir esa ayuda. Nuevamente, un error.
Las redes sociales funcionaron. Bendito sea Facebook, ya que a través de este sitio pude informarle a mi familia y amigos de Chile, Venezuela, España, Argentina, Estados Unidos, Salvador, que estábamos bien. Seguramente, igual que a usted.
Bien por la cruzada solidaria en televisión que recaudó 30 mil millones de pesos chilenos. Ojalá que esa ayuda llegue pronto a los que realmente lo necesitan.
Bien por los expertos que desde hace años nos decían: ALERTA, que un terremoto está por venir en nuestra zona. Lamentablemente, los que debían atender este llamado hecho en seminarios, conferencias, reportajes, no los escucharon cómo debían.
Bien por la niña de 12 años que fue más inteligente que nuestras autoridades y alertó desde las campanas de una iglesia a la comunidad de Isla Juan Fernández, para que escaparan.
Bien por los carabineros que al igual que yo, creyeron en su instinto y alertaron a miles de pescadores y turistas en zonas costeras del Maule y Biobío.
Bien por el paramédico que perdió a su esposa y pequeño hijo en la zona del Maule, y pese a ello, siguió ayudando a los demás. En estado de shock. Pregunta: el gobierno ya lo está ayudando?
Bien por los niños, porque pese a toda esta pesadilla, aún juegan, sonríen y creen en la naturaleza, en lo simple, en el asombro, en la alegría.
Bien por aquellos efectivos policiales y fuerzas armadas que han trabajado humanamente en ayudar, proteger y solidarizar.
Un momento de reflexión por los que murieron tratando de rescatar a los demás, incluidos bebés, niños, ancianos, mujeres. Y por los que se fueron.
¿Una lección? Miles. Para todos nosotros. Incluida usted, señora presidenta Bachelet. Incluidos todas nuestras autoridades.
Chile es un país maravilloso. Pero olvidamos que la maravilla está en hacer las cosas bien. En querernos. Respetarnos. ¡Cuidarnos! Protegernos.Reconocer nuestras fallas y errores. Cultivar virtudes. Menos competitivos. Más abiertos. Solidarios de verdad, no con plata ni vuelto entregado en supermercados sin saber si efectivamente llegará a los más necesitados. Con un Estado menos protector con los más desposeídos. Un Estado que sea más proactivo, formativo, con aquellos que necesitan aprender y no imitar y aprovechar. Con un sector privado menos especulativo. Con Universidades (cuna del alma y el conocimiento) verdaderas, humanas, reflexivas, formadoras de personas y no de máquinas de trabajo….
Con un país que cuida a la familia desde el embarazo. Hasta la muerte.
Chile lo quiero, así como quiero a Venezuela , España y Estados Unidos, países donde he vivido y conocido gente maravillosa.
Aprendamos. Aprendamos de nuestros errores. Y emprendamos un vuelo distinto. Reconstruyamos almas, vidas, conciencias, corazones. Los puentes, los edificios, las calles, los muros, pueden esperar. Nuestros hijos no.
Gracias Dios por permitirme llegar a ustedes. Hasta siempre.
viernes, 22 de enero de 2010
¿Qué pasó en Canal 13 de Chile?
Hola nuevamente. Hoy mi comentario no es de política. Tiene que ver con mi rubro, el fascinante mundo de las comunicaciones y las noticias.
En menos de 48 horas, entre ayer y hoy, renunciaron la directora ejecutiva Mercedes Ducci y la directora de prensa, Pilar Bernstein, de Canal 13 de Televisión de Chile. Uno de los canales más importantes de nuestro país.
No deja de ser interesante lo que está ocurriendo en el canal católico. En primer lugar, porque definitivamente este canal de televisión perdió el liderazgo que poseía en especial, en el área periodística. Un informe oficial señala que el Teletrece quedó relegado a un cuarto lugar detrás de TVN, Mega y Chilevisión. Y por otro lado, la programación a la cual tenía acostumbrada su teleaudiencia (más o menos conservadora) se convirtió en un ir y venir de programas mal diseñados o adaptados a la idiosincrasia chilena. Y con animadores....mejor no opinar.
Para qué decir en cuanto a telenovelas. Desde "Machos", en el año 2003-2004, Canal 13 no experimenta un liderazgo absoluto en sus teleseries.
Conozco Canal 13 por fuera y por dentro. Tengo muy buenos amigos, en el área de prensa. Y reconozco mi admiración también por importantes profesionales que en su momento llevaban la chispa y daban credibilidad y solidez al área de noticias.
Me refiero a Mauricio Hoffman (aún no entiendo porqué lo sacaron de la conducción estelar), Ramón Ulloa (sin ser amigo, sino conocido, Ramón le daba esa armonía y sonrisa que siempre necesita una noticia) y porqué no decirlo, la promesa que hoy es realidad como es mi amigo y hermano Carlos Franco.
Permítanme centrarme en lo que acontece en prensa de Canal 13, porque es lo que me interesa y por cierto, es la pieza angular de todo canal de televisión.
A mi regreso de España, el 2001, redacté un memo y proyecto de mejoramiento de contenidos y evaluación de rostros que tenían el departamento de prensa. Se lo envié a Mauricio Hoffman. Y en este informe le dije que Canal 13 tenía que repotenciar sus departamentos de prensa regionales. Cada día veía más noticias de Santiago y menos de las regiones. Además de darle un sentido más interpretativo a las noticias.
No quiero asegurar que dicho memo haya sido la única razón, y no sé si efectivamente Mauricio se lo llevó a quién era el director en ese momento (Nicolás Vergara, si no me equivoco), pero lo interesante es que a partir del 2002-2003 partieron los teletrece regionales. Y Concepción (ciudad donde resido), fue una de las sedes donde este canal sin duda aportó. Además tuvo a un editor y conductor de lujo como era Sebastián Garcés (hoy flamante gerente de comunicaciones en CMPC en Santiago).
Lo malo, es que los cambios que se fueron dando al interior del Canal también fueron afectando el buen desarrollo del área e noticias.
Por muy buena fuente, supe lo que existía al interior del departamento de prensa: lucha de egos, competencia desleal entre sus propios periodistas, una verdadera hoguera de las vanidades, tal como ocurre en otros canales y departamento de prensa en Chile y el mundo. Si no pregúntenme lo que vi en CNN en Atlanta.
Lo bueno es que en ese periodo había un equipo interesante, sólido. Donde brillaba Hoffman, Ulloa, Constanza Santa María, Franco....
No quiero desmerecer el trabajo que han hecho Soledad Onetto e Iván Valenzuela. Son buenos periodistas. Ella, bella, segura y fresca, en el buen sentido. El, rápido, eficiente, certero en la lectura pero a veces demasiado vehemente. Una dupla muy a lo" Pells" (los que vieron la teleserie en TVN me entenderán)
La salida de Mauricio, la desaparición del análisis de la noticia del día a cargo de una excelente y mordaz, Constanza Santa María (inolvidable su entrevista a Ricardo Lagos...la única que logró descolocarlo), la partida de Ulloa y Franco, además del director de prensa Patricio Hernández, fue...fatal.
No sé sin convienen conmigo, pero el Trece perdió el rumbo. Ser los primeros en Canal digital, en canal en internet, en mejorar la tecnología, no fue suficiente. Por favor: lo primero es el capital humano! Los valores. Los talentos. De qué sirve tener tecnología si no aprovechamos y dejamos ir el talento?
No sé que pasó con Mercedes Ducci, de quien tengo una excelente imagen y percepción como periodista. Pero algo pasó con el tema de su gestión en el tema de la programación. Me sumo a los que rechazaron la famosa parrilla flexible implementada por Vasco Moulian. Reconozco que los Simpson me hacen reír, pero no soporto la idea de que los tengan mañana, tarde y noche.
Ahí pasó algo. Que va más allá de la gestión ejecutiva. Y donde insisto, no voy a enjuiciar.
Lo que me interesa: el área de prensa. De noticias. Extraño los noticieros más interpretativos y menos explosivos en tecnología. Donde realmente haya mística entre sus conductores. Reporteros. Y los cambios sean menos traumáticos, como lo que está viviendo el Trece hoy tras salida de su máxima cabeza y la jefa de noticias.
Hasta la próxima.
Saludos desde Concepción
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